BAJO GUADALQUIVIR

La falta de voluntarios impide abrir el comedor social «inaugurado» hace un año

La plataforma ciudadana Cadena de Favores logró el local, la cocina y los alimentos gracias a donaciones, pero lleva doce meses en dique seco a falta de personal y de la licencia municipal

Inma Ramírez, una de las voluntarias junto a una olla «que aún no ha hervido nada» F.R.M.

FERNANDO RODRÍGUEZ MURUBE

Corren malos tiempos para la plataforma Cadena de Favores de Los Palacios , una entidad sin ánimo de lucro que lleva funcionando casi cuatro años con el único propósito de ayudar a las personas más desfavorecidas del municipio . A la sede, ubicada en un local cedido hace dos años por el Ayuntamiento, solo le faltan los matojos mecidos por el viento para parecer una de aquellas solitarias calles en las que se batían en duelo dos forasteros en el Lejano Oeste . Nadie.

Solo un silencio sepulcral acompaña a Inma Ramírez, fundadora y motor de esta encomiable labor, en un local perfectamente equipado para albergar un ambicioso proyecto altruista que pudo haber sido y no es: el primer comedor social de la localidad dotado de la infraestructura necesaria para dar comida caliente a un gran número de familias con problemas económicos.

Las dos únicas

Inma , junto con Lidia Rejano , la única voluntaria que ha permanecido fiel al proyecto en todo momento, se las ingenió para poco a poco ir acercando a la realidad este comedor que meses atrás era prácticamente una utopía . Y es que la ilusión por ayudar al prójimo de esta mujer para nada sufre el hándicap de la pereza.

Bajo esta premisa movió cielo y tierra buscando colaboración desinteresada, y así consiguió que el consistorio le cediera un local de la antigua guardería municipal; que el comedor social de Utrera les diera la cocina; que la empresa 4Mar , a través de un taller de liderazgo personal e inteligencia emocional, haya alicatado la cocina, haya aportado muebles y la campana de la cocina ; que un particular donara una cámara frigorífica de gran capacidad ; y que otro particular haya donado numeroso mobiliario para dar clases.

Además, organiza junto a sus compañeras voluntarias campañas para recaudar fondos en supermercados de la localidad y conseguir donaciones puntuales (la última llegó hace unos días por parte de un anónimo que dio un bono de 300 euros para gastar en Carrefour).

Todo parecía ir bien encaminado, de hecho, en las Navidades de hace un año incluso se inauguró el comedor a bombo y platillo por parte del equipo de gobierno local , aunque ya entonces y de un modo premonitorio Inma ya advertía que «la verdadera inauguración será cuando la olla empiece a hervir» , algo que por desgracia no ha ocurrido.

Varios han sido los motivos que han conformado la tormenta perfecta que de momento han dejado el proyecto en eso, proyecto. El más importante, la carencia de voluntarios realmente comprometidos capaces de cumplir con unos horarios de apertura y atención.

El concepto de voluntario aún no goza de seriedad y la responsabilidad que sí tiene en otros lugares y asociaciones. «Si un voluntario se compromete a venir a las 12 y luego no viene, varias familias se van a quedar sin comer ese día, y eso no se puede tolerar. Por eso no nos atrevemos a dar el paso, porque puede ser muy doloroso dar esperanza a muchas familias y luego no podamos afrontar la responsabilidad» afirma la presidenta .

Por otro lado, en la mencionada ceremonia de inauguración quedó pendiente por parte del Ayuntamiento que se desplazase hasta la sede un técnico que verificara que el espacio está habilitado, ya que sin dicho informe no se puede utilizar legalmente como comedor social. Un año después esa visita sigue sin aparecer.

Toda esta problemática ha minado sobremanera el espíritu batallador de Inma por sacar a flote el comedor hasta el punto de plantearse tirar la toalla si no cuenta con más apoyo, aunque por ahora se niega a echar el cierre antes de abrir, y se reafirma en que luchará por su sueño de «ver hervir la olla y así ayudar a tanta gente necesitada como hay en Los Palacios».

Comida martes y jueves

Pese a que el comedor social no está activo, Cadena de Favores sigue facilitando cada martes y jueves productos de primera necesidad como leche, aceite, galletas, tomate, zumo, caldo, champú, pañales... Hace unos meses superaba la veintena las familias que se benefici aban de esta iniciativa, pero dado que el número de voluntarios ha bajado, solo pueden ayudar ahora a unas cinco.

Es por ello por lo que desde la plataforma se hace un llamamiento a la ciudadanía: profesores para dar clases en el aula habilitada, informáticos que se encarguen de crear una página web o diseñen carteles, o cocineros , ya que la idea es complementar la dotación de alimentos con una amplia labor como aulas de apoyo para niños, talleres y charlas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación