La familia de Antonio Garrido desolada: «El sistema no funciona»

La muerte sorprendió al vecino de Carmona , Antonio Garrido, en un lugar por el que transitaba varias veces al día. Siempre cruzaba por el paso de peatones donde fue atropellado. Nunca lo hacía por otro lugar. Tenía problemas en las piernas que le impedían andar muy rápido así que siempre hacía uso del semáforo que regula ese paso de peatones, para no tener que darse prisa en cruzar la carretera. Se encontraba más seguro. Creía que los semáforos lo salvarían de un accidente.

Antonio tenía 50 años , vivía sólo, muy cerca del lugar en el que encontró la muerte, no estaba casado, ni tenía hijos. Cuando era joven fue paracaidista, pero ahora no trabajaba. Había tenido cinco hermanos, de los que tras su fallecimiento sólo quedan tres. Su hermano José muestra la indignación de la familia por lo ocurrido. «Sentimos una impotencia muy grande, el sistema no funciona», indica el hermano del fallecido. La indignación se acrecienta al recordar que el conductor se dio a la fuga, sin preocuparse ni siquiera de atender a Antonio.

El impacto que sufrió fue muy fuerte , lo demuestran los vecinos que señalan el lugar en el que quedó el cuerpo tras el golpe. Unos treinta metros más adelante, en dirección a El Viso del Alcor. Alguno advierte además de que no existe ninguna señal de frenazo en la zona.

Los primeros en darse cuenta de lo ocurrido fueron los clientes del restaurante El Ancla. Ellos llamaron a los servicios sanitarios y a la Policía Local. Había una patrulla muy cerca y con sus indicaciones lograron localizar al coche del atropello poco más adelante en dirección a El Viso del Alcor. En la detención también participó la Guardia Civil.

El autor del atropello ya había tenido algún altercado de tráfico . El pasado mes de diciembre estuvo a punto de llevarse por delante a los clientes de la terraza de un bar de copas en la localidad. Intervino entonces la Policía Local. Actualmente tenía el carné de conducir en vigor, pero lo tuvo retirado temporalmente.