INFRAESTRUCTURAS

La reconstrucción del túnel que conecta con la Nueva Terminal de Contenedores costará más de 18 millones

El subterráneo, que arranca en la glorieta de los Bomberos y cruza por el subsuelo del astillero de Cádiz, se inundó en 2017

El Puerto de Cádiz ha culminado los informes técnicos para rescatar la obra y adjudicarla en el primer trimestre de 2023

Este paso es clave para eliminar el tráfico pesado del centro de la ciudad, una vez que se inaugure la terminal de contenedores

Aspecto que presentaba el túnel, en el astilelro de Cádiz, cuando se inundó en 2017 LA VOZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

El túnel que conectará la Nueva Terminal de Contenedores, en el puerto de Cádiz, con la Carretera Industrial, aprovechando el subsuelo del astillero de Cádiz, se enfrenta ahora a su reconstrucción tras quedar anegado en 2017 por problemas de filtraciones. Este contrtiempo ha llevado a la Autoriadd Portuaria a realizar un importante estudio geotécnico para poder rescatar la obra y abrir el paso con total garantía de seguridad.

Así, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz ha obtenido los resultados preliminares de los trabajos de análisis del estado de las estructuras que componen el túnel de acceso a la Nueva Terminal de Contenedores y estima que la resolución de las patologías detectadas en la ejecución, que provocaron su inundación en mayo de 2017, podría costar alrededor de 18 millones de euros.

El vial que conectará la Nueva Terminal de Contenedores con la avenida de Astilleros discurre en gran parte bajo los terrenos de Navantia en «falso túnel». Se trata de una vía de 1,2 kilómetros de longitud total, con 870 metros en túnel, cuya ejecución se adjudicó en noviembre de 2014 y se rescindió debido a distintos problemas en la ejecución con la constructora en junio de 2017, un mes después de que se inundara por completo. En el momento en el que se rescindió el contrato las obras sumaban un importe de certificación de 15,8 millones de euros, el 73% de la adjudicación.

Los estudios, que no han podido realizarse hasta que no se ha conseguido desecar el túnel a finales del pasado año, determinan que existen problemas derivados de defectos constructivos no visibles, agravados por la inundación, que comprometen la durabilidad de los materiales y que afectan a su funcionalidad.

A este importe habría que añadir el coste de terminar la obra en sí, que no se concluyó al rescindirse el contrato en junio de 2017 por múltiples problemas, siendo el más grave de todos la mencionada inundación de la parte del túnel ejecutada, debido a defectos en la realización de las pantallas. Se estima que las obras pendientes de realizar podrían superar los 17 millones de euros.

Perjuicio económico

A estas cantidades habría que sumar también el perjuicio económico derivado de la paralización de las obras, como los gastos en los múltiples estudios que ha habido que realizar para determinar la naturaleza del problema de la principal vía de agua que provocó la inundación, así como el impacto en el calendario de puesta en servicio a pleno rendimiento de la Nueva Terminal de Contenedores, entre otros, además, de los daños inmateriales.

La Autoridad Portuaria trabaja en la finalización de las inspecciones y ensayos, así como en la adaptación del proyecto a las nuevas normativas y tecnologías existentes y en la definición de soluciones para resolver las patologías detectadas e incorporar todas las unidades de obra necesarias para su finalización. Se prevé obtener el proyecto constructivo a finales del presente año para licitar las obras e iniciarlas durante el primer trimestre de 2023.

Una obra maldita

La obra del túnel de acceso a la Nueva Terminal conectará estas nuevas instalaciones con la avenida de los Astilleros, a la altura de la glorieta situada junto al Parque de Bomberos de Cádiz. La conexión viaria se realiza en túnel porque para llegar a la terminal es necesario atravesar la concesión de Navantia Cádiz, siendo incompatible el tráfico en superficie que se generará con la infraestructura a pleno rendimiento con la actividad del propio astillero.

El túnel se proyecta en forma de pórtico de 13 metros de anchura máxima, pórtico que está formado por unas pantallas de hormigón armado ejecutadas 'in situ', alcanzando profundidades entre 19 y 25 metros, y que constituyen los laterales del túnel. Sobre ellas se ejecuta posteriormente una losa superior o dintel, también de hormigón armado, que viene a configurar el techo del mismo. Una vez excavado el interior del recinto formado por los laterales (pantallas) y el techo (dintel), se ejecuta en su interior una solera de hormigón armado, que evita el afloramiento de agua hacia la rasante de circulación, materializándose así un recinto por el que pueda discurrir posteriormente el tráfico. En ambos extremos se disponen rampas que conectan el tramo en túnel con la superficie, obteniéndose una longitud total de trazado 1.240 metros.

Las obras principales de este proyecto se iniciaron a principios de 2015 y debido a distintos problemas en su ejecución se rescindieron en junio de 2017.

Tras la resolución de las obras, la Autoridad Portuaria ha realizado multitud de estudios para determinar la naturaleza del problema de la principal vía de agua que provocó la inundación, así como de otros problemas de ejecución que dieron lugar a la rescisión del contrato, todo ello con la dificultad de no poder acceder al interior del túnel.

Con los resultados obtenidos de los ensayos y estudios realizados se han proyectado y licitado las obras necesarias para solucionar la principal vía de agua, consiguiendo vaciar el túnel a finales del pasado año y poder acceder los equipos de inspección a su interior.

Eliminación del tráfico

Este túnel es clave para eliminar el tráfico pesado del centro de la ciudad, ya que los camiones que vayan a la nueva terminal entrarán por las inmediaciones del parque de bomberos y tomarán la vía soterrada por el interior del astillero hasta llegar a la plataforma de contenedores. La actual presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), Teófila Martínez, asumió el cargo en febrero de 2019 y heredó esta obra maldita. Mantuvo entonces reuniones con el presidente de Puertos del Estado, Salvador de la Encina, para retomar la inversión.

La autoridad Portuaria adjudicó este proyecto a la empresa Vías y Construcciones SA en octubre de 2014 por 24 millones de euros y un plazo de ejecución de 17 meses, sin embargo, los problemas surgieron cuando la empresa tenía construido el 70% del túnel. Fue entonces cuando apareció una gran chapa de acero en una de las zonas afectadas por el trazado, que impedía continuar con el desarrollo de la obra. Más tarde, las paredes interiores del túnel empezaron a filtrar agua. La empresa adjudicataria presentó entonces un nuevo pliego de obra con un incremento de presupuesto, lo que llevó a la APBC a rescindir el contrato. Desde entonces, la obra del túnel se encuentra paralizada y las filtraciones han terminado por inundar la totalidad del subterráneo.

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