Tribunales

El crimen del joyero de Carmona: «¿Un infortunio o un accidente? No, fue un asesinato»

La Fiscalía insiste en que los dos acusados, junto con el que aún sigue fugado, planearon atracar y agredir al dueño aún sabiendo que podían acabar con su vida

Uno de los dos acusados junto a su letrado antes del inicio de la primera sesión el pasado martes Juan Flores

Jesús Díaz

La Audiencia de Sevilla ha vivido este viernes la última sesión del juicio con jurado por el conocido como crimen del joyero de Carmona , en el que Francisco Cintado sufrió el robo de su local y murió tras recibir una agresión «salvaje» . La Fiscalía , después de insistir en la crueldad de los hechos por el brutal ataque del que fue víctima el dueño del establecimiento, se ha preguntado ante el jurado: «¿Un infortunio o un accidente? No, fue un asesinato» . De esta forma rechaza las tesis de unas de las defensas de que lo sucedido fue un cúmulo de infortunios.

Por estos hechos, ocurrido en la tarde del 6 de agosto de 2018 , se han sentado en el banquillo Gheorghe S. y Iulian I. Huyeron de España en coche hacia Rumanía ese mismo día y junto a ellos viajaba el tercer implicado en el atraco y muerte de Cintado. A día de hoy sigue en paradero desconocido por lo que no ha podido ser juzgado.

Gheorghe y Iulian se enfrentan a 33 años de cárcel por el robo, detención ilegal y asesinato. Si bien, este viernes la fiscal ha modificado su acusación para plantear que en el supuesto de que el jurado no considere a Iulian culpable del asesinato lo haga como autor de un delito de lesiones muy graves, por lo que en este escenario solicitaría la pena total de 20 años.

El Ministerio Público, que ha dado las gracias a los miembros del jurado por su compromiso en plena pandemia y con el estado de alarma en vigor , ha pedido a éstos sentido común para que este crimen «atroz» no quede impune. Hubo un plan para atracar y agredir brutalmente joyero ocasionándole lesiones muy graves o incluso la muerte. Al menos esto defiende la Fiscalía desde el inicio del juicio el pasado martes.

Todos aceptaron su rol

Frente a lo que declararon los dos acusados el primer día, cuando descargaron toda responsabilidad en el compatriota fugado, la Fiscalía mantiene que ambos sabían el plan del atraco y aceptaron su rol. «Tratan de echar la culpa al que desgraciadamente no está aquí» , ha dicho. Iulian tenía que vigilar fuera pero conocía que sus vecinos, fue los tres son de la misma ciudad de Rumanía, llevaban bridas y cinta americana para reducir y maniatar al joyero, al que golperían para hacer más fácil el atraco. Y «lo aceptó», según la fiscal.

Gheorghe fue con el tercero el día 3 de agosto a la joyería a llevar un reloj para que Francisco Cintado se lo arreglase. Era la manera de ganarse su confianza para cuando volvieran tres días después les abriera. Y así sucedió.

Eran las 18.47 horas del día 6 cuando entraron en la joyería. Aprovecharon que el joyero tenía que entrar hasta la cámara acorazada, que estaba en la trastienda, para salir corriendo detrás de él y atacarle de forma sorpresiva. Lo maniataron usando una técnica de tortura conocida como atadura del cerdo. Las manos hacia atrás. Le pegaron. Tenía más de lesiones en la cabeza. Le estrangularon con las manos y con cinta americana. Gheorghe le dio un rodillazo en la cabeza que le provocó una conmoción. Lo dejaron tirado boca abajo, sin posibilidad pedir auxilio ni levantarse. Murió por falta de óxigeno, la conmoción y la presencia de sangre en la vías respiratorias.

Atenuantes

Salieron con tres bolsas llenas con el botín y un monitor del sistema de seguridad. Los tres llevaban algo en las manos como dijo un testigo. Después de recordar los «hechos probados», la Fiscalía se ha preguntado: « ¿Un infortunio o un accidente? No, fue un asesinato» .

Y es que la defensa de Gheorghe desde el primer día insiste en la idea del cúmulo de infortunios en este caso, como el hecho de que la viuda no insistiera en contactar con su marido cuando acudió minutos después de los hechos a la joyería y éste no le abriese.

La Fiscalía, además, ha rechazado este viernes las atenuantes solicitadas por las defensas: drogadicción, colaboración y arrepentimiento , para Gheorgue, y drogadicción y arrepentimiento y confesión tardía, para Iulian. «Ninguna prueba se ha practicado para demostrar que actuaron drogados ni tampoco para ver su el consumo alteró sus capacidades», ha afirmado la fiscal.

Con respecto a la confesión y colaboración con la investigación, la fiscal no cree que huir, no declarar en instrucción y decir ahora un domicilio del compatriota fugado, aún no detenido, no es colaborar . Y el arrepentimiento no sólo vale de palabra y hay que demostrarlo, y ninguno ha reparado económicamente en parte el daño. Tampoco considera que Iulian haya confesado cuando sólo ha dicho lo que le conviene y no todo lo que sucedió.

Para concluir, la fiscal ha pedido al jurado que piensen en la situación que vivió Francisco Cintado durante ocho minutos, lo que duró el atraco y el ataque. «Por un minuto piensen que dos personas le están golpeando la cabeza», ha expresado.

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