EL PALMAR DE TROYA

Así es el día a día de la Asociación de Abuelas Cuidadoras: «bregando» con niños toda su vida

Se dieron a conocer a la presidenta de la Junta de Andalucía, durante la visita que hizo con motivo del anuncio de la segregación de Utrera

Las abuelas de El Palmar junto con la presidenta de la Junta Susana Díaz C. G.

C. González

En el Palmar de Troya existe una asociación muy peculiar. Se trata de la Asociación de Abuelas Cuidadoras . Algunas llevan hasta 30 años haciéndose cargo de nietos y bisnietos . Son mujeres fuertes y dispuestas que incluso se desplazan a los lugares de trabajo de sus hijos para poder cuidar de los más pequeños.

Esta semana pasada quisieron presentar la asociación a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz , cuando visitó esta Entidad Local Autónoma (ELA) con motivo de su segregación de Utrera. Por eso, se apostaron ante la casa consistorial para que Susana Díaz conociera sus trabajos y para contarle el «imprescindible» papel que juegan en la sociedad palmareña .

Las abuelas cuidadoras invierten mucha paciencia. El día que contaban a la presidenta de la Junta cómo se las arreglan, explicaban que llevan 60 años «bregando» con niños . Primero con los hijos, algunas tienen hasta cinco, y después con su descendencia.

Canastas, jabones, paños de crochet o punto, la cuestión es convivir y contarse las anécdotas y problemas del día a día. Actualmente, Rosario Palomino Pérez es la presidenta , que lleva ocho meses en la asociación. Ella, por ejemplo, ha cuidado a diez nietos y dos bisnietos de cuatro hijos.

« Nos reunimos tres veces en semana en un local donde hacemos trabajos manuales», dice Rosario Palomino. Se trata de mujeres fuertes y luchadoras que, primero, criaron a sus hijos y ahora se «remangan» para cuidar a sus nietos. A veces, incluso, meses completos, de día y de noche.

«Desde que empieza abril hasta mediados de octubre cuido de cuatro de los siete nietos que tengo porque sus padres se van a hacer las ferias », cuenta Carmen Román González. Esta enérgica abuela describe cómo adapta su casa para poder tenerlos las 24 horas.

«La peor época son los dos meses que dura la aceituna porque se quedan de día y de noche», cuenta. Y entonces «juntamos las camas, llenamos los armarios, y el abuelo se tiene que ir a dormir a otro lugar», explica sonriendo.

La mayor, 82 años

La asociación cuenta con abuelas desde 56 a 82 años . La mayor es Francisca García, que tiene 82 años y lleva más de treinta cuidando de sus nietos. «Tengo una de 38 años a la que crié y tiene una niña de 15 que también he tenido conmigo», comenta.

El problema es cuando se juntan tres o cuatro de la misma edad : «Imagínate cuando tienen que entrar a la misma hora en la guardería y, además, hay otro para el colegio de cinco años», narra.

En el Palmar de Troya hay sobre todo gente joven dispuesta a cumplir con su porcentaje de crecimiento poblacional. «En las últimas dos semanas han nacido por lo menos 15 bebés », cuenta la presidenta. Y son las abuelas cuidadoras las que se preparan ya para sumarlos a la lista de los que ya tienen.

« El matrimonio debe trabajar y no nos queda más remedio que arrimar el hombro », dicen. Y así lo hacen hasta el punto de que, incluso, están dispuestas a trasladar su residencia a otros lugares de Andalucía para quedarse con los pequeños, como ocurre en la temporada de la aceituna, en la que muchos matrimonios se van a Jaén a trabajar.

Las abuelas del Palmar de Troya preparan estos días todo lo que van a vender en las jornadas medievales que se celebran en octubre. Juntas elaboran buñuelos y roscos para recaudar fondos y a veces tienen que llevarse consigo a los nietos.

Cuentan la experiencia cada una de ellas como si ser abuelas cuidadoras a sus años les diera más vida que trabajo: «Y mientras se pueda, no hay más remedio ».

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