El arzobispo de Sevilla bendice la restauración del retablo del santuario de Consolación de Utrera
Se trata de una joya artística que ha vuelto a brillar con luz propia tres siglos después, un patrimonio utrerano que estaba en peligro de extinción y que ha retornado a su mejor versión
El inconfundible sonido de las campanas del santuario de Consolación, que rompe el sueño de las palomas que buscan cobijo en la torre y entona los cuerpos, fue la mejor banda sonora para una luminosa mañana de domingo de julio en la que los utreranos han podido disfrutar por primera vez de la restauración de una joya que ha vuelto a brillar con luz propia después de más de tres siglos .
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, tal y como estaba previsto desde hacía meses, desembarcaba en la mañana del domingo 5 de julio en Utrera para bendecir la restauración del retablo del santuario de Consolación , un patrimonio utrerano que estaba en peligro de extinción y que ha retornado a su mejor versión.
La obra de restauración ya está completada, aunque los operarios todavía tienen que retirar el sistema de andamios que ha servido para realizar los trabajos propiamente dichos, realizar una limpieza general y poner en marcha los ajustes de la iluminación. Una vez que se lleven a cabo todas estas tareas, la Virgen de Consolación volverá a su lugar de privilegio en camerín del retablo , donde es venerada desde hace siglos por miles de fieles, y el 26 de julio se realizará otra eucaristía para poder admirar con mayor detalle todavía la restauración.
En el año 2014 se pusieron los cimientos de la obra que ahora acaba, cuya ejecución se ha dilatado a lo largo de poco más de un año, y que ha tenido un presupuesto de 775.000 euros , sufragando el Ayuntamiento de Utrera 500.000 euros y 275.000 el rectorado de Consolación y el Arzobispado de Sevilla. La Junta de Andalucía colaboró en su día asumiendo el coste del proyecto de restauración, elaborado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).
Para bendecir esta colosal obra artística que fue ejecutada en 1703 por Francisco Javier Delgado , ha tenido lugar una eucaristía de acción de gracias, que debido a las actuales medidas de seguridad y distanciamiento físico, se ha realizado a las puertas del propio santuario de Consolación. La misa ha sido presidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, han estado presentes las autoridades locales, con el alcalde de Utrera a la cabeza, José María Villalobos y el delegado del gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez .
Los asistentes a la cita han podido seguir en directo a través de unas pantallas de televisión gigantes el momento en el que el arzobispo entraba en el interior del templo y bendecía la restauración de este retablo, que según Asenjo «es una magnífica obra y debe ser orgullo de Utrera». Igualmente, quiso aprovechar su homilía para agradecer la implicación de la corporación municipal utrerana en este proyecto, asegurando «que sin la aportación económica de 500.000 euros del Ayuntamiento de Utrera, no se podría haber hecho esta restauración». Por su parte, Joaquín Reina , el rector del santuario de Consolación, aprovechó también la parte de acción de gracias de la misa para extender un sentido agradecimiento a todos los que han intervenido en esta imponente restauración.
El proyecto ha sido ejecutado por la prestigiosa empresa Ágora Restauraciones, especializada en devolver la vida a retablos y que entre otras obras se encargó en su día de la restauración del retablo de la catedral de Sevilla. Ha sido un trabajo muy complejo desde el punto de vista técnico, ya que se trata de un retablo barroco de unas enormes dimensiones -15,5 metros de alto y 12 metros de ancho-, y tal y como explicaba en su día el responsable de esta empresa en Andalucía, Juan Aguilar: «el retablo estaba en unas condiciones muy complicadas, mucho más complejas de lo que imaginábamos, ya que estaba muy deteriorado».
En cualquier caso durante 13 meses, un equipo de restauradores expertos ha sentido que el santuario de Consolación se convertía prácticamente en sus hogares: «Tengo que decir que una de las claves del éxito de la obra ha sido el gran ambiente que se ha vivido en todo el equipo, hemos disfrutado enormemente de esta restauración», cuenta Aguilar.
Durante los últimos meses, en los que el estado de alarma obligó que la obra parase apenas un par de semanas, han sido muchas las curiosidades que ha deparado esta profunda inmersión en la historia de Consolación. Así los restauradores han encontrado numerosos esqueletos casi fosilizados de roedores y palomas, un extraño hacha de sílex del Neolítico y una bola hecha con papel de periódico de 1912 para sustituir el volumen de una pequeña pieza del retablo.
El año 2020 estaba llamado a ser un año muy importante en Utrera , ya que se había elaborado un completo programa de actos para conmemorar el quinto centenario del inicio de la construcción de la primitiva ermita de Consolación, que comenzó a ser una realidad en 1520. La crisis sanitaria ha dado al traste con muchos de los actos que estaban planificados para esta celebración religiosa y cultural, pero al menos los utreranos y amantes del arte se van a dar el gusto de poder disfrutar en su máximo esplendor un retablo que llevaba ya muchas décadas en un estado completamente deplorable. Una obra artística que nos lleva una vez más a considerar la enorme grandeza y devoción que alcanzó la Virgen de Consolación, una advocación que gracias a la situación estratégica de Utrera -a medio camino entre Sevilla y los puertos gaditanos-, se convirtió en protectora de marinos, comerciantes y aventureros.
Noticias relacionadas