Lebrija
El centro de salud de Lebrija recibe el distintivo de calidad contra el dolor crónico
Los profesionales sanitarios aplican un protocolo que establece escalas de dolor en función del paciente y la patología
El tratamiento del dolor, entendido como la sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior, es uno de los principales objetivos de la Medicina. El dolor crónico , el que se prolonga durante más de seis meses y no se alivia con tratamientos médicos ni quirúrgicos, aunque otras fuentes lo definen como el que dura más de tres meses y se mantiene en el tiempo, puede cambiar negativamente y de forma radical la vida de las personas. Para que los pacientes con dolor crónico no pierdan calidad de vida, los profesionales sanitarios se esmeran en conseguir tratamientos efectivos que lo palien, por lo que establecer un baremo para este tipo de dolor se considera esencial.
En este campo, la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA) ha otorgado al centro de salud Virgen del Castillo de Lebrija el distintivo «Centro contra el dolor» en su modalidad de dolor crónico «por el compromiso de sus profesionales con su abordaje y tratamiento».
El distintivo reconoce las actuaciones puestas en marcha por los profesionales del único centro de salud de Lebrija para la mejora de la atención a las personas con dolor . El reconocimiento premia el enfoque clínico del dolor crónico a través del establecimiento de un protocolo para su diagnóstico y tratamiento basándose en estudios y evidencias científicas.
«El protocolo que aplicamos consiste en medir por escalas el dolor del paciente y, según el resultado, determinar el tratamiento adecuado», explica a ABC de Sevilla la enfermera María del Carmen Quirós , una de las coordinadoras del proyecto de redacción del protocolo que se inició en 2012 como objetivo a aplicar en todos los centros de salud del distrito sanitario Sur de Sevilla.
En la página web del Observatorio para la Seguridad del Paciente se puede acceder al protocolo, que también es aplicable a otras modalidades de dolor como el perioperatorio, el asociado a procedimientos y el del ámbito de las urgencias y emergencias. El documento señala recomendaciones sobre información y educación del paciente, formación de los profesionales sanitarios, evaluación del sistema del dolor, proceso asistencial, seguimiento de los pacientes, análisis de resultados y estructura organizativa.
El principal problema en este campo de la Medicina es medir algo tan subjetivo como el dolor. La directora del centro de salud lebrijano, Priscila Navarrete , puntualiza que «teniendo en cuenta que hay muchos tipos de dolor y muchos tipos de pacientes, para cada paciente hay un tipo de escala, no se valora el dolor igual en un niño que en una persona adulta o en una con dificultad para hablar y entender con claridad».
Además, continúa Navarrete, «según el tipo de patología también hay diferentes escalas, no es lo mismo un dolor por traumatismo a uno por una patología crónica o uno oncológico». Esta diversidad es la que obliga a los profesionales a mantener una formación continúa en este campo.
En referencia al dolor crónico, la directora asegura que son «los más difíciles de controlar» y subraya que « a parte del dolor físico hay muchas patologías que se enmarcan en la esfera emocional y mental que pueden producir dolor» en referencia a la somatización o la transformación de los problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria. En este sentido, Priscila Navarrete aclara que las mujeres son las más afectadas por somatizaciones, por lo que es el sector poblacional que más sufre el dolor crónico.
El distintivo de calidad concedido por ACSA coincide con un proceso de reestructuración del centro de salud Virgen del Castillo , una vez que ya se ha completado la apertura definitiva del Hospital de Alta Resolución de Lebrija y que ha finalizado el período de vacaciones. Este proceso afectará a los 14 médicos y 14 enfermeros con que cuenta el centro, y en él se quiere incluir en el sistema de trabajo la aplicación del protocolo contra el dolor crónico. «Estamos trabajando día a día para intentar ayudar a los pacientes a controlar ese dolor», apostilla la directora del centro.