TRIBUNALES
El acusado del crimen del comerciante chino en Carmona admite que «sabía lo que hacía»
De esta forma, este conocido delincuente, con más de un centenar de detenciones a sus espaldas, ha desmontado las tesis de su defensa de que su cliente tiene un trastorno mental por el consumo de drogas: «Está muy enfermo»
« Claro que sabía lo que hacía perfectamente , gracias a Dios». Son las palabras usadas por Alfonso G.R., más conocido en Carmon a como 'Gonso', para reconocer que era consciente de los actos qeu cometió el el 19 de mayo de 2019. Era la Feria de Carmona. Aquel día robó una litrona y una botella de anís en un comercio regentado por una familia de nacionalidad china . Se quiso llevar las bebidas sin pagar, lo que fue recriminado por el comerciante. Entonces, este conocido delincuente, con más de un centenar de detenciones a sus espaldas y diez años en prisión, respondió presuntamente asestándole seis puñaladas , que acabaron con la vida de Jian Lin Wan. Después, el acusado se fue a su casa, donde se atrincheró para evitar ser detenido, lanzando a los agentes de la Guardia Civil una botella con líquido inflamable en su interior.
En una declaración un tanto surrealista, en la que el propio acusado ha pedido a la magistrada-presidenta del tribunal del jurado levantarse y con ayuda de un agente hacer «un psicodrama» o simulación de lo ocurrido tras salir de la tienda, ha admitido ser consciente de lo que hacía aquella tarde del 19 de mayo, lo que de alguna manera desmontaba las tesis de defensa usadas por su abogado durante las alegaciones previas.
En su intervención, el letrado ha tratado de trasladar a los miembros del jurado que Alfonso, para quien la Fiscalía solicita 28 años de cárcel por asesinato, robo con violencia y atentado contra la autoridad, está «muy enfermo» por el consumo durante décadas de sustancias estupefacientes. En este sentido, ha apuntado que la responsabilidad de su enfermedad es de la sociedad y del Estado . 'Gonso' estuvo en la cárcel desde 2007 hasta 2017. Desde entonces hasta el día de los hechos fue detenido tres veces.
« Salió de la cárcel con todos los malos hábitos de consumo , muy deteriorado», ha afirmado el abogado, que ha pedido que el jurado y el tribunal aprecie la eximente total de drogadicción y no se le imponga pena alguna.
Alfonso sólo ha respondido a las preguntas de su abogado y del tribunal. Ha terminado su declaración asegurando que nunca ha cometido robos con fuerza, pero «no con violencia». «Puedo ser un ladrón, pero ¿un asesino?, en mi vida» , ha añadido, para terminar preguntado a la magistrada «cuándo podrá decir la verdad», pues considera que «tiene derecho a defenderse».
Sus últimas palabras coincidían con las que pronunció al inicio de la declaración: «Quiero contar la verdad de lo que pasó» . Después ha relatado casi de una vez su versión de los hechos.
El día antes estuvo en las Tres Mil Viviendas de Sevilla consumiendo droga. Tras recibir una llamada de su hermana avisándole que su hijo estaba en Carmona, emprendió la vuelta a su pueblo para pasar con su hijo un día en la feria. Volvió de madrugada a Carmona. Fue a casa de su madre, a la que le pidió 30 euros para seguir consumiendo. 'Gonso' tenía una orden de alejamiento sobre su madre por violencia familiar.
Al final, según la versión del acusado, fue su hermana quien le dio el dinero para que su cabreo no fuese a más. Ya había roto la luna de un coche de un golpe . Aquello le originó los gritos de la novia de su hijo. «Mi nuera no tenía que pegarme voces», comentó el presunto asesino.
El robo
Con el dinero cogió la bici y fue a por la droga y volvió a casa de su madre a consumir, lo que en palabras del acusado le sirvió «para quitarle la borrachera». Entonces, le pide a su hermana que lo lleve a su casa, donde siguió consumiendo. «Tenía un pelotazo en la cabeza» , ha sido la comparación usada por 'Gonso' para describir cómo se encontraba por el consumo de sustancias estupefacientes.
Ya eran las 20,30 horas. De camino, a bordo de un coche propiedad de su madre, pararon en la tienda de Jian Lim Wan, cercana a la Puerta de Sevilla, dejando el vehículo estacionado a escasos metros con las cuatro luces intermitentes encendidas. Hoy ha dicho que iba acompañado en el coche de su hermana, su hijo, su nuera y su sobrino .
Según el fiscal, cogió una litrona y una botella de aguardiente y las introdujo en una bolsa de plástico, saliendo del local sin pagarlas, por lo que el dueño del comercio salió tras él hasta darle alcance, «instante en que se inició entre ambos una breve discusión », donde la víctima «le recriminaba su conducta y le pedía que devolviera las botellas o las abonara dentro».
El asesinato
Durante esta discusión, «con intención de acabar con la vida» del propietario de la tienda «y a sabiendas de que éste no llevaba consigo ningún arma o instrumento con el que pudiera hacerle frente», el encausado « le propinó varias cuchillada s» en cabeza y cuello «de manera súbita e inesperada» con un cuchillo que «llevaba oculto», tras lo que la víctima comenzó a sangrar y cayó al suelo, según el relato del Ministerio Público, que precisa que el dueño del establecimiento falleció sobre las 21,50 horas de ese mismo día a causa de un shock hipovolémico provocado por la gravedad de las heridas.
Según 'Gonso', él le dijo al tendero que le apuntara las botellas y ya se las pagarías, como siempre hacía. «Yo cobraba y le pagaba. Nunca he tenido problemas con este matrimonio», ha recordado. Tras salir de la tienda, según ha relatado, oyó pasos detrás de él y se volvió, sin ver la cara de quien le seguía . Entonces vio «unas tijeras» y alguien que le atacaba al corazón y se defendió como acto reflejo. «Estaba poniendo en peligro mi vida», ha admitido, mientras intentaba levantarse para explicar sus movimientos de defensa, pero la magistrada no lo ha permitido.
Ha continuado explicando que al atacante lo tiró al suelo con una técnica de artes marciales y se fue. Incluso ha indicado que era la Guardia Civil quien le seguía y que le pegó una paliza, algo que ha repetido después, provocando que el fiscal saltara para pedir a la Sala que esta acusación era un delito. « Había personas que estaban buscándome con pistolas, muchas personas, porque le había quitado drogas », ha soltado el acusado. Tras dejarlo en el suelo, volvió al coche y le dijo a su hermana que lo llevara a su casa, donde siguió fumando y le dijo a su hijo que se verían en la Feria.
Delito de atentado
Esto es calificado como una fuga del lugar de los hechos por la Fiscalía. De la tienda a su casa. Tras ser identificado, agentes de la Guardia Civil se desplazaron esa misma tarde-noche al domicilio del acusado, quien, a su llegada, hizo «caso omiso a sus indicaciones», permaneciendo en el interior del inmueble atrincherado .
« Entraron sin orden judicial y me pegaron una paliza », ha insistido el acusado, lo que ha causado una nueva intervención del fiscal para señalar que los agentes actuaron con orden de registro judicial. «Me entró miedo porque quince días antes me tiraron la puerta», ha expuesto para explicar los motivos de su decisión de atrincherarse.
Entre las 3,00 y las 4,00 horas del día 20 de mayo, y «ante la inminente entrada» de los agentes en la vivienda, el encausado, «en actitud violenta hacia ellos y con total desprecio hacia su labor, les arrojó desde el rellano de la escalera una botella de vidrio llena de gasolina y provista de una mecha en llama », la cual pudo ser esquivada por los agentes, no llegando a combustionar, según la Fiscalía. El acusado lo ha negado.
El operativo en torno a la vivienda estuvo formado por varias patrullas de la Guardia Civil, Policía Local, agentes negociadores de la Policía Judicial de Sevilla, Tedax , y miembros del Grupo Rural de Seguridad (GRS).
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