El accidente del ultraligero de Guillena pudo acabar en tragedia mortal

Los ocupantes, de los que sólo uno resultó herido leve, se libraron de que la avioneta saliera ardiendo o de que cayera a plomo del techo de la nave

Restos del ultraligero sobre el techo de la nave industrial de Guillena contra el que chocó EFE / FERMÍN CABANILLAS

MANUEL MARÍA BECERRO

El accidente del ultraligero que tuvo lugar ayer en Guillena y que se saldó con un único herido leve pudo ser mucho más grave , pero tanto la pericia del piloto, de 49 años y con muchas horas de vuelo, como la suerte impidieron la tragedia mortal.

La avioneta cayó sobre el techo de una cercana nave industrial. En los accidentes de este tipo de aeronaves no es extraño que, debido a la carga de combustible, se produzcan deflagraciones incontrolables en cuanto salta una chispa. Aparte, testigos presenciales del rescate resaltan la altura a la que quedó el ultraligero y el hecho de que quedara con la cola suspendida en el aire . Escasos centímetros más atrás, la aeronave podría haberse desplomado por el peso y la caída a plomo también habría implicado un grave riesgo mortal para el piloto y para su acompañante, de 50 años, que resultó ileso. De hecho, la zona fue inmediatamente acordonada por el peligro de que en cualquier momento pudiera desprenderse la parte trasera del avión.

El ultraligero quedó incrustado a una altura que superaba los diez metros , por lo que los bomberos de los parques de Gerena y el central sevillano tuvieron que rescatar con escalas a los dos ocupantes, que pueden afirmar que ayer volvieron a nacer.

En principio, todo apuntaría a que el factor humano no sería la causa principal del siniestro. En este sentido, hay que tener muy en cuenta tanto la experiencia que acumulaba el piloto como la sapiencia aérea también de su acompañante, que según pudo conocer ABC de Sevilla sería el jefe de pista del aeródromo guillenero desde el que se emprendió el fallido vuelo.

El equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de La Rinconada se ha encargado de la investigación de las causas. La clave en este tipo de siniestros está en el informe preceptivo de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil.

Guillena es un punto de referencia obligada para todos los amantes sevillanos de los ultraligeros. Su escuela de pilotos es de las más afamadas, aunque el riesgo que se asume en este tipo de travesías no debe despreciarse. De hecho, hace cinco años falleció un instructor de vuelo de 56 años en un monoplaza a causa de un accidente que tuvo lugar en plena pista de despegue.

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