Tribunales
La Audiencia ordena investigar al supuesto instigador del crimen de la nave del Gordo
Acepta el recurso de la acusación, que se opuso a la decisión de la instructora de Carmona de sacarlo del caso

La Audiencia Provincial ha echado para atrás el auto de procesamiento dictado en junio por la juez del Primera Instancia e Instrucción 3 de Carmona , que ha dirigido la investigación judicial por el crimen de la nave de «El Gordo», también conocido como el asesinato de la gasolinera .
Los magistrados de la Sección Tercera aceptan el recurso de la acusación particular que se oponía al archivo de las actuaciones sobre José María Y. T., alias «El Gordo» , propietario de la nave donde fue tiroteado Manuel J. G., quien había acudido a reclamarle el pago de una deuda , presuntamente relaciona con el tráfico de hachís, en compañía de otras tres personas que han sido exoneradas de cualquier responsabilidad penal.
En un primer momento, la prensa centró sus titulares en una gasolinera del Polígono Calonge porque fue allí donde el cuerpo de la víctima fue llevado en coche tras ser tirotado.
Auto de procesamiento invalidado
La instructora había sacado del caso a José María Y. T., dejando como único imputado , ahora investigado, a un trabajador suyo, exmilitar cubano , que fue quien disparó a la víctima a bocajarro para rematarlo en el suelo. Unos hechos que ocurrieron en unas instalaciones del Gordo, ubicadas en la urbanización Mataluna de Carmona.
El tribunal ordena al juzgado de Carmona que practique una serie de diligencias para probar indiciariamente que el Gordo pudo cometer los delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas . Pruebas como tomarle declaración a la esposa del finado para «arrojar luz» sobre los motivos que llevó a la víctima a la nave o que se investiguen los sistema de grabación de las instalaciones para saber qué pasó con la secuencia del crimen y por qué no aparece.
La escopeta que se usó para matar a la víctima «procedía de un delito de robo». El tribunal entiende que existen indicios que señalan a José María Y. T., dueño de una empresa de transportes, por ser el «titular de la nave» donde se encontró y por ser el empresario que tenía contratado al presunto asesino. Éste, además, le señaló como la persona que le entregó el arma. Ssegún fuentes judiciales tras reconocer el crimen, admitió también que lo había ejecutado por orden de El Gordo.
Sobre el homicidio, los magistrados valoran las contradicciones en las que ha incurrido el ahora investigado para dudar de su versión de que no sabía nada de las intenciones de su empleado.
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