Tribunales
Crimen de Lebrija: «Que tenga un par y que reconozca que la ha matado»
La hermana de la María del Castillo Vargas relata el «calvario» que vivió su hermana durante su matrimonio
![Juana Vargas tras declarar en el juicio por el asesinato de su hermana en la Audiencia de Sevilla](https://s1.abcstatics.com/media/provincia/2017/10/26/s/crimen-juana-kYFF--1240x698@abc.jpg)
La hermana de María del Castillo Vargas ha prestado declaración en la primera sesión del juicio por el crimen de Lebrija . La Fiscalía la había citado como testigo para que describiera cómo había sido la relación que mantuvo la víctima con su supuesto asesino. Juana Vargas ha dibujado un matrimonio difícil marcado «por el carácter conflictivo de él».
«Trataba a mi hermana como una mierda. Le ponía los cuernos, le robaba sus cosas hasta que ella se hartó y quiso separarse. Él no lo aceptaba porque siempre ha sido un mantenido , que nunca ha trabajado sino que vivía de la familia Vargas »; un clan muy querido de Lebrija porque su matriarca es una conocida cantaora de flamenco . La tesis de la familia es que Manuel no admitía la separación «porque sabía que se le cerraba el grifo».
La pareja comenzó la relación cuando eran adolescentes. «Entró en mi casa con 17 años. El siempre decía que era y erno de los Vargas porque se avergonzaba de su familia y así nos lo ha pagado». Juana ha sostenido en su declaración que los problemas en el matrimonio comenzaron con el nacimiento de su segundo hijo: «Estaba mi hermana pariendo a Gabriel y él estaba con otra en Las Cabezas».
«Ella creía que podría cambiarlo»
El retrato que ha dibujado esta testigo sobre su hermana recuerda al de otras mujeres víctimas de violencia machista : «Ella intentaba taparlo para que no nos preocupáramos, pero las peleas eran evidentes. Creía que podría cambiarlo». Esa situación propició que los hijos viviaran con los abuelos maternos: «Su madre no quería que salieran unos golfos como su padre».
También ha relatado las sospechas de la familia de que Manuel pudo haber intentado matar a su esposa días antes de ocurrir el crimen. «Mi madre le había dejado un coche a mi hermana que funcionaba perfectamente y de buenas a primeras empezó a fallar. Cuando lo revisaron se dieron cuenta que faltaban piezas».
Al término de su declaración y antes de marcharse, Juana Vargas le ha pedido permiso a la presidenta del tribunal para decirle al acusado, sin mirarle a la cara: «Después de lo que ha hecho que al menos tenga un par y que reconozca que la ha matado».
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