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Rota, pendiente de las elecciones en Estados Unidos
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Hoy se celebran unos comicios que marcarán el paso a nivel mundial en los próximos años, al son de Kamala Harris o de Donald Trump
La Base de Rota, una de las dos que tiene el país americano en España, mira con expectación lo que sucede
Elecciones Estados Unidos, en directo: ganador según las encuestas, votaciones, resultados y última hora de Trump y Kamala Harris en directo hoy
Kamala Harris o Donald Trump, esa es la cuestión. Llega el momento de elegir quién gobernará los designios del país más poderoso del mundo durante los próximos cuatro años. En la Casa Blanca, por tanto, estará la primera presidenta de la historia de la nación norteamericana o quien ya fuese el presidente entre 2017 y 2021.
Unos 240 millones de estadounidenses están llamados a votar y se espera que las cifras de participación sean históricas, puesto que este pasado domingose estimaba que más de 75 millones habían ejercicio ya su derecho al voto en un proceso en el que se ha podido votar por correo o de forma anticipada desde que se abriese el proceso electoral el 11 de septiembre en Alabama.
La situación geopolítica invita a pensar en el mismo sentido, pues Estados Unidos tiene mucho que decir en los conflictos en Ucrania u Oriente Próximo, donde la política exterior puede distar radicalmente en función de que gobiernen republicanos o demócratas.
«La economía en Rota depende de una forma muy directa de sus decisiones»
También hay expectación en Rota respecto a lo que pueda pasar. En la costera localidad gaditana, que alberga una de las dos bases militares de Estados Unidos en suelo español, puede tener su influencia un resultado u otro.
El alcalde roteño, Javier Ruiz Arana, explica que, en cualquier caso, las horas previas se viven con «normalidad absoluta». «Los americanos que viven aquí con nosotros son bastante discretos en sus posicionamientos políticos y no se pronuncian, no comparten gran cosa».
El dirigente socialista indica que entre la población americana, militares en su gran mayoría, prevalece un perfil marcadamente institucional, siendo muy extraño que se produzcan conversaciones de carácter político salvo en los círculos en los que hay cierta confianza e intimidad. «Sí que nos llega que la cosa está muy reñida y que hay mucha polarización», expresa.
El resultado electoral no inquieta a Ruiz Arana porque las relaciones con Estados Unidos «han sido cordiales y correctas siempre, con independencia del gobierno que haya estado allí», dice respecto a su experiencia en la alcaldía, que ha coexistido con las presidencias de Obama, Trump y Biden.
Los planteamientos, en cualquier caso, pueden variar si los republicanos, más contrarios a los postulados de la OTAN con Trump al frente, regresan al poder: «Años atrás tuvieron ese posicionamiento de barrer un para casa durante el gobierno de Trump, que quizá es lo que preocupa más en cuanto a las relaciones porque, al fin y al cabo, la economía en Rota depende de una forma muy directa de las decisiones que puedan adoptar los gobiernos». «No es lo mismo un gobierno que apoye la colaboración internacional y el apoyo conjunto de la OTAN que un gobierno que barra para casa», agrega.
En ese sentido, no oculta su preferencia por un triunfo de Kamala Harris, lógico por otra parte daba la cercanía ideológica entre socialistas y demócratas: «Por la experiencia que hemos tenido, la tranquilidad que te da un gobierno que hace una apuesta como la que ha hecho Biden de traer dos barcos más y de colaborar con el gobierno español, no es la misma que si viene alguien que tenga otro posicionamiento y que decida llevarse los barcos de aquí. Prefiero, lógicamente, que haya continuidad».
«Sea cual sea el resultado, mi posicionamiento institucional siempre va a ser el de colaborar con independencia de quien gobierne allí. Eso es evidente», expresa en la víspera de la gran jornada electoral americana.
Una campaña muy movida
La campaña electoral estadounidense suele ser una montaña rusa, influida enormemente por cuestiones de actualidad tanto en el país como en el extranjero, en la que los candidatos muestran sus diferentes posturas y realizan una serie de compromisos a llevar a cabo en caso de alcanzar el gobierno. Esta no ha sido diferente y ha estado plagada de incidencias, dos de ellas tremendamente reseñables.
La primera de ella fue el atentado que sufrió Donald Trump durante un mitin en Butler, Pensilvania. El dispositivo de seguridad falló flagrantemente y un tirador alcanzó al expresidente, que afortunadamente vio cómo el disparo apenas llegó a rozarle una oreja cuando podría haber acabado con su vida.
La segunda es el cambio de candidato en las filas demócratas. El actual presidente, Joe Biden, anunció, no sin cierto rechazo en su propio partido, que se presentaría a la reelección. Sin embargo, tras el primer y único debate electoral con Donald Trump, donde se vio a Biden absolutamente desorientado, las alarmas saltaron en el partido. Tras la presión interna de figuras como Barack Obama, el presidente accedió a hacerse a un lado para que Kamala Harris, hasta el momento vicepresidenta, fuera la candidata.
Un final apretado
El apoyo a Trump no era unánime dentro del Partido Republicano, con voces relevantes como la del gobernador de Florida Ron DeSantis luchando por ser candidato, pero la debilidad de Biden y el llamado del afamado empresario a la movilización tras el atentado sufrido, daban enorme ventaja al polémico político en la carrera presidencial. Pero el cambio en el Partido Demócrata, con Harris sacando pecho de su experiencia como fiscal y explotando la baza de las causas judiciales abiertas de Trump, ha igualado las expectativas. Se prevé un resultado muy reñido.
La inmigración, que ya fue un punto central durante el mandato de Trump, o las políticas en materia económica han centrado los discursos en las semanas previas a las elecciones. Algunas voces apuntan a que en caso de victoria de Trump, sus posturas más extremas no llegarán a llevarse a cabo, mientras que, si resultara vencedora Harris, existe el miedo de que los republicanos vuelvan a apuntar a un posible fraude electoral, motivo por el que una turba extremista asaltó el Capitolio el 6 enero de 2021, con un balance de cuatro civiles y un policía muertos.