Las cuñadas de la viuda asesinada en La Rinconada la habrían amenazado
Vecinos aseguran que gritaron en el entierro de su hermano: «¡Te tenemos que matar!»
![Domicilio de La Rinconada donde apareció el cadáver de la joven](https://s3.abcstatics.com/media/sevilla/2016/04/24/s/rinconada-crimen--620x349.jpg)
Ana Deza Vázquez, la joven viuda asesinada el pasado martes en La Rinconada presuntamente por sus dos cuñadas y el novio de una de éstas, habría sido amenazada de muerte durante el entierro de su marido en el mes de diciembre. Así lo recuerdan vecinos del pueblo que asistieron al sepelio y que señalan a las hermanas detenidas, Elena y Rosa N.S. —desde la mañana de ayer en prisión por orden del juzgado de guardia—, como las dos personas que habrían gritado «¡te tenemos que matar!» a la madre de su sobrina carnal, contra la que finalmente se habrían empleado con verdadera saña para asegurarse de que no pudiera sobrevivir.
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Vecinos consultados por ABC recuerdan la enorme tensión que se vivió durante el entierro de Diego N. S., con protagonismo de las dos detenidas en unos momentos de gran nerviosismo. También durante la semana que el fallecido pasó en el hospital intentando recuperarse del infarto cerebral que acabaría provocándole la muerte: en aquellos días de espera y desesperación, parte de la familia política de Ana Deza no dudó en culparla del infarto cerebral de su esposo, por las preocupaciones domésticas en una casa en la que el dinero nunca sobraba y donde se estaban criando dos niños , el mayor de ellos fruto del primer matrimonio de la joven.
Final truculento
El paso del tiempo, lejos de atemperar los ánimos, habría incrementado el odio hacia la viuda, muy centralizado en sus dos cuñadas, ya que con los hermanos del fallecido Ana habría mantenido una relación más cordial . De hecho, vecinos aseguran haberla visto recientemente montada en la furgoneta con la que éstos suelen ir recogiendo cartones para reciclaje. Otra cosa era su relación con Elena y Rosa, difícil hasta el truculento final ya conocido siempre según la investigación judicial, sobre la que aún no se ha levantado el secreto de sumario .
La titular del Juzgado de Instrucción 13 de Sevilla, María José Moreno Díaz, que ayer estaba de guardia , fue la que decretó el ingreso en prisión de ambas y del novio de una de ellas como presuntos autores del crimen. Aunque el caso ha recaído por reparto en Instrucción 6 —el juzgado de María Núñez Bolaños— y se había especulado con que los detenidos pasarían a disposición judicial mañana lunes, en realidad esto no era posible porque, al haber sido arrestados a primera hora de la mañana del viernes en el número 5 de la calle Greco de San José de La Rinconada, no podían permanecer en los calabozos hasta que se abrieran los juzgados del Prado de San Sebastián este lunes sin agotar antes el plazo legal máximo de las 72 horas .
La juez de guardia tuvo que tomar la decisión y no dudó a la hora de imputar asesinato y mandar directamente a la cárcel a los tres detenidos, que durante la mañana del pasado día 19 se habrían desplazado en coche hasta la calle Gerardo Diego de La Rinconada, donde residía Ana Deza, de tan sólo 26 años, junto sus dos hijos. La viuda se encontraba sola en ese momento en su domicilio, porque su hijo mayor, de 11 años, estaba en el colegio, mientras que la pequeña, de tan sólo tres años, se hallaba en la guardería. Ya en el interior de la casa, se habría desencadenado una fuerte discusión , en mitad de la cual las cuñadas de Ana o el novio la habrían golpeado en dos ocasiones en la cabeza con un objeto contundente, provocándole la fractura del cráneo .
La víctima cayó al suelo y allí la agresión mortal habría continuado, ahora con arma blanca: más de 50 puñaladas en cuello y espalda que provocaron el charco de sangre en medio del cual fue hallado el cuerpo sin vida de Ana hacia las 15:30 horas. Los vecinos, que habían llamado asustados a comisaría por la fuerte discusión familiar entablada —aunque la primera pareja de agentes que acudió la casa se acabó yendo al no abrirles nadie la puerta y no oírse ningún jaleo en el interior—, fueron los que acabaron confirmando sus peores presentimientos después de que nadie se hubiera acercado a recoger a los niños al cole. La colaboración vecinal ha sido clave en el esclarecimiento del crimen.
Dudas sobre el móvil económico
En el vecindario de La Rinconada ha sorprendido que la investigación apunte a la herencia del esposo fallecido como el posible móvil del asesinato de Ana Deza, sobre todo porque la carestía económica del matrimonio era absoluta. «Es que salvo que él tuviera suscrito algún seguro de vida no se entiende, y la verdad es que sería muy raro que lo estuvieran pagando», destacan algunos vecinos consultados por ABC.