SUCESOS

Los comerciantes de Utrera se plantean realizar guardias nocturnas frente a la oleada de robos

Ha habido hasta cinco ataques en la misma noche a negocios de telefonía, tiendas de ropa, bares y ópticas

La imagen de los escaparates rotos, demasiado frecuente en Utrera durante esta Navidad A.F.

ALBERTO FLORES

Los comerciantes de Utrera están pasando una Navidad muy complicada, ya que en los últimos veinte días se han registrado en la localidad más de una decena de robos . Un periodo que habitualmente suele ser el más esperado para los pequeños comerciantes, por el tradicional aumento de las ventas, se está convirtiendo en un auténtico martirio , ya que prácticamente no hay una noche en la que no se registren robos. Ha habido jornadas, como por ejemplo la del pasado 20 de diciembre , en la que tuvieron lugar hasta cinco robos en solo una noche.

Los ladrones tienen entre ceja y ceja todo tipo de objetivos, ya que los comercios que han sufrido robos pertenecen a distintos gremios y están repartidos por todas las zonas de la localidad; ti endas de ropa, alimentación, bares, ópticas o establecimientos dedicados al mundo de la telefonía, están en el punto de mira de los cacos.

De esta manera los responsables de las tiendas se van a la cama a intentar dormir con el temor de pensar si serán ellos los próximos que sufrirán un robo, ya que existe en la actualidad entre el colectivo de los comerciantes una importante sensación de desprotección.

«Estamos con las carnes abiertas , incluso con la idea de plantearnos si vamos a tener que hacer guardia por las noches, ya que todas las noches está habiendo robos, cada vez que nos enteramos de un nuevo robo tememos ser los siguientes» , explica una comerciante de la zona de la glorieta Pío XII , un lugar muy sensible para los robos, ya que en la actualidad está en obras, completamente vallado, con la circulación cortada y muy desolado por las noches.

El «modus operandi» es muy similar en todos estos robos; los ladrones logran forzar la persiana de metal para posteriormente romper con algún objeto contundente, en algunos casos incluso les vale la rejilla de una alcantarilla que arrancan del suelo, la puerta o el escaparate de cristal que da acceso al negocio. Una vez dentro sustraen todo tipo de mercancía para posteriormente poner los pies en polvorosa.

Llevarse el género a casa

El miedo entre los comerciantes ha llegado a tales niveles que algunos de ellos han decidido llevarse parte de su género a casa cuando cierran al caer la noche. « No entendemos que no se esté haciendo nada por parte del Ayuntamiento o de las autoridades para acabar con esta oleada de robos» , explica otro comerciante del centro.

Por el momento se desconoce si es la misma banda organizada la protagonista de estos asaltos, mientras que la Guardia Civil ha afirmado no disponer actualmente de estadísticas de los robos que se están produciendo en Utrera, aunque sí aseguran que habitualmente en el mes de diciembre se suele registrar un incremento en este tipo de delitos.

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