INDUSTRIA

Segundo revés de Australia a Navantia en seis años

La empresa española queda excluida de la carrera para la construcción de 11 fragatas

Un astillero alemán y otro japonés librarán la batalla final por este contrato multimillonario

Los astilleros españoles habían presentado la fragata Alfa 3000, un modelo 'Made in Spain'

Turquía y Australia se convierten en la apuesta firme de Navantia para nuevos encargos navales

Prototipo de la fragata Alfa 3000, diseñada por Navantia LA VOZ

J. R.

CÁDIZ

La empresa pública Navantia ha quedado fuera de la carrera para construir 11 fragatas para la Marina auastraliana, aunque la ccompañía aclara que aún no dispones de información oficial al respecto. Se trata de un avance de la cadena ABC News. La batalla final por este contrato la librarán alemanes y japoneses. El Ministerio de Defensa de Australia ha excluido, según las últimas informaciones, a Navantia de la puja por hacerse con este multimillonario contrato. La decisión se ha tomado tras un estudio exhaustivo de las cuatro ofertas que se seleccionaron el pasado febrero y que hasta ahora aspiraban a la licitación, valorada en 11.000 millones de dólares australianos (más de 6.770 millones al cambio actual). Se trata del segundo varapalo que sufre Navantia de la mano de Australia en menos de diez años. En 2018, la empresa española perdió la partida para construir nueve barcos militares. El contrato se lo llevó la inglesa BAE Systems.

La naviera pública española era una de las cuatro candidatas, con su fragata Alfa 3000, pero finalmente se ha quedado fuera, al igual que la surcoreana Hanwha Ocean. Las únicas empresas que siguen en la pugna son el astillero alemán ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) y el japonés Mitsubishi Heavy Industries (MHI). .

Características del buque

Este buque es un producto 'Made in Spain' y presenta una eslora de 104,20 metros, una manga de 14,40 metros y un calado de 7,35. De igual manera, el diseño de Navantia puede alcanzar una velocidad máxima de 27 nudos y tiene capacidad para hasta 104 personas. La Alfa 3000 está preparada para operaciones antisuperficie, antiaéreas y antisubmarinas. Además, cada fragata está dotada de un hangar y y una cubierta de vuelo para acoger helicópteros del tipo MH-60R.

La decisión del gobierno australiano fue tomada la semana pasada por el Comité de Seguridad Nacional (NSC), que eligió como los dos diseños finales el MEKO A-200 de Alemania, «una versión moderna de la fragata Anzac de la marina australiana», y el Mogami 30FFM mejorado de Japón, «considerado uno de los buques de guerra más importantes del mundo». Navantia no lo ha tenido fácil en esta carrera naval de buques de guerra, dominada, sobre todo, por alemanes y franceses.

El Gobierno de Australia seleccionó en febrero a Navantia para la renovación de su flota. La empresa española pasó la primera criba y optaba junto con tres compañías más a este jugoso contrato de Australia.

 

En 2018 no pasó el filtro para la construcción de nueve buques; el contrato se lo llevó la inglesa BAE Systems

 

 

No hay que olvidar que Australia es uno de los clientes preferentes de Navantia junto con Noruega y Arabia. La empresa española ha sido en la última década el principal suministrador de buques de la Marina Real Australiana. De hecho, Navantia ha construido por transferencia tecnológica tres destructores de la clase 'Hobart', basados en la veterana F-100 española, además de dos buques de asalto anfibio y otros dos AOR, desarrollados en los astilleros de la ría de Ferrol, lo que convierte al grupo naval en uno de los principales aliados estratégicos de la nación oceánica. Además ha entregado 12 lanchas de desembarco, construidas en San Fernando.

Alianza estratégica

Cabe recordar que Navantia Australia y los astilleros australianos Austal y Civmec se asociaron en noviembre de 2023 para ofrecer al Gobierno de este país una propuesta de diseño y fabricación de seis corbetas, con el objetivo de suplir la urgente necesidad de la Marina Australiana de aumentar su capacidad. Estas corbetas, diseñadas por Navantia, requieren una tripulación más reducida que los buques de mayor tamaño, manteniendo al mismo tiempo altas capacidades integradas de guerra antiaérea, antisuperficie, antisubmarina, electrónica y asimétrica, incluyendo soluciones soberanas como el sistema de combate australiano Saab y los radares de CEA Technologies.

La empresa española recibió en 2018 un revés de Australia. Finalmente pesaron las razones políticas y Navantia perdió la carrera para hacerse con el contrato de 22.000 millones de euros con el Gobierno australiano para construir sus futuras fragatas SEA 5000. El contratista militar británico BAE Systems se adjudicó este gran encargo para crear nueve buques al que, además de Navantia, aspiraba la italiana Fincatieri. La propuesta española se basaba en la F-110, aunque adaptada a los requerimientos de la Armada de Australia. Y su fortaleza residía en la fiabilidad y la reducción de riesgos que implica un tipo de barco ya probado. Mientras, el contratista inglés, BAE Systems, alegaba que el suyo era un buque más moderno y con mayores capacidades.

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