INDUSTRIA
La SEPI confía en que los últimos encargos permitan a Navantia salir del pozo
Su presidenta, Belén Gualda, explica en el Congreso que los contratos de la Armada para las F110, el submarino S80 y el BAM, además del patrullero marroquí, aportarán el equilibrio económico a la empresa en 2023
Los astilleros públicos llevan catorce años arrojando pérdidas; el mayor registro fue en 2017 con 296 millones
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el holding de empresas públicas al que pertenecen los astilleros de Navantia, prevé obtener en 2023 un beneficio de 120 millones de euros y elevar un 10% respecto a este año su cifra de negocio, hasta los 5.757 millones de euros. Así lo ha avanzado su presidenta, Belén Gualda, en su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, a la que acudió para explicar las cuentas de la sociedad en los Presupuestos Generales del Estado de 2023.
Tras cerrar 2021 con ganancias de 159 millones de euros y prever equilibrio para este año 2022, la previsión de la empresa pública es cerrar el próximo año con un beneficio agregado de 280 millones.
Correos, Navantia y Tragsa concentran el 88% de la cifra de negocio, con un aumento del 23% en el caso de Navantia (1.673 millones), impulsada por el aumento presupuestario en Defensa y el avance de programas como las F-110, el BAM IS, el Patrullero de Marruecos y el submarino S-80, pero también la mayor actividad en líneas de negocio en energía renovable.Con estas expectativas todo a punta a que Navantia logre su equilibrio económico a lo largo de 2023 después de catorce años en déficit.
Números rojos
Cabe recordar que los astilleros públicos españoles recortaron sus pérdidas een 2021 y acabaron con un déficit de 82,4 millones de euros. Se trata de uno de los registros más bajos de los últimos cinco años. Con la publicación de los datos de 2021, Navantia encadena catorce ejercicios consecutivos en números rojos. Solo en 2007, el año de la refundación de la antigua Izar a Navantia, logró 159.000 euros de beneficio. La situación se ha agravado en los últimos cinco años (entre los años 2016 y 2020), en el que se han anotado unas pérdidas totales por valor de 1.061 millones de euros tras marcar un récord en 2017, ejercicio que cerró con un resultado negativo por importe de 296 millones de euros.
Navantia redujo sus pérdidas en 2020, el año de la pandemia, y cerró el ejercicio con un saldo negativo de 137,7 millones de euros. En 2021, la situación ha mejorado. Las pérdidas de los astilleros públicos han ido a más en la última década. Navantia perdió 78, millones de euros en 2012 y recortó hasta los 57,7 millones en 2013 y los 29 millones en 2014, sin embargo, los efectos de la crisis y la inactividad le pasaron factura en 2015 con un déficit de 160 millones de euros, que se disparó en el ejercicio de 2016 con 303 millones de euros en pérdidas. Posteriormente, sumó pérdidas por valor de 296 millones en 2017 y de 224 millones en 2018 hasta situarse en 2019 en 173 millones. La curva desciende hasta los
Por lo que respecta a Tragsa aumenta el próximo año su cifra de negocio en 57 millones de euros, hasta los 1.181 millones, con un crecimiento del 5% debido a diferentes encargos necesarios para la ejecución de programas del Plan de Recuperación de la Unión Europea, de restauración ambiental o los relacionados con las campañas contra incendios forestales.
En el caso de Correos, su cifra de negocio alcanzará los 2.223 millones de euros en 2023, 117 millones más que en el año 2022, con un crecimiento del 5,6%, derivado principalmente de la recuperación en el negocio de paquetería y también al crecimiento de los nuevos negocios.
En su intervención, el diputado popular Celso Delgado ha afeado a la presidenta de la SEPI su papel en la gestión del presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, por las pérdidas acumuladas y la pérdida de valor patrimonial en esta compañía.
Gualda ha explicado que su situación es «compleja», ha puesto en valor la reducción en 75 millones de sus pérdidas y ha subrayado su apuesta por el servicio postal universal «de mano de la parte social», confiando en la recuperación de los servicios de paquetería y en el crecimiento de nuevos negocios como la logística o las oficinas en las zonas más afectadas por la despoblación.
Por otro lado, Gualda no ha aclarado a preguntas del diputado de Vox Víctor González Coello de Portugal si conocía de antemano la intención de votar el cese de cuatro consejeros independientes que no respaldaban una mayor implicación del Estado en esta entidad, apoyándose para ello en el fondo Amber y el grupo SAPA.
Gualda ha limitado su respuesta a asegurar que «SEPI respeta y promueve el buen gobierno corporativo» en todas las empresas en las que participa, que «ha seguido el mismo procedimiento que sigue siempre para su participación en las decisiones de gobierno corporativo» y que a la hora de tomar decisiones y ejercer sus derechos políticos lo hace «siempre velando por el interés general de la compañía, y no particulares».