Provincia

Diez años de cárcel para un vecino de Arahal por abusar de su prima menor durante cuatro años

Los hechos ocurrían en cualquier lugar en el que se encontraba con la víctima a solas, desde la finca familiar donde vivían los abuelos hasta en un lavadero de coches

Los hechos se investigaron en los juzgados de Instrucción de Marchena ABC

J.D.

Desde el año 2010 hasta el verano de 2014 . Es el periodo de tiempo en el que José Manuel, un vecino de Arahal, sometió a su prima menor a tocamientos, abusos y relaciones sexuales completas . Ella tiene ahora 22 años, pero cuando comenzaron los ataques a su libertad sexual sólo contaba con once años , casi ocho menos que su primo.

La Audiencia de Sevilla, en abril del pasado 2021, lo condenó a diez años y un mes de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales, al tiempo que le absolvía de la acusación de abusos sobre otra de sus primas . La defensa del acusado llevó el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía , cuyo gabinete de prensa ha informado de la resolución del Alto Tribunal andaluz, que confirma lo acordado por los tres magistrados del tribunal sevillano.

José Manuel, que ahora está a punto de cumplir 30 años, es primo de la víctima. Desde el nacimiento de ésta, mantuvieron una relación muy estrecha , pues el padre del acusado y la madre de la chica eran hermanos y compartían lugar de trabajo.

Trabajaban en una finca agrícola , que fue durante la infancia de los niños el lugar donde además vivían sus abuelos y el propio acusado hasta la separación de sus padres en 2008, por lo que el trato era asiduo y los vínculos afectivos profundos entre todos los familiares.

Según el relato de los hechos realizados por la Audiencia de Sevilla, en la medida que el acusado era casi ocho años mayor que su prima, «no era inusual que cuando ésta acudía a la finca con su madre, y lo hacía con frecuencia, así como con otros primos, quedaran éstos a cargo del acusado mientras los adultos trabajaban «.

En enero de 2010 cumplió el acusado la mayoría de edad . Fue entonces cuando comenzaron los abusos sobre su prima. Y así hasta fecha no precisada del verano de 2014.

José Manuel, «con la intención de satisfacer sus deseos sexuales», vino haciendo de forma asidua objeto de tocamientos a la niña, a la que desnudaba y hacía penetraciones, pero también le obligaba a hacerle felaciones, «hechos que tuvieron lugar tanto en el chalé de la finca donde el acusado tuvo su vivienda mientras convivieron sus padres, en los alrededores de la misma, en la casa de Arahal donde se trasladó a partir de la separación de sus padres, en una parcela de su madre, y siempre aprovechando que en esos momentos no hubiera nadie «.

Ella, a pesar de su corta edad, l e había hecho saber a su primo en numerosas ocasiones que no quería que tales actos continuaran , hasta que en ese verano de 2014 le puso fin de manera radical.

El miedo común a destrozar la familia

Estos hechos fueron denunciados en diciembre de 2017 después de que la joven revelara a su madre en 2016 lo que le había ocurrido con su primo José Manuel, y decirlo posteriormente a su hermano y a su padre. Tenía miedo a contar los hechos por los problemas que podía generar en la familia y por no hacer daño a su tío y padre del acusado. El asunto se llevó en los juzgados de Marchena.

En el curso de las diligencias, se remitió a la Fiscalía de Menores testimonio de particulares por los hechos que pudieran haber sucedido antes del mes de enero de 2010, cuando el tenía menos de 18 años.

Según la Audiencia de Sevilla, el acusado no padece ningún retraso mental, aunque presenta una personalidad simple, con una mentalidad práctica, tiene escasa instrucción y cierto retraso madurativo que no le impedía conocer el alcance y trascendencia de los actos de contenido sexual cometidos con su prima.

José Manuel fue absuelto de uno de los delitos de abuso sexual continuado de los que venía acusado al entender el tribunal sentenciador que en el caso de la otra prima que presuntamente fue víctima no resultaba posible asegurar con un mínimo de rigor que los posibles abusos sufridos por ésta se hubieran producido con posterioridad a que el procesado alcanzara la mayoría de edad.

El TSJA confirma la condena de diez años y un mes de prisión, así como la orden de alejamiento y comunicación con la víctima. Al mismo tiempo, en su sentencia, expone que la declaración de la denunciante es «creíble, verosímil y persistente».

La joven mantuvo en las distintas declaraciones que prestó a largo de la tramitación de la causa la misma versión, llena de detalles, sin incurrir en contradicciones relevantes, más allá de meras matizaciones al responder a las preguntas que se le formularon.

En el juicio se evidenció que l as relaciones en el seno de la familia eran muy buenas , y así lo manifestaron todas las personas que intervinieron como testigos, incluso el propio acusado. El padre del procesado y las madres de las denunciantes son hermanos, trabajando dos de ellos juntos en tareas agrícolas, y mantenía un contacto muy intenso y continuo entre sí y con sus respectivos hijos, creándose unos lazos afectivos muy profundos entre todos ellos.

«Ello hace inverosímil que dos de las primas de José Manuel lo acusasen en falso de algo tan grave , conocedoras como eran de las devastadoras consecuencias que este tipo de revelaciones suelen producir en el seno de las familias afectadas«, explica el tribunal.

La víctima explicó que desde que tiene uso de razón ha tenido un contacto muy estrecho con su primo José Manuel, tanto que lo consideraba como un hermano. Con mucha frecuencia estaban juntos en la casa de campo donde residían sus abuelos.

El día que «se empoderó»

Relató los abusos y tocamientos, que continuaron produciéndose después de que el procesado alcanzara la mayoría de edad, y entonces, «como ya tenía coche, con cualquier excusa, como la de ir a lavarlo, que ella creía, la llevaba en realidad a otro lugar, en donde abusaba de ella». La frecuencia de estos encuentros era tal que la joven dijo que «rara era la vez que estuviera con él que no ocurriera algo ».

Cuando fue pasando el tiempo empezó a tomar conciencia de la trascendencia de los abusos de que era objeto, y que después de cada abuso pensaba que iba a ser la última vez, hasta que «un día se empoderó» y le dijo a su primo que s i le volvía a poner una mano encima, por su abuelo, no le volvería a mirar a la car a , y como volvió a abusar de ello dejó de tener todo contacto con él, lo que ocurrió en verano de 2014.

Respecto de las razones por las que dejó transcurrir varios años sin contar a nadie lo que le había pasado , el TSJA explica que la chica alegó que temía que la familia se destruyera, y que le daba mucha pena su tío, el padre de José Manuel, al que quería mucho.

Pero en una consulta con el ginecólogo tuvo que admitir que había tenido relaciones sexuales y explicar la verdad a su madre. Después a su hermano y a su padre. Les describió en qué consistieron los abusos y los situó temporal y geográficamente con datos lo suficientemente precisos , teniendo en cuenta la corta edad que tenía cuando ocurrieron, y el tiempo trascurrido desde entonces, lo cual aportó aún más credibilidad a su testimonio, según los magistrados.

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