Violencia machista

Condenado por intentar matar en Gelves a su pareja, a la que salvó una cirujana del Virgen del Rocío

Sólo la «decidida» actuación de la doctora evitó que la mujer falleciera tras el brutal ataque del hombre, a quien la Audiencia le ha impuesto 16 años y medio de cárcel

Casa de la calle Duque de Alba en Gelves en la que el condenado intentó asesinar a su pareja EFE

J. Díaz

Francisco René C.A., de 48 años de edad, de origen nicaraguense y en situación irregular en nuestro país , ha sido condenado a 16 años y medio de cárcel por intentar asesinar a la que era su pareja en julio de 2019 en Gelves . Le asestó v arias puñaladas en el tórax, llegando afectar el corazón . Sólo «la decidida y afortunada intervención» de una cirujuana cardiaca del hospital Virgen del Rocío evitó un desenlace fatal.

Así lo manifiesta la sentencia de la Audiencia de Sevilla, a la que ha tenido acceso este periódico, en la que se impone a este agresor una pena de 14 años de cárcel por un delito de tentativa de asesinato con la agravante de parentesco y de género; y dos años y medio por un delito contra la intimidad, pues Francisco René, que sospechaba que su pareja tenía una relación con otro hombre y por eso lo quería dejar, le robó el móvil a la chica para registrarle todas las conversaciones y las fotos .

Además, el acusado tendrá que indeminizar a la víctima de este brutal ataque, cuyos intereses ha ejercido la letrada Encarnación Ortega, en más de 86.000 euros , así como pagar una multa por el delito contra la intimidad.

Francisco René C.A. mantuvo una relación sentimental estable de alrededor de ocho años de duración con la víctima , relación iniciada cuando ambos residían en su país de origen, Nicaragua , manteniéndose inicialmente una vez que ella se vino a España en 2018, residiendo en Sevilla.

Desde que el acusado trasladó su residencia a España, a finales de enero de 2019, sospechaba que ella podía mantener una relación sentimental con otra persona , pues la referida le había dicho que no quería continuar la relación de pareja con él. Pese a esto, el ahora condenado, en prisión preventiva desde instantes después de los hechos, insistía en que le diera tiempo para que ella reconsiderara tal decisión e en seguir viéndola, aunque no mantuvieran relaciones sexuales.

Los celos y el plan para matarla

Ante dicha insistencia y para no contrariarle, ella aceptó seguir viéndolo, a instancias del procesado. Con ocasión de uno de estos encuentros, el 25 de julio de 2019, aprovechando un descuido de la mujer, el acusado se apoderó del teléfono móvil de ésta , haciéndole creer a la refrida que lo habría perdido mientras realizaban unas compras.

Movido por los celos y por el afán de controlar su vida, «examinó» el terminla, revisó los mensajes y fotografías que almacenaba. Localizó varias fotografías en las que ella aparecía en actitud íntima con otro hombre , por lo que «trazó un plan para acabar con la vida de quien había sido su pareja los últimos años».

Así, a la mañana siguiente, tras excusar su asistencia al trabajo aduciendo que le dolían los riñones, le pidió a la mujer quedar en el domicilio en el que ésta vivía y trabajaba cuidando a unas ancianas , sito en la calle Duque de Alba de Gelves.

La excusa era que le iba a llevar un móvil en sustitución del suyo perdido. Se presentó en Gelves con una mochila en la que portaba un cuchillo . Una vez llegó sobre las tres de la tarde a la casa de la calle Duque de Alba, le pidió a su pareja hablar un momento a solas. Entraron en uno de los dormitorios de la casa.

El agresor machista aseguró el cierre de la puerta colocando una mesilla detrás de la misma que impidiese su apertura, y sentados ambos en la cama, el acusado comenzó a discutir con ella pidiéndole explicaciones acerca de las fotos con otro hombre que había visto en el móvil de ella, reprochándole que le hubiera sido infiel.

En un momento de la conversación, el acusado se levantó y se dirigió a su mochila , que había puesto sobre la mesilla de noche, extrayendo de ella, no el móvil que creía ella que le iba a dar, sino el cuchillo que había guardado.

Partió el cuchillo con una puñalada en la rodilla

«Movido por el ánimo de darle muerte por no haberse comportado ella como él quería que lo hubiese hecho, se volvió hacia ella y le asestó una primera puñalada en el tórax a la altura del corazón al tiempo que le gritaba 'te voy a matar' , para a continuación seguir propinándole varias puñaladas en el tórax, intentando ella defenderse interponiendo las manos y tratando de agarrar el cuchillo, al tiempo que pedía socorro a gritos», recoge la sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia.

Tratando de evitar las cuchilladas del acusado, ella logró arrastrarse bajo la cama , pese a lo cual el acusado no se detuvo y tras arrastrarla parcialmente hacia fuera, continuó lanzándole puñaladas, alcanzándole con una de ellas una en una rodilla, con fuerza tal, que se llegó a romper la hoja del cuchillo.

Entraron entonces en la habitación, alertadas por los gritos, la mujer para la que ella trabajaba y otra empleada de hogar, empujando esta última la silla de ruedas en la que se desplazaba la primera, consiguiendo abrir la puerta de la habitación sorprendiendo al acusado allí de rodillas con un cuchillo con sangre en la mano .

Rápidamente el acusado se puso en pie, cogió su mochila que se hallaba sobre la mesilla de noche y el cuchillo roto en dos pedazos y huyó, arrojando en su huida la mochila y el cuchillo , mientras la empleada del hogar telefoneaba pidiendo ayuda a los dueños de la vivienda, quienes llamaron a los servicios de emergencias y auxiliaron en la medida de sus posibilidades a la herida, colocándola de lado sobre la cama para que vomitara la sangre que le afluía a la boca, mientras llegaban los servicios médicos.

La vital intervención de la cirujana

Tras la llegada de una ambulancia, la víctima fue trasladada inmediatamente al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla , donde fue atendida por los servicios médicos de urgencias y en concreto por la cirujana cardíaca Encarnación Gutiérrez.

Llegó en una situación muy inestable hemodinamicamente, con tensión muy baja, sufriendo una parada cardiorespiratoria antes de entrar en el quirófano, lo que obligó a una rapidísima inervención de la cirujana mencionada, que hubo de realizar una esternotomía de emergencia y proceder a taponar con sus manos las heridas en el corazón que presentaba la víctima y a efectuar masaje cardíaco directo sobre el músculo cardíaco, mientras se preparaba la intervención quirúrgica de urgencia para reparar las heridas en pulmones y corazón de la mujer. « Sólo esta decidida y afortunada intervención evitó un desenlace fatal» , advierte el tribunal.

Sufrió múltiples heridas por arma blanca , afectando al tórax, pulmones y corazón, de las que requirió meses de curación y de las que sufre secuelas graves.

Pasadas las 22.00 horas del día 26 de julio, después de haber estado siendo buscado por la Policía a lo largo de toda la tarde, el procesado se entregó finalmente en la Comisaría de Policía de Blas Infante en Sevilla . El acusado ingresó en prisión provisional por estos hechos el día 27 de julio de 2019, medida impuesta por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número uno de Sevilla.

Agravante de género

La Audiencia considera que, en el delito de asesinato intentado, concurre la alevosía pero no así el ensañamiento , ya que no considera acreditado que la agresión cometida «contuviera, al margen de la intención evidente de matar, un ánimo perverso y calculado tendente a elevar el sufrimiento de la víctima».

Además, considera que en el delito de asesinato intentado concurre la agravante de discriminación por razón de género , ya que el acusado, «al actuar del modo en que lo hizo respecto de la víctima, pretendía mantener una relación de superioridad sobre ella, relación que la víctima, con su actitud de los últimos meses, tras viajar a España, quería dar por concluida, no aceptando el autor la decisión libre manifestada por la víctima, que le había dicho que quería terminar la relación entre ambos, ruptura que él no quería asumir».

«Muestra de ello, del deseo del acusado de seguir controlando la vida de la que seguía considerando una mujer de su propiedad , fue el hecho de hacerse con el teléfono móvil» de ella «para conocer su intimidad y controlar lo que hacía con su vida; y cuando comprobó que la conducta de la referida no se ajustaba a lo que él quería de ella, decidió matarla como venganza y manifestación de su posición de superioridad sobre dicha mujer, que no estaba dispuesto a perder», asevera el tribunal.

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