Tribunales
Un enfermo mental se enfrenta a 9 años de cárcel por matar a su padre asfixiándolo con una manta
El acusado aprovechó que la víctima, de 79 años, tenía la salud muy deteriorada para atacarle cuando estaba descansando en el sofá
Un vecino de La Puebla de Cazalla se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Sevilla el próximo mes de marzo por haber matado a su padre , de 79 años, asfixiándolo con una manta. El crimen ocurrió el pasado 1 de marzo, pero la noticia del asesinato se ha conocido este miércoles, cuando desde el TSJA se ha informado de la fecha de la vista oral y de la pena que solicita la Fiscalía para el acusado, quien confesó la autoría a un hermano tras acudir al velatorio de su padre.
Será un tribunal popular quien decida sobre la culpabilidad del procesado, que responde a las iniciales D. M. R. y tiene 30 años. El próximo 25 de marzo se elegirán a los miembros del jurado y está prevista la presentación de las alegaciones previas. Al día siguiente declarará el único procesado por estos hechos.
La Fiscalía acusa al procesado de un delito de asesinato con la agravante de parentesco, la eximente incompleta de anomalía o alteración psíquica y la atenuante de confesión; por lo que solicita nueve años de prisión y la medida de internamiento por el mismo periodo para el tratamiento médico de su enfermedad mental. Además, reclama que indemnice a una hija del fallecido con 25.870,92 euros. Tanto su madre como sus hermanos han rechazado reclamarle cantidad alguna.
Inicialmente se pensó que la muerte se había producido por un agravamiento del estado de salud del fallecido, pero el acusado acabó confesando en el velatorio
El acusado tiene reconocida una discapacidad por su enfermedad mental del 41%. Además es consumidor de cannabis desde los 15 años. En su expediente médico hay varios episodios de ingresos psiquiátricos por trastornos de esquizofrenia . Para la acusación pública, en el momento que mató a su padre tenía anulada sus capacidades mentales.
Todo ocurrió en el domicilio familiar el 1 de marzo de 2018. La víctima, de avanzada edad y con graves problemas de salud, llevaba varios días con una evolución negativa por un cuadro de broquitis y disnea. El fallecido tenía diagnosticada una cardiopatía isquémica y una insuficiencia renal. Aquel día se encontraba junto a su hijo en el salón de su casa, tumbado en el sofá. El acusado aprovechó que su progenitor no podía defenderse y «con ánimo de arrebatarle la vida», cogió la manta que usaba la víctima para taparse, se la colocó en el rostro y presionó con fuerza hasta asfixiarle.
Por la noche, tras celebrarse el velatorio, D. M. R. le confesó a uno de sus hermanos y a la pareja de éste que había sido él quien había matado a su padre. La muerte no había sido fruto de un agravamiento de la enfermedad que presentaba el anciano como inicialmente se pensó. Horas después le dijo lo mismo a su madre y al día siguiente, ya acompañado por su familia, lo llevaron al hospital de Osuna donde repitió la confesión y fue ingresado en contra de su voluntad en la Unidad de Psiquiatría .
Tras recibir el alta, fue enviado a un centro penitenciario donde se encuentra recluido desde entonces.