Coronavirus Sevilla
Mueren por coronavirus otros dos religiosos de la secta del Palmar de Troya
El alcalde señala que la situación en la Iglesia Palmariana es grave y que en Navidad llegaron numerosos peregrinos del Reino Unido sin PCR
La situación en el Palmar de Troya es alarmante. Los contagios por coronavirus entre los miembros de la secta de la Iglesia Palmariana se han disparado y, este lunes, fallecieron otros dos religiosos de edad avanzada. Según ha confirmado a ABC de Sevilla el alcalde de la localidad, Juan Carlos González , se trata de un obispo y una monja , que no han podido superar la enfermedad. En total, en el interior de la orden de los carmelitas de la Santa Faz han fallecido ya tres personas a causa del virus, mientras que permanecen aisladas otro centenar, de las cuales 75 han dado positivo en las pruebas realizadas.
No todas las personas infectadas por Covid-19 viven entre los muros de la finca La Alcaparrosa, donde se levanta la basílica y habitan los religiosos. Algunos de ellos son fieles palmarianos que viven en el pueblo y que, aunque no tienen relación con el resto de vecinos que no pertenecen a la secta, ha hecho que la tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días sea de 3.247,9 personas por cada 100.000 habitantes. Por ello, las autoridades sanitarias han activado el nivel máximo de alerta , que ha obligado a cerrar todo negocio no esencial.
El alcalde ha indicado que los palmarianos conocían el protocolo anticovid y que, incluso, llegaron a suspender las celebraciones y pedir a los fieles que no acudieran a la basílica el año pasado. Sin embargo, en Navidad «se han relajado» y al Palmar de Troya han acudido «decenas de peregrinos de Irlanda e Inglaterra en sus coches sin que se les haya hecho ninguna prueba PCR al llegar». Esto, según González, habría provocado el actual brote. Por otro lado, fuentes consultadas por este periódico que tienen contacto con la orden, han asegurado que al menos 30 irlandeses regresaron a su país pese a haber dado positivo por coronavirus.
Se da la circunstancia de que la secta tiene prohibido a sus seguidores consultar los medios de comunicación y relacionarse con personas ajenas a sus creencias, por lo que la información que tienen acerca de la evolución de la pandemia es nula. El alcalde, haciéndose eco del sentir de los vecinos, se muestra impotente ya que «un Ayuntamiento no puede impedir la entrada de nadie en el pueblo y no sabemos qué hacer, más que elevarlo a las autoridades sanitarias» . Juan Carlos González, por otro lado, ha señalado que dentro de la Iglesia Palmariana la situación es muy grave teniendo en cuenta que la población que allí reside es mayoritariamente de edad muy avanzada.
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