Coronavirus en Sevilla

Una empresa de Mairena del Alcor crea un dispositivo que evita el contagio del coronavirus al abrir las puertas

Rafael Millán ha diseñado un tirador especial que se instala de manera fácil en la manilla y que se usa con el antebrazo en vez de con las manos

Una persona abre una puerta con su antebrazo gracias a un dispositivo que evita el contagio del Covid-19 ABC

Martín Laínez

En momentos de crisis como la que estamos viviendo en la actualidad a cuenta del Covid-19 es cuando el ingenio surge con más intensidad, creando soluciones a problemas nuevos a los que no estamos habituados. Eso es precisamente lo que le ha sucedido al empresario Rafael Millán, quien ha estado desde el inicio del confinamiento dándole vueltas a un proyecto que por fin ha visto la luz.

El contagio del coronavirus es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad y para tratar de evitarlo en el día a día, Millán ha dado con la tecla. Se trata de un dispositivo de plástico que se coloca de manera muy fácil en los tiradores de las puertas para evitar abrirlas con las manos.

«Es muy fácil que de manera espontánea nos toquemos la boca o la nariz con las manos después de abrir una puerta y posibilitar un posible contagio, pero si lo hacemos con el antebrazo es complicado que esta parte del cuerpo llegue hasta la cara», explica a ABC este ingeniero industrial con más de veinte años de experiencia en el sector aeronáutico, gerente y director técnico de Raf Protección .

«Coincidiendo en que la actividad de mi sector ha caído por el confinamiento, me he lanzado a un proyecto original. No quería ser la típica persona que se ha dedicado a fabricar máscaras protectoras 3D desde casa , sino buscar algo diferente que aportara seguridad y que pueda servir para evitar el contagio del Covid-19», argumenta este mairenero de adopción desde hace 15 años y natural de Sanlúcar de Barrameda.

Las primeras unidades de prueba las diseñó con una impresora 3D pero los nuevos modelos ya están fabricados por inyección de plástico, «que no son tan porosos como los de las impresoras evitando así que el virus permanezca con facilidad y se puedan desinfectar más fácilmente con agua y lejía». Y para probar los resultados de este prototipo, qué mejor manera que hacerlo entre los vecinos de su comunidad. El segundo paso fue sacarlo del bloque de vecinos y ofrecerlos a las personas que trabajan más de cerca como son los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, tanto en la provincia de Sevilla como la de Cádiz, donde los ha estado probando.

«Se trata de un producto innovador y necesario para las desescaladas del confinamiento . El tirador de seguridad Raf ofrece no solo seguridad física, sino también la seguridad subjetiva y emocional que toda persona necesita para realizar su vida con normalidad», señala Millán.

Detalle del dispositivo ABC

Enseguida se dio cuenta del potencial de este dispositivo, que puede ser de cualquier color, y los llevó hasta la s instalaciones de la Policía Local de Mairena del Alcor donde quedaron sorprendidos ante la utilidad del mismo.

Con capacidad de producción de 3.000 unidades al día, Rafael Millán comenta que ya ha tenido los primeros contactos con la Agencia Andaluza de Promoción Exterior de Andalucía ( Extenda ) para llevarlos hasta Japón. Además, en estos momentos la empresa Makro le ha comprado 300 unidades para sus instalaciones. «Además, Makro los ha incluido en el catálogo especial de Covid-19 para darlos a conocer entre su clientela, como bares y restaurantes, donde pueden ser muy útiles».

Este ingeniero gaditano explica que se ha puesto en contacto con una empresa de La Rinconada que le asegura una producción de tres mil unidades, «capaz de llegar a todos los centros hospitalarios andaluces» y asegura que ya se ha puesto en contacto con el Servicio Andaluz de Salud ( SAS ), si bien «veo un potencial en las clínicas privadas. Se trata de dar seguridad y confianza a las empresas que necesitan este producto».

Pero no sólo está dirigido a las empresas este novedoso artilugio de protección, sino que a través de su página web, esta empresa los pone a la venta a un precio de 14 euros la unidad , similar coste tiene un modelo parecido y específico para la apertura de las puertas de los ascensores, tras un periodo de testeo de unas seis semanas.

Actualmente, la comercialización tiene como objetivo llevar el producto a todas las personas y entidades que lo necesite, como edificios públicos, centros de trabajo, hospitales y centros sanitarios, instalaciones industriales y deportivas, establecimientos comerciales, hostelería, centros educativos, comunidades de vecinos.

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