san fernando
Inma Borrego, la emprendedora isleña que pudo ir a la playa gracias a su invento
La emprendedora ganó el premio Emprendimiento Local 2024 por su invento de bolsa-mochila sostenible
Ante un problema, hay dos opciones: cruzarse de brazos o buscar una solución. De lo segundo sabe mucho Inma Borrego, empresaria isleña y ganadora del premio Emprendedor Local 2024. «El dermatólogo me dijo: 'prohibido ir a la playa y tomar el sol'». Y prohibirle a un gaditano el salitre es poner puertas al campo. Nada más salir de aquella sala, Inma puso a funcionar el motor de las ideas. Lo que no sabía es que la solución a su problema iba a ser también la de otras muchas personas que, como ella, debían extremar los cuidados de su piel ante los rayos UV.
En plena pandemia por Covid-19, nació Hainma, un complemento a la sombrilla tradicional. «Hainma es un sustituto de lo que llevamos viendo en en las playas de Cádiz: las sábanas, los pareos y las colchas de las abuelas encima de la sombrilla. Está basado en esa idea, pero de una forma más bonita», explica la emprendedora, quien asegura haber estado «desde pequeña innovando y perfeccionando cosas que no funcionaban». La Hainma, fabricadas en algodón o poliéster, se colocan en lo alto de la sombrilla y «duplica o triplica la sombra, además de protegerla de que no salga volando». Sin embargo, a pesar de haber fijado la sombra al estar anclada en la arena por ambos extremos, todavía faltaba protegerse aún más de la luz solar. Es por eso que el modelo más sofisticado cuenta con un revestimiento en plata, para reflejar los rayos ultravioletas.
Las Hainma, un juego de palabras entre jaima e Inma, no tardaron en popularizarse. Desde San Fernando se han fabricado para todas las partes de España e incluso más allá de las fronteras. Sin embargo, Inma confecciona muchas de ellas para clientes del norte de la península. «Me llaman muchísimas personas más del norte, que yo no sé si hay más conciencia acerca de los cuidados de la piel y todo eso; aquí llaman más para que la sombrilla les quite los vientos o no salga volando con ellos«, afirma Inma, quien se emociona cuando recibe mensajes de personas de todos los puntos de España y que han encontrado en ella la posibilidad de estar seguros del sol y poder disfrutar de una jornada de playa.
Un proyecto anterior
Sin embargo, no fue este invento el que ganó el premio Emprendimiento Local 2024, otorgado por el Ayuntamiento de San Fernando. «Iba un día hablando por teléfono, se me había estropeado el coche, con la compra en la mano y doliéndome las manos de coger la bolsa pesada y se me ocurrió ponerle asas de mochila a la bolsa». Algo que puede parecer tan simple a nadie se le había ocurrido. Convertir una bolsa de plástico en una mochila. En 2013, registró el producto y comenzó a comercializarlas; dos años después, sus bolsas la compraron gasolineras, ayuntamientos y joyerías. Un boom que fue a más.
Inma tiene una gran conciencia por el cuidado del medioambiente. Le duele ver como, una vez que recogen el mercadillo en San Fernando cada jueves, las bolsas de plástico vuelan hasta acabar en las marismas y, por tanto, en el mar. Por eso, quiso darle una vuelta a su idea y confeccionar ese mismo producto en otro material. «Una bolsa de tela no vuela. Realmente es una bolsa de compra convertida en mochila, que puedes guardarla en un bolsito», afirma.
La pregunta es clara: ¿Por qué participó en el concurso con un producto que salió al mercado hace diez años? «Vi las bases y dije: 'las Hainma van solas, tengo que rescatar la sostenibilidad de la bolsa». Lo presentó y se hizo con ese primer premio, que, además de valorar el propio producto y su sostenibilidad, refleja la valentía, la creatividad y la inquietud por buscar soluciones a los problemas que se nos plantean. E Inma aúna todas esas cualidades, porque siempre encuentra la manera de salvar un obstáculo.
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