MORÓN DE LA FRONTERA
El belén de la familia Muñoz, el más visitado de Morón
Este portal es un clásico de la Navidad local. Colegios y colectivos hacen cola para visitarlo
![José Luis Muñoz posa con su hija María José junto al Nacimiento](https://s1.abcstatics.com/media/provincia/2016/12/10/s/belen-moron-privado-kulC--620x349@abc.jpg)
Empezó como un humilde nacimiento con las figuras necesarias que José Luis Muñoz y Josefina Jiménez montaban en su casa. Más adelante, cuando tuvieron a sus hijas, el Belén creció.
Al principio no era más que un espacio grande de otra habitación de la casa familiar. Pero pronto, el montaje del portal de Belén comenzó a crecer y crecer hasta lo que es hoy: una inmensa recreación de Belén que ocupa las tres cuartas partes del patio central del hogar de la familia Muñoz.
Eso fue hace ya casi veinte años, y en todo este tiempo, el portal de Belén de esta casa situada en la calle Ramón Auñón (más conocida como «las Morenas» ) empezó a generar una expectación en la localidad casi tan grande como el propio portal.
Prácticamente todos los colegios de Morón de la Frontera pasan en estos días por el patio de Belén, guiados por José Luis Muñoz , que explica con todo lujo de detalles los pormenores de este portal. Tiene la ventaja de que se aúnan dos de sus pasiones: el del propio montaje de belenes ( «heredado de mi tía», afirma ) y su profesión de docente, ya que Muñoz fue director del colegio El Castillo durante muchos años, aunque ahora ya jubilado.
Es una profesión que está muy ligada, tanto a la familia como a la propia casa, ya que su mujer y dos de sus hijas también la ejercen. Por otro lado, la casa fue un colegio en los años cincuenta. Era el «colegio donde mi tía, doña Concha era la directora , y que empezó como una escuela privada para los bachilleres, ya que en Morón no había instituto y la gente se tenía que ir a Osuna », recuerda María José Muñoz , una de las hijas docentes de José Luis.
Viendo la aceptación que tuvo, aquel proyecto se transformó en una escuela de primaria, el Sagrado Corazón . Allí ejercieron José Luis y Josefina. Mantuvo sus puertas abiertas hasta los años setenta, cuando se abrieron los institutos públicos de Morón y la demanda se redujo.
Pasión por los belenes
Pero el matrimonio continuó trabajando, transmitiendo esa vocación de la enseñanza a sus hijas. Igual que la pasión por los belenes. Porque, aunque ya hayan «abandonado el nido », el montaje de este macroportal de Belén sigue siendo una excusa perfecta para reunir a toda la familia. «Un mes antes empezamos con el montaje, en los ratos libres que encontramos en nuestro trabajo », explican. «Antes tardábamos una o dos semanas. Pero siempre intentamos buscar un hueco para echar el día en familia».
Llegan con sus maridos y los hijos y todos trabajan en el montaje del Belén, que es realmente complejo, no solo por las dimensiones, sino por el trabajado detallismo que se impregna por toda la construcción. Además del simbolismo religioso, por supuesto. Haciendo una especie de «U», el recorrido comienza con la Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen, el Nacimiento (en el puesto central, por supuesto), y concluye con la huida a Egipto.
Pero, en todo ese camino, no falta un detalle que no impregne de vida al Belén. Posadas con todo el mobiliario cargado de utensilios, granjas con animales y cultivos , ríos con agua que fluye permanentemente, regada de pescadores animados que tratan de evitar que los peces beban y beban y vuelvan a beber.. .
«A los niños les encanta. Se quedan embobados mirando dentro de las casas o buscando a los cagones », afirman entre risas.. Con el puente de la Inmaculada comienzan las visitas de los colegios y asociaciones de Morón, así como varios vecinos y visitantes que han oído hablar del Belén de los Muñoz o que lo esperan como cada año. «Nunca lo hicimos con ánimo de que la gente viniera a verlo... pero ya hemos tenido que poner horario de visitas », contesta José Luis Muñoz.