SANLÚCAR LA MAYOR
«Creía que el caso de mi hipoteca era malo pero los hay aún peores»
Pocos días después de que Sanlúcar la Mayor se declare «municipio libre de desahucios», Isabel pide flexibilidad a los bancos para no perder su casa
El pasado 1 de marzo se aprobó en el el Pleno una moción presentada por IU para declarar a Sanlúcar la Mayor «municipio libre de desahucios». La propuesta, tras recibir un gran apoyo ciudadano en redes sociales, fue votada afirmativamente por el PP, APSM (Alternativa por Sanlúcar la Mayor), PSOE e IU , aunque todavía no se ha puesto en marcha.
Vicente Terenti, portavoz de IU en la localidad sanluqueña señala que « así se intenta terminar con el aumento de los desahucios» y recuerda el dato de que en Andalucía se estima que hay unas seis casas vacías por cada familia sin hogar. « Cada vez tenemos a más gente sin casa y más casas sin gente» , asegura el portavoz.
Isabel, sólo un caso más
Pero sólo basta con salir a la calle y darse cuenta que no es algo inusual hallar en este pueblo aljarafeño este tipo de situaciones. Es el caso de Isabel, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH ), que asegura haber sufrido malos tratos por parte de su pareja y problemas económicos que le impidieron hacer frente a su hipoteca.
«Mi pareja no hizo frente al pago de dos mensualidades para que me echaran del piso, con lo que yo seguía mes pagando mi parte, pero esa deuda me llegó a generar un total de 1.800 euros de intereses. Me sentí en una situación de vulnerabilidad , porque piensas que todo lo que hacían en el banco donde tenía la hipoteca lo estaban haciendo de buena fe para que no perdiese el piso, pero ignoraba los niveles de usura a los que se estaba llegando en mi caso», asegura a ABC Provincia.
Tras pedir ayuda a sus padres con el pago de la deuda, le informan al cabo del tiempo que se han generado otros 800 euros de intereses . Es el momento en el que Isabel conoce a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y se percata de que las cláusulas de su hipoteca son, según esta asociación, abusivas, y de que el banco no le estaba ayudando. « Yo sentía que estas cosas sólo me pasaban a mí, pero al llegar a la primera asamblea de la PAH me di cuenta de que hay personas con situaciones aún peores que la mía », comenta Isabel.
Tras año y medio de papeleo para solicitar la dación en pago —más complicado aún para víctimas de violencia de género, según asegura—, finalmente se la ofrecieron si reconocía una deuda de entre 6.000 y 8.000 euros , a la que ella se negó.
«Si reconozco esa deuda, volveríamos de nuevo a generar intereses y sería el cuento de nunca acabar», dice. Ahora —añade — «espero que mi banco se acoja al código de buenas prácticas y acceda a reconocer la dación en pago.
Esta persona reconoce que «s in el apoyo de la plataforma no se conseguiría nada, «porque la presión que realiza la plataforma en estos casos es fundamental», comenta.
Alquiler social
Otro caso parecido es el de María y Pedro . Esta mujer tiene un hijo de una relación anterior y juntó la hipoteca del piso que se había comprado con el pago de un camión nuevo para su exnovio. Según cuenta a ABC Provincia, « él se desentendió del pago» , por lo que ella tuvo que seguir afrontando el préstamo sola, si no quería perder su casa.
La situación laboral de María es en este momento muy difícil, ya que percibe un salario a media jornada y tampoco recibe ayuda paterna para la manutención de su hijo. Con su bajo sueldo, no pudo hacer frente más al pago de su vivienda y ésta salió a subasta . «La subasta quedó desierta y el propio banco se encuentra en fase de asignársela a un tercero, que en este caso será la inmobiliaria de la propia entidad bancaria», comenta María a ABC Provincia.
Con ayuda de Pedro, su actual pareja, María está intentando que se le conceda un alquiler social de su propia vivienda, una cantidad que pueda pagar, y se encuentra a la espera de obtener una respuesta de su banco, ante el temor a ser desahuciado de esta vivienda a cuyos pagos no ha podido hacer frente .