san fernando
San Fernando disfrutó de la feria hasta el último segundo
La Feria del Carmen y la Sal echó el cierre con el espectáculo de fuegos artificiales tras una semana intensa, y de mucho levante
Y llegó el domingo. La última jornada de Feria del Carmen y la Sal se vivió con entusiasmo en San Fernando. La Isla vivía su último día de feria con ganas, y aunque la noche había sido muy larga, los isleños seguían queriendo disfrutar de su fiesta, aunque haya sido la más atípica de las últimas décadas por el cambio de escenario debido a las obras en La Magdalena.
El levante amainó y las temperaturas fueron más suaves, lo que permitió que muchos vecinos decidieran bajar con antes a la feria, sobre todo en la zona de Caño Herrera y las atracciones, ya que si el parque Almirante Laulhé presentaba un ambiente similar al de los días anteriores, los cacharritos estaban prácticamente a rebosar.
Los feriantes se mostraban satisfechos por la buena acogida de San Fernando a pesar del cambio de ubicación. «¡Venga! Qué es el último día», se podía escuchar desde la megafonía de una de las atracciones.
Las pandillas de chavales se daban cita para poder montarse en las atracciones «Mi atracción favorita es el Canguro», dice Susana. «No me gustan los cacharritos que se ponen boca abajo», aunque «también me gusta mucho el ratón vacilón y la olla».
A su novio Jesús le gusta más el Booster. «Llevo toda la feria intentando que se monte, pero pasa de mi, al final se va a salir con la suya».
Muchos padres aprovechaban la oportunidad de poder llevar a sus hijos a las atracciones. El pequeño Mario sigue disfrutando en el trenecito. «Cualquiera no lo trae hoy, es un pequeño terremoto», cuenta su madre Isabel.
Mientras, en el parque, y a medida que pasaban las horas, las casetas iban teniendo una mayor afluencia. Los caseteros, conscientes de que se trataba del último día, querían sacar el máximo beneficio.
«No sé cuantas macetas de rebujito me han pedido», y bromeaba diciendo que «no ha habido ni una maceta que se le haya olvidado a alguien chiquillo, todas se las llevaban… ¡déjame una hombre!».
A las 20.00 horas tenía lugar una actuación de una academia de baile. La noche se avecinaba y con ella se servían las últimas macetas de rebujito y botellas de manzanilla. Las hamburguesas y kebabs de los más jóvenes tenían su última batalla con el jamón, queso, montaditos de filetes de los mayores.
Minutos antes de las doce de la noche, todos los focos estaban puestos en el cielo de La Isla. Comenzaba el espectáculo de fuegos artificiales y se ponía punto y final a una feria atípica, pero igualmente intensa.
Con el final de los fuegos artificiales, la Caseta Municipal volvió a transformarse en una Caseta Joven. El reguetton volvía a hacerse notar y el ron, ginebra y whisky, por sexta noche consecutiva en San Fernando tomaban el control.
La feria se apagó, volverá el julio del año próximo. Se acaba una feria distinta, peculiar, «la feria de los patos, una feria que muchos no olvidarán. La cuenta atrás para la Feria del Carmen y la Sal 2023 ya ha comenzado. Ahora, toca esperar.
