VILLAVERDE DEL RÍO
«El caso de la joven de la electroestimulación es sólo la punta del iceberg. Muchas no lo denuncian»
El Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía pide controles sanitarios en los centros de estética y que los electrodos sólo los pongan profesionales tras la hospitalización y los daños que sufrió en el riñón Elena Mérida
Los fisioterapeutas plantearon ayer la necesidad de regularizar y realizar inspecciones sanitarias en los centros donde se ofrecen sesiones de electroestimulación muscular, a raíz del caso que avanzó el jueves ABC Provincia de una joven de 23 años que estuvo seis días hospitalizada tras una sesión de veinte minutos de esta práctica que se llevó a cabo en un centro de estética de Villaverde del Río.
El Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía ha advertido de los riesgos de la electroestimulación y la necesidad de que tanto aparatos de electrodos como profesionales superen unos controles sanitarios preventivos.
Se trataría así de evitar casos como el de la joven Elena Mérida , de 23 años, vecina de Burguillos que denunció a un centro estético de Villaverde del Río donde realizaba una dieta para perder peso después de que se sometiera a una sesión promocional de electroestimulación que le ofrecieron a cargo de una conocida franquicia.
Los 20 minutos de sesión, que la publicidad del centro asegura que «equivalen a tres horas de gimnasio», le costaron casi una semana hospitalizada con un cuadro de náuseas, contracturas musculares y daños en los riñones, que estuvieron a punto de colapsar, según se dicen en la denuncia.
Los fisioterapeutas señalan que esta práctica, que consiste en estimular la musculación con impulsos eléctricos a través de electrodos, «puede conllevar importantes riesgos para la salud» si se lleva a cabo sin control profesional ni conocimientos básicos, Esta práctica se ha puesto de moda en los últimos meses y se aplica tanto en gimnasios como en centros de estética y belleza.
El fisioterapeuta Romualdo Castillo explica a ABC que «no es un procedimiento inocuo, y por lo tanto, solo deben aplicarlo profesionales cualificados y formados en materia de salud como los fisioterapeutas». La joven hospitalizada por esta sesión vio alterados los niveles de creatina fosfocinasa (CPK) que liberan los músculos durante el ejercicio de los 120 microgramos por litro que son lo habitual hasta 114.000 microgramos por litro, lo que le provocó daños renales.
Estos problemas, según Castillo, derivan de una mala praxis en el uso de los dispositivos de electrodos provocados por el desconocimiento de las personas que lo aplican . «No estimular el punto motor, la incorrecta colocación de los electrodos o errores en la distancia y el tamaño de los mismos pueden provocar una tensión muscular excesiva y daños en la membrana de la célula muscular o daños mayores como el que desgraciadamente ha llevado a la hospitalización de esta joven», explica Castillo.
El colegio profesional hace un llamamiento a las autoridades «para que se incremente el control y la inspección de este tipo de tratamientos , de los centros donde se aplican, y de los profesionales que lo llevan a cabo, ya que en la actualidad son nulos », y aseguran que la denuncia presentada por la joven sólo la punta del iceberg.
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