Crimen del joyero en Carmona: arranca este lunes el juicio contra el tercer atracador

El tercer acusado del asesinato de Francisco Cintado se dio a la fuga tras el robo; los otros dos implicados, también de origen de rumano, ya fueron juzgados y condenados

El crimen del joyero de Carmona: «¿Un infortunio o un accidente? No, fue un asesinato»

Los dos acusados que fueron ya juzgados y condenados en la Audiencia de Sevilla durante el primer día de juicio Juan Flores

J. Díaz

En diciembre de 2020 la Audiencia de Sevilla condenaba a dos de los individuos de nacionalidad rumana que participaron en el atraco y asesinato del joyero Francisco Cintado en Carmona en el verano de 2018. El tercer ladrón , entonces, se encontraba en busca y captura. En julio de 2021 cayó en manos policiales. A partir de este lunes se sentará en el banquillo de la Audiencia por este crimen, enfrentándose a 33 años de cárcel .

La Fiscalía solicita para Ionut A., por un delito de asesinato , 25 años de prisión y la prohibición de comunicarse o aproximarse durante 35 años a la esposa y las dos hijas de la víctima, así como ocho años de cárcel y la prohibición de comunicarse o aproximarse durante doce años a dichas personas por un delito de detención ilegal como medio para cometer un delito de robo con violencia .

Asimismo, el Ministerio Público reclama que, de forma conjunta con los otros dos condenados, indemnice a la familia del fallecido con 330.000 euros como consecuencia del fallecimiento; con 295.372 euros por los objetos sustraídos y no recuperados y con 5.850 euros por el dinero en metálico robado y no recuperado.

La Audiencia de Sevilla , tras la celebración del jurado popular, impuso 33 años a Gheorghe S. y 20 años de cárcel a Iulian I. Si bien, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía , atendiendo a los recursos de las defensas, rebajó las penas a ambos. Al primero le quedó la condena en 31 años y medio de cárcel, y en ocho años al segundo.

El plan

El jurado popular consideró probado que «puestos de común acuerdo», los citados dos acusados, en compañía de otro individuo no enjuiciado en la vista oral , «pusieron en marcha" un plan para robar en la joyería. Antes del día del atraco, Gheorghe acudió al comercio de Francisco Cintado «con el pretexto de realizar la reparación de un reloj y así ganarse la confianza» del fallecido, «quedando con éste en verse otro día para recoger el encargo». Ese mismo día conocieron el local y las medidas de seguridad.

La segunda parte del plan se ejecutó la tarde del 6 de agosto . En pleno verano. Uno de los ladrones se quedó fuera vigilando mientras los otros dos entraban a robar, empleando "grave violencia contra el joyero». Llevaban bridas y cinta americana para reducir a la víctima.

Según la primera sentencia del tribunal, el principal condenado y el individuo que será juzgado a partir de este lunes, l legaron a la joyería y llamaron al timbr e, abriéndoles la puerta el propietario «al haberlos reconocido por el monitor de la cámara de vigilancia debido al encargo que habían realizado días antes». Una vez dentro y «después de provocar» que la víctima, tras sacar el reloj que había reparado, entrara de nuevo en la trastienda, el principal condenado entró tras el joyero y, «sin darle tiempo a salir de la trastienda ni posibilidad alguna de defensa, se abalanzó» sobre él.

Tres años de cárcel

Ahí comenzó una brutal paliza . Le colocaron las manos a la espalda, atadas con bridas y cinta americana, atándole también los pies y colocándole cinta americana desde el cuello hasta la boca. Teniendo a la víctima reducida, se hicieron con las joyas y el dinero del local.

Francisco Cintado intentó levantarse, pero Gheorghe le propinó un fuerte rodillazo en la cabeza que provocó que cayera inconsciente boca abajo. El dueño de la joyería fue finalmente encontrado sin vida dos horas después por su esposa y una de sus hijas en la misma posición en la que fue abandonado por los acusados.

La defensa del tercer acusado, que ejerce el letrado Alejandro Gómez, solicita tres años de prisión por un robo con intimidación. Según su escrito de defensa, el único propósito de su cliente era «el atraco, no habiendo agredido al joyero». Además, alega que era consumidor de sustancias tóxicas y actuaba a causa de su grave adicción a las mismas y al alcohol. Por ello, solicita que se le tenga en consideración como atenuante, así como el arrepentimiento y la confesión tardía .

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