Los Palacios y Villafranca
La cantaora María José Carrasco y su hija Reyes emocionan interpretando villancicos
María José recibió anoche el galardón de Hija Predilecta de Los Palacios y Villafranca
La cantaora María José Carrasco recibió anoche entre lágrimas de emoción el máximo reconocimiento que puede otorgar su pueblo, esto es, el nombramiento oficial de Hija Predilecta de Los Palacios y Villafranca. Así ha quedado acordado el pasado mes de julio en pleno ordinario tras ser aprobada dicha propuesta unánimemente por el pleno del Ayuntamiento . En este sentido, cabe mencionar que la artista se ha convertido en la primera mujer en ser reconocida con este galardón en el municipio.
En el acto estuvieron presentes la mayoría de la corporación municipal del consistorio palaciego, encabezada por el alcalde Juan Manuel Valle . Asimismo, asistió Pedró López Milán, alcalde del municipio murciano de La Unión (municipio que organiza el prestigio Festival Internacional del Cante de las Minas que Carrasco ganó en 2018), representantes de la tertulia flamenca El Pozo de las Penas (con su presidente Enrique Duque a la cabeza), así como numerosos artistas flamencos: Pepa Montes, Ricardo Miño , Itoly de Los Palacios, Juan Distinguido, Juan Murube, Juanelo, etc.
Tras agradecer visiblemente emocionada el homenaje recibido, María José Carrasco quiso despedir la ceremonia de la manera que mejor sabe, cantando. Acompañada por la guitarra de Curro Vargas , la cantaora palaciega interpretó las mineras con las que ganó la Lámpara Minera, abrochando la velada con unos villancicos cantados a dúo con su hija, la también artista Reyes Carrasco . Madre e hija inundaron de emoción el abarrotado salón de plenos del Ayuntamiento con unos cantes que abogaban por la unión familiar muy apropiados para estas fechas navideñas.
Cabe recordad que Carrasco cuenta en su haber con una dilatada trayectoria en el mundo del flamenco, la cual tuvo su punto culminante el pasado año con la consecución del máximo galardón del prestigioso Festival de La Unión , la famosa Lámpara Minera.
No obstante, desde finales de los noventa y principios del presente siglo, la cantaora se había hecho un hueco en el difícil mundo del flamenco. A los dieciséis años comenzó a despuntar en los numerosos concursos que participaba, alzándose con el máximo premio en varios de ellos. Poco a poco fue sumando contratos hasta el punto de ser una habitual en la mayoría de principales festivales del momento y compartir escenario con artistas de la talla de José Mercé, Bambino, Fernanda y Bernalda de Utrera, La Paquera, Terremoto, Marifé de Triana y un largo etcétera.
Uno de los momentos más importantes de su carrera tuvo lugar durante la Bienal de Sevilla de 1998 , brindando una brillante actuación en el Lope de Vega, cantando a Pepa Montes en «Seis movimientos del baile flamenco», un espectáculo en el que compartía escenario con Arcángel, Ricardo Miño, Pedro Ricardo Miño, Bobote y El Eléctrico. Palabras mayores. «Fue una experiencia impresionante, ojalá se den las circunstancias para que pueda volver a la Bienal», recuerda la palaciega con un suspiro tan hondo como su cante.
Días de vino y rosas para una artista que recorría gran parte de la geografía española demostrando su enorme dominio de los cantes a compás. Pero tras sufrir un traumático aborto en 2004 cuando estaba embarazada de casi nueve meses, dio un paso atrás en su carrera, aspecto que se acentuó un par de años más tarde, hasta el punto de retirarse, con el nacimiento de su primera hija, la también artista Reyes Carrasco .
«Después de haber pasado un episodio tan desagradable, la llegada de Reyes y luego de Rocío, mi hija pequeña, supusieron una enorme alegría. Mi corazón me dijo que no quería pasar ni un día sin estar con ellas, algo que era totalmente incompatible con mi carrera ».
Caprichos de la genética o del destino, l a pequeña Reyes comenzó a cantar flamenco casi desde la cuna mostrando unas maneras enormes. Con apenas 6 años ya ganaba concursos, y sus padres decidieron formarla y acompañarla allá donde fuera a actuar. Hoy día, a sus doce años Reyes Carrasco es una artista conocida y reconocida a nivel nacional merced a los numerosos premios conseguidos a largo de su corta pero exitosa carrera. Entre ellos, el Premio Especial para Cantaores Jóvenes de La Unión en 2015 .
Cambio inesperado en su vida
Tras más de una década sin pisar las tablas, salvo en ocasiones puntuales, la palaciega decidió prepararse a conciencia para la 58º edición del Festival Internacional del Cante de las Minas de la Unión . La palanca que activó todo ese engranaje fue el ánimo insuflado por su hija Reyes, la que la «retiró», y, cómo no, por su marido Juan y su hija Rocío. «Mamá, tú tienes talento de sobra para ganar el concurso que te propongas, es hora de que demuestres lo que vales». Le dijo Reyes meses antes.
Y vaya si lo demostró. Fue la triunfadora absoluta del certamen murciano, obteniendo la prestigiosa Lámpara Minera, una lámpara que ha servido para iluminar el arte y el talento de esta palaciega de raza y compás que durante tantos años ha permanecido en la sombra. «Aquel premio hizo que volviese a confiar en mí» , recuerda ahora.
«En un abrir y cerrar de ojos cambió mi vida, desde entonces me llaman de todas partes para cantar e, incluso, me han ofrecido grabar un disco ». Aquel éxito supuso la recompensa a incontables horas de estudio y a la admirable voluntad de reivindicarse a sí misma y de reencontrarse con sensaciones experimentadas en otras hojas del calendario de su vida.
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