Las Cabezas de San Juan
Carolina Páez, una de las directoras más jóvenes de centros geriátricos
Con 25 años recibe el premio Joven Hebe al Rendimiento Académico que concede el Ayuntamiento de Las Cabezas de San Juan
Cuando la juventud se une con la fuerza de voluntad, la constancia y un buen expediente académico gran parte del éxito laboral está garantizado y el futuro para ese joven se presenta más halagüeño, siempre que la cosa no se tuerza por circunstancias externas. Y aún así, si el objetivo está claro y se mantiene la perseverancia, el fracaso se reduce al mínimo .
Carolina Páez , una joven cabeceña de 25 años de edad es un ejemplo de esta actitud y el Ayuntamiento de Las Cabezas de San Juan ha querido reconocer sus esfuerzos y elevarla a ejemplo para los jóvenes de la localidad con el premio Joven Hebe 2018 al Rendimiento Académico . Estos premios, que este año han cumplido su quinta edición, se entregan a jóvenes entre 16 y 35 años que destaquen a nivel local, además de en rendimiento académico, en deportes, solidaridad, artes, superación personal, emprendimiento y desarrollo, mujer en ciencia, e iniciativa juvenil colectiva.
«Estoy muy satisfecha con el premio. He conseguido ser profeta en mi tierra », señala a ABC Carolina Páez que además espera ser «referente para los jóvenes de Las Cabezas». La galardonada participó en la primera gala de los premios y ya entonces «pensaba que algún día me gustaría recibirlo». Páez fue finalista en la edición de 2017.
Hebe, una de las diosas más antiguas de la mitología griega, hija de Zeus y Hera y esposa de Heracles, o Hércules, estaría orgullosa de Carolina Páez por el esfuerzo que le ha supuesto llegar a ser directora de la residencia de mayores y centro de día Reifs, de Alcalá de Guadaíra , en la que es responsable de más de 190 residentes y más de 100 trabajadores. La directora cuenta con el doble grado universitario en Educación y Trabajo Social, un máster en Gerontología por la Universidad Pablo de Olavide, otro en Dirección y Gestión de Centros Geriátricos, y un posgrado en Liderazgo y Formación Directiva por el instituto Icada.
A pulso
Desde Bachillerato ha estudiado con becas «y cuidando niños y a mayores en hospitales por la noche», indica la premiada que no se olvida de que superó los másteres «trabajando en las taquillas de la autopista» AP-4 , «siempre buscándome la vida y mis padres ayudándome». A todo esto hay que añadir que a causa de una lesión en una rodilla cuando practicaba fútbol, en las filas del Club Cabecense Femenino , a los 14 años, tuvo que llevar muletas durante cuatro años. «El primer año de la carrera lo pasé con muletas y el primer cuatrimestre no pude asistir a clase porque me operaron, pero aprobé todas las asignaturas», subraya Páez que lo tiene claro: «Lo mío ha sido a pulso» .
Hija de un agricultor y una ama de casa reconoce que desde pequeña «mis padres me han enseñado que las cosas se ganan con esfuerzo» y admite que quiso dejar los estudios en ESO «pero los profesores me quitaron la idea».
Con una responsabilidad laboral que le consume gran parte del día, la directora de uno de los centros geriátricos más grandes de la provincia comenzó en esta residencia en abril de 2017 como trabajadora social, después de haber pasado por Utrera donde entró por una sustitución maternal. «Después de la formación en Liderazgo me ofrecieron el puesto de directora del centro de Alcalá y, sin saber qué me iba a encontrar, me metí en el despacho», rememora Páez que destaca que « he tenido y tengo que tomar decisiones fuertes todos los días , pero estoy a gusto en la empresa y con mi trabajo», tanto que no se plantea dejarla «pero sí continuar formándome, porque creo que la formación ha de ser continua».
A pesar de su puesto directivo y siendo consciente de que su sector laboral está muy feminizado, Carolina Páez no duda en criticar la existencia del llamado «techo de cristal» por el que los puestos de dirección, gerencia y dirección de operaciones «están ocupados en su inmensa mayoría por hombres» .
A los jóvenes de su edad les dice que «los sueños hay que perseguirlos, que nadie va a venir a buscarte a casa », que no tengan miedo a salir de su zona de confort y que « tu pareja nunca te puede frenar en lo que tú quieres , tiene que apoyarte y respetar tus decisiones».
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