«Nos quedan meses duros y no podemos decir que lo peor haya pasado»

Tras 25 años de trabajo en el sector del Consumo y otros seis en una asesoría jurídica, el gaditano Miguel Ángel Ruiz Anillo sintió que había que dar «un paso adelante». Junto con otros compañeros, decidieron crear la Asociación Española de Consumidores (Asescon), que nació hace un año y de la que le eligieron presidente. «Me gusta tener presente los orígenes y Cádiz va a estar siempre presenta en la labor de esta asociación», asegura, al tiempo que mando un «mensaje de ánimo» a los gaditanos.

La Asociación Española de Consumidores (ASESCON) nació hace un año. ¿Con qué objetivo y cuál es la diferencia con el resto de asociaciones de consumidores?

Porque, desde nuestro punto de vista, había un déficit en el ámbito del consumo. Nuestro lema como organización es siempre el consumo en positivo, constructivo, colaborativo, tan necesario hoy en día. Hasta ahora el consumo era confrontación, trinchera, anuncios de fraude constante. Y la realidad del consumo desde nuestro punto de vista no es así. El 90% de las relaciones que tiene un consumidor con una empresa o una administración pública son satisfactorias. Desde ese punto de vista, para ayudar no solo al consumidor en sus relaciones, que hoy en día no quiere confrontación, problemas ni trinchera, también entendemos que tenemos que poner en valor al 90% de las empresas que actúan diligentemente y cumplen. Cuando se comete un fraude no solo perjudica al consumidor, sino también al sector empresarial que cumple con la normativa. Por eso también necesita de la puesta en valor por parte de una organización de consumidores.

¿Cómo se hace esta puesta en valor en positivo?

Evidentemente, cuando hay algún fraude nosotros lo hacemos público, señalamos a los culpables y defendemos al consumidor. Pero lo que sí es cierto que, con ese 90% que te decía anteriormente, nosotros lo que estamos planteando es siempre colaboración. Esa es nuestra línea de trabajo principal. Por eso este primer año estamos haciendo un intenso trabajo de interlocución con todos, con agentes económicos, agentes sociales, asociaciones y con las propias administraciones públicas para, desde una perspectiva de colaboración, de unión, de consenso, dar solución a todos esos problemas que tenemos hoy en día a los consumidores. Y la verdad es que en este primer año estamos muy satisfechos con la respuesta que hemos tenido. Es cierto que en muchos casos hemos visto que muchas entidades son reacias a reunirse con una asociación de consumidores porque nos tienen miedo. Y quiero decir que no tengan miedo, que hay asociaciones de consumidores que defienden al consumidor, pero que también lo hacen de una manera positiva y que además pueden potenciar también la actividad económica de una determinada empresa que actúe siempre dentro del marco legal establecido.

¿Puede acudir a ustedes cualquier consumidor que lo necesite o hay que asociarse?

La atención siempre la hacemos gratuita. El consumidor que quiera consultar o conocer sus derechos siempre nos va a tener informándole y formándole a través de nuestros diversos canales. Ahora bien, ya cuando conlleva una actuación de nuestro gabinete jurídico entonces sí pedimos al consumidor que se asocie.

Pero también hay que darle un mensaje al consumidor de que no se asocie únicamente por un problema, por una reclamación, sino porque es necesario fortalecer a las asociaciones de consumidores porque somos su defensa ante determinados abusos que se están cometiendo.

Y también es importante que el consumidor se asocie desde un punto de vista preventivo. Un consumidor bien formado e informado será menos vulnerable que el que no lo está. En nuestro caso el consumidor tiene herramientas a través de nuestra web, redes sociales y la revista digital que vamos a poner en marcha, a través de la que nuestros socios van a recibir información periódica de los temas de interés y de sus derechos. El consumidor tiene que ser consciente, crítico y activo.

En este año en funcionamiento, ¿cómo ha sido su actividad? ¿A cuántos consumidores han atendido y cuántas reuniones han tenido?

Estamos en torno a los 400 socios. Nos llegan de toda España y el 80% es por algunos problemas que está viviendo: cancelaciones de vuelos, problemas con compañías eléctricas o con entidades financieras, por tanto, desde esa perspectiva.

Respecto a las consultas, desde septiembre, que fue cuando iniciamos nuestra actividad, a diciembre del año pasado recibimos 1.500. Estamos muy satisfechos porque, a pesar del poco tiempo, la respuesta que están teniendo los ciudadanos es muy positiva.

A nivel de reuniones no tengo cuantificadas las que llevo. Por ponerte un ejemplo, hoy hemos tenido una reunión con la Federación Gaditana de Personas con Discapacidad (FEGADI) y con la Confederación de Empresarios de Cádiz. De aquí salgo para Granada, que tengo otra reunión esta tarde. Y ese es nuestro día a día de trabajo sin parar y muy satisfechos. Hay que darle la tranquilidad a las empresas que nosotros vamos a sumar y que si nos reunimos con ellas es porque vemos que cumplen con la normativa.

¿De qué materia reciben el mayor porcentaje de consultas?

Al principio, el verano pasado, las consultas fueron sobre cancelaciones de vuelo. Después otros sectores, como el del suministro eléctrico, que es el que más problemas plantea, o el sector bancario. Este último está cambiando, antes las asociaciones de consumidores nos encontrábamos con un muro en las entidades financieras. Ahora, en esta nueva etapa, detecto empatía por parte de las entidades financieras para solucionar los problemas y ponerse a disposición del consumidor. La mediación y el consumo en positivo en el que estamos trabajando va a dar sus frutos a medio y largo plazo.

¿Cada vez los ciudadanos reclaman más y son más conscientes de sus derechos?

Reclaman más de boquilla. En redes sociales, por ejemplo. El paso a tramitar la reclamación se deja al lado y hay que animar a los consumidores a que reclamen y a que hagan valer sus derechos por escrito, a través de los canales establecidos para ello tanto a nivel público en las oficinas municipales de información al consumidor como con las asociaciones. También en temas que no van asociados al punto de vista económico, sino al trato recibido. El consumidor tiene que ser exigente en cuanto a sus derechos y no conformarse con cualquier respuesta o vulneración. Es importante que la gente reclame porque la unión hace la fuerza.

¿Qué consejos le daría usted a un consumidor para su día a día?

En primer lugar, la prevención, preguntar. Se trata un segundo en firmar un contrato y años en salir de un problema. Nos gusta cuando antes de firmar los consumidores nos vienen a preguntar y entonces es ahí donde podemos atajar el problema de primera mano y evitar que pueda ser una reclamación en el futuro o un fraude.

Y, por otro lado, recomendaría al consumidor sentido común. Muchos fraudes se producen porque el consumidor se deja llevar por la inmediatez en la respuesta. Y ahí el consumidor tiene que estar siempre alerta porque cada vez los fraudes, con las nuevas tecnologías, son más sofisticados. Usando el sentido común se evitaría el 80% de los fraudes.

Estamos viviendo un aumento progresivo de los precios. ¿El consumidor puede hacer algo al respecto?

Ahí las asociaciones de consumidores tenemos un papel fundamental a la hora de exigir. Y nuestra asociación ha sido muy crítica con determinadas medidas que se están tomando, porque además se está hablando con demasiada ligereza de vulnerabilidad de los consumidores y vulnerables hoy en día podemos decir que somos el 80% de los consumidores por cualquier cuestión, puede ser por el precio de los carburantes, de la electricidad o de la cesta de la compra que se ha disparado un 50% y sigue subiendo.

Estamos siendo muy críticos con las decisiones que se están tomando y hemos pedido al Gobierno que no engañe al consumidor porque éste ya es adulto para saber comparar precios y calidad en los distintos establecimientos. También con el ministro Planas, que decía que los precios iban a bajar y hemos visto cómo no sólo no han bajado, sino que siguen subiendo. Y también hemos pedido que no hagan demagogia y que se reúnan con todos los sectores, incluidos distribuidores y productores. Animo a los representantes públicos a que conozcan la realidad del consumo en todas las facetas, no solo lo fácil o lo demagógico. Pedimos medidas que no sean coyunturales, sino a medio-largo plazo para que nuestra economía vea cómo baja el IPC y que esto no vuelva a pasar en el futuro.

Al consumidor, desgraciadamente, hay que darle el mensaje de que tiene que resistir. El 80% de los ciudadanos lo está pasando muy mal y no hablo de personas en desempleo, sino gente que tiene su trabajo y que de un año para otro han visto cómo su vida se ha complicado. Nosotros queremos ayudar a esos consumidores con un proyecto social para ayudarles, acomodar sus pagos, y ver qué posibilidades jurídicas pueden tener para solucionar sus problemas económicos. Sin miedo ni vergüenza, porque muchos consumidores pasan vergüenza hoy en día. Un 60% de los consumidores tienen sobreendeudamiento.

Nos queda un año duro. No podemos decir que lo peor ha pasado porque no lo sabemos realmente. Hemos pasado una crisis financiera que todavía está durando por la crisis de carburante y ahora estamos inmersos en una crisis de la cesta de la compra. Ojalá esto vaya a mejor por el bien de los ciudadanos. Pero desgraciadamente todavía quedan meses duros.

¿Han servido para algo los mecanismos de control del Gobierno ante la subida de precios?

No. Son medidas coyunturales en un momento determinado pero si siguen subiendo los costes seguirán subiendo los precios. Nosotros hemos pedido también bajar el IVA del 21% de la carne y el pescado para ayudar a los consumidores y también a esos dos sectores que necesitan vender más.