ESTEPA
Condenado el clan de «los Chorizos» por drogas: Cuatro años y medio para la matriarca y dos hijos
La Audiencia de Sevilla, igualmente, impone tres años de prisión para el hombre que hacía las labores de vigilancia en la casa de Estepa donde vendían
La Audiencia de Sevill a ha condenado a cuatro años y seis meses de cárcel a la matriarca del clan de «los Chorizos» , dedicado a la venta de drogas en Estepa y cuya presencia en el pueblo fue origen de un levantamiento vecinal, y a dos de sus hijos, juzgados a principio de este mes por tráfico de drogas.
En la sentencia, facilitada a este periódico por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el tribunal de la Sección Primera también condena a Antonio Manuel P.F., en esta ocasión a tres años de cárcel. Era el encargado de vigilar la parcela que el clan poseía y donde vivían la matriarca y Cristian en el camino de Jarambel, junto a la carretera A-318, en Estepa. Era el punto de venta de las sustancias estupefacientes.
No era la primera vez que esta familia se tenía que sentar en el banquillo de los acusados por la venta de drogas, su forma de vida. Hace año y medio, en mayo de 2019 , ocho miembros del conocido clan se sentaron en el banquillo de los acusados en la Audiencia por un delito contra la salud pública. Entonces, un acuerdo con la Fiscalía les llevó a ser condenados a penas que no superaban los dos años de cárcel y su ejecución fue suspendida. Conclusión: no tenían que pisar la cárcel.
En los primeros días de este mes de octubre, tres miembros del clan, la matriarca, Consuelo J.R., y dos de sus hijos, Cristian y José María, volvieron a ser juzgados y de nuevo por la actividad ilícita de la venta de sustancias estupefaciente s. Se enfrentaban a cinco años y medio de prisión. Han sido condenados a cuatro años y medio . La madre y Cristian ya estaban entre rejas de forma provisional.
El tribunal, como ya hiciera la Fiscalía, ha absuelto a la novia de uno de los hijos de Consuelo, que también fue juzgada. Para el Ministerio Público, no había pruebas contra ella.
Los cinco acusados negaron que la casa de Jarambel fuera un punto de venta , que allí se guardara droga. Han asegurado que no existían personas con labores de vigilancia. «Allí sólo iban los amigos de Cristian», aseguró Consuelo, quien vivía allí con él y otro dos hijos menores. Alegaron que la droga que encontron los agentes en la casa era para consumo propio. Todos admitieron que eran consumidores.
Falso testimonio de un comprador
La Guardia Civil montó una operación contra el clan y su ilícita actividad desde noviembre de 2009. El equipo Roca de la Guardia Civil de Osuna comenzó a vigilar la casa de «los Chorizos» y los alrededores. Así hasta febrero de este año, cuando se procedió, por orden judicial, a la entrada y registro de la finca. Locarizaron más de 300 gramos entre cocaína, heroína y marihuana , una moto robada y dinero en efectivo.
El movimiento de personas para comprar era continuo. Muchos de los compradores fueron interceptados por la Policía Local. Todos los consumidores señalaban que habían comprado la droga a «los Chorizos». En el juicio sólo testificó uno de ellos. Su relato, «ilógico e incoherente», ha provocado que el tribunal abra una diligencias para investigar su prestó falso testimonio, pues sus palabras contradicen a la declaración de los agentes y a la prueba practicada. La Sala atiende la petición de la Fiscalía, que acusó al testigo de mentir
De todos ellos, sólo uno compareció como testigo. Su relato fue tan poco creíble que la fiscal lo acusó de «mentir descaradamente» al tribunal. Este vecino de Osuna dijo que lo pillaron consumiendo en el camino de Jarambel, en término municipal de Estepa en enero de este año, pero la droga la compró en Puente Genil. Cuando fue descubierto por la Policía Local les dijo que había comprado la droga en el camino de Jarambel. A la salida del jucio, el testigo saludó a los acusados.
Cristian también ha sido condenado a nueve meses de multa a diez euros diario, que hace un total de 2.700 euros, como autor de un delito de defraudación de fluido eléctrico , pues la finca, que estaba a su nombre, contaba con un enganche ilegal a la red pública, lo que supuso un perjuicio a Endesa de más de dos mil euros.
Verano de 2014
El clan de «los Chorizos» tomó relevancia a raíz del verano de 2014 . El 4 de julio, una manifestación vecinal en Estepa convocada por redes sociales contra la inseguridad acabó con la quema de varias viviendas ocupadas por este clan señalado. Consuelo y su familia negaban estar detrás de la oleada de robos y aseguraban ser víctimas del racismo.
Más de una veintena de vecinos acabaron procesados por delitos de desórdenes públicos y realización arbitraria del propio derecho. «Los Chorizos» tuvieron que abandonar Estepa durante unos años. Volvió en 2017, lo que suscitó de nuevo las quejas de los vecinos por la venta de drogas. Entonces, empezaron las actuaciones de investigación de la Guardia Civil.
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