Mi rincón favorito
Un proyecto lleno de alegría y esperanza
Myriam ha creado, junto a su familia y amigos, la Fundación Manuel Maestre Dávila, en honor a su hermano Manolito, fallecido el 24 de julio de 2011
Myriam Maestre Dávila es una jerezana nacida en la mítica Cruz Roja de la ciudad, a escasos metros de la Plaza del Caballo y que hace ya algunos años dejó de existir. Aunque adore su tierra y su provincia donde ha vivido hasta que se fue a estudiar la carrera a Madrid, siempre ha sentido una gran debilidad por Sevilla, donde tenía a su familia Dávila Ybarra. Y es que para ella lo más importante que hay en la vida junto a Dios, es la familia.
Nuestra protagonista de hoy es licenciada en Derecho y ADE (E3) por la reconocida Universidad Pontificia de Comillas, ICADE con quien pudo disfrutar de un erasmus en Suecia, algo que recuerda como una maravillosa experiencia, aunque con un poquito de frío, acostumbrada al gran clima de Cádiz. Al terminar sus estudios trabajó en diversas empresas como Iberdrola, aunque actualmente tiene su foco profesional enfocado a las finanzas, donde es banquera privada en la sucursal madrileña del banco suizo Credit Suisse.
La jerezana cada vez que puede vuelve a su tierra donde disfruta de las cosas que le gustan y que con el bullicio de la capital es imposible. Además, ahora tiene un aliciente especial para volver y es que es madre de tres hijos, dos niños y una niña. El último, Manolito, nació hace tres días, «habrá amigos que incluso se estén enterando por este artículo», dice entre bromas. «La calidad de vida que encuentro en la provincia, sobre todo para los niños es inviable tenerla en Madrid. Vivo a las afueras de Jerez y tener la playa a eso de 20 minutos es un lujo. Los niños disfrutan mucho del mar, jugando con la arena, coincidiendo con los hijos de otras amigas… esto son cosas que me recuerdan mucho a mi niñez donde solía hacer lo mismo con mis primos. Muchas veces pienso en como vivíamos cuando éramos pequeños, rodeados de naturaleza, espacio para correr y jugar, muchas zonas verdes, y por supuesto sin necesidad de las tecnologías para entretenernos. Ahora, veo a mis hijos viviendo en Madrid, donde por supuesto hay muchas posibilidades, muchos planes y mucha gente, pero no es tan fácil disfrutar de largas tardes al aire libre como lo teníamos nosotros y es por ello que me siento una privilegiada de haberme criado en el ambiente en el que lo he hecho, en este destino que es la provincia de Cádiz, junto al río Guadalete, donde con un rango de no más de 1 hora puedo estar en la sierra, en playas paradisiacas o en Sevilla donde tengo a gran parte de mi familia».
Myriam es una persona extremadamente familiar y es que si vas a su casa es raro no encontrarte por allí a algún primo o tío suyo. Eso es otra de las cosas que valora de poder estar aquí con los niños, porque dice que nunca le faltan manos para ayudarle o simplemente entretenerlos. Nos cuenta una anécdota, y es que hasta hace poco veraneaban en Vistahermosa en casa de su abuela Socorro Ybarra Hidalgo cinco familias completas alguna como es su caso, incluso formadas por tres generaciones. «Al principio queríamos hacer turnos, pero lo pasábamos tan bien que nadie quería quedarse fuera de esa casa a la que llamábamos 'la Comuna', por tanto, al final, optamos por hacer obra y hacer más cuartos para que cupiéramos todos. Los niños todos en un cuarto lleno de literas», recuerda entre risas. Y es que eso es para ella el verano, la casa a tope y todos juntos. «A veces, para desconectar de ese jaleo me gustaba irme con mis amigas a pasar el día a alguna playa como Zahara o Cortadura donde disfrutábamos de horas de charlas, jugamos a las palas y donde no faltaba nada en nuestros picnics». Otra de las aficiones de la banquera especialmente en verano son el pádel y el golf, aunque quienes la conocen dicen que su deporte preferido es competir, aunque también nos chivan que cuando era más joven ganaba más que ahora.
Además de su trabajo, Myriam ha creado junto a su familia y amigos una fundación en honor a su hermano Manolito, fallecido el 24 de julio de 2011 con tan solo 23 años en un accidente de tráfico en Argentina. «Nacemos oficialmente en mayo de 2012. Las ganas e ilusión que Manolo transmitía con su vida, hicieron que su gran cantidad de amigos quisieran embarcarse en este camino de solidaridad, cercanía y alegría; recordando a Manolo de forma activa a través de la este proyecto».
El objetivo de la fundación es ayudar a otras fundaciones financiando sus proyectos y aportándoles los voluntarios que necesiten para llevarlos a cabo. «Para ello buscamos proyectos necesitados de ayuda que cumplan con el espíritu de la FMMD y organizamos eventos benéficos para conseguir financiación y transmitirla a estos proyectos seleccionados. De hecho, la mayoría de estas actividades suelen ser en verano. En nuestros comienzos solíamos hacíamos un festival taurino donde muchos de los que toreaban solían ser amigos de Manolito. Esto se ha organizado en distintas plazas de la provincia como la de los Barrios, Jerez o Sanlúcar. Ahora organizamos torneos de golf, croquet o tiro pinchón. También contamos con una gran rifa a favor de la Fundación Dacer en la que hay hasta una raqueta de Rafa Nadal, firmada por el mismo», nos cuenta Myriam.
Los próximos 3 y 4 de agosto, la Fundación Manuel Maestre Dávila celebrará en el Villanueva Golf su tradicional Gran Premio, tanto de golf como de croquet que se completará con una cena y la entrega de premios. Para quienes quieran apuntarse pueden hacerlo a través del siguiente correo electrónico: fmmd@fundacionmmd.org.
Hay muchas personas implicadas detrás de este proyecto, pero sin duda, otro de los retos que buscan es el de involucrar a los jóvenes haciéndoles que se sientan muy cómplices con la colaboración en la FMMD y «es que ellos son el motor para que todos estos eventos salgan adelante».
Gran parte del éxito de la Fundación sin duda es el trabajo que hacen sus patronos, pero también el de muchos de sus colaboradores que están ahí por el gran cariño que sentían por Manolito, y es que como explicaba el otro día el sacerdote que ofició la misa de su XI aniversario, no era una persona común. Él destacaba por donde iba, hacía reír a todo el mundo, tenía el don de la palabra y de tener la adecuada para cada persona, era un poeta y muchos le recordaran por sus escritos, es imposible no recordarle con algún momento divertido o alguna anécdota, amigo de sus amigos y este es triunfal proyecto es el resultado de haber hecho bien las cosas. Sin duda para Myriam la Fundación es el mejor tributo a su hermano y es por eso que dentro del poco tiempo que le queda trata de entregarse al 100% a ello porque gracias a ella se ha podido ayudar y hacer felices a mucha gente. Como a su manera hacía Manolito, haciendo un poquito más feliz al que tenía al lado.
Lo veranos de ahora para Myriam son mañanas de playa y Bucito con sus niños en Vistahermosa que es uno de sus lugares favoritos de la provincia por los recuerdos que le trae, partidas de golf con amigos, y dedicarse a que los eventos de verano de la Fundación sean todo un éxito, que suelen serlo.
Myriam es una persona trabajadora, competitiva en el buen sentido de la palabra, porque busca mejorar cada día en todos los aspectos de su vida, con una fe en Dios inquebrantable que le permite superar cualquier obstáculo que le pone la vida con una sonrisa, es la alegría entre sus amigas porque solo con verla ya te tienes que reír, nos cuentan desde su entorno Tiene un gran corazón al que le cuesta entender la maldad de la gente. Algún día le gustaría volver al sur para que sus hijos puedan vivir esta vida con la que ella se ha sentido tan feliz. Amante del campo como su marido Goni, quien seguro piensa que un día fuera del campo ya es un día perdido. «Y es que cuando has vivido como se vive en el sur de España, más concretamente en la provincia de Cádiz es difícil mejorarlo» concluyó.
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