Tribunales

Crimen de Pilas: El acusado confesó ante la Guardia Civil cuando fue detenido

Dos agentes declaran en el juicio cómo se derrumbó y, entre sollozos, les contó que le había cortado el cuello a la víctima

El acusada, durante su declaración ante el tribunal popular Vanessa Gómez

S. L.

El acusado de asesinar e intentar violar a Ana María, de 50 años, en marzo de 2017 en Pilas, confesó haber cometido este crimen ante la Guardia Civil cuando prestaba declaración en calidad de testigo. Así lo han contado dos agentes del Instituto Armado en la cuarta sesión de este juicio, que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial de Sevilla.

En la vista oral, los dos agentes han señalado que Enrique R.R., declaró en un primer momento, cuando le estaban curando de una herida en la cabeza en un centro médico, que el crimen lo habían cometido «unos rumanos» y que él fue «agredido» por ellos tras intentar auxiliar a la víctima.

Seguidamente, el acusado fue trasladado al cuartel de Pilas para tomarle declaración como testigo, a instancias de su hermano, que había acudido para ver lo que ocurría y que le dijo «dile la verdad a estos señores». Fue entonces, han declarado los agentes, cuando se «derrumbó» y cambió la versión de los hechos. «Entre sollozos» confesó que le había cortado el cuello a la víctima y que «no sabe cómo» porque «no quería hacerle daño» ya que él «no es así».

El acusado les indicó también que había escondido la cartera de la víctima debajo de una piedra y la navaja que utilizó para perpetrar el crimen en un hormiguero. La cartera fue encontrada con restos de sangre en el lugar indicado; si bien el arma homicida no apareció en el terreno. Además, les señaló que la herida que presentaba en la cabeza se lo hizo «con una rama de olivo» durante el forcejeo con la víctima.

Consciente de lo que hacía

Los agentes han recalcado que la detención de Enrique R.R. no se basó «esencialmente» en esta declaración que luego, ante la presencia de su letrado de oficio, «no ratificó»; sino que ésta se sustentó «en contradicciones» en la que incurría el acusado.

Por otra parte, los forenses confirman que el acusado tiene un leve retraso mental pero que tiene «intacta· la capacidad de conocer y la capacidad volitiva. Ésta última sólo podría estar afectada por el consumo de alcohol y drogas . Los análisis que le hicieron el día de los hechos bebió y tomó cocaína pero descartan que estuviera bajo la influencia de estas sustancias por el nivel detectado en sangre.

Los forenses también han declarado sobre la autopsia que le hicieron al cadáver de la víctima. Ana María «murió desangrada» por una herida principal en el cuello con un «instrumento con un filo apuntado » que le afectó la arteria carótida y la vena yugular.

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