PROVINCIA
La finca 'El Lentiscal', la última adquisición de Altanea y el chef José Andrés: «Ahora mismo, el proyecto es una hoja en blanco»
El proyecto aún no está definido, pero la intención de la promotora cordobesa es «consensuarlo» con todos los agentes implicados
Se pretende que «lo que se haga tenga el mínimo impacto» en el ecosistema
Adelante Andalucía reclama la expropiación de los terrenos «para garantizar su protección efectiva y evitar su mercantilización»
La promotora cordobesa Altanea ha comprado la finca 'El Lentiscal', situada junto a la playa de Bolonia, en Tarifa. La parcela, que anteriormente pertenecía a Endesa, tiene una superficie de 190 hectáreas y, hasta el momento, el proyecto que se llevaría a cabo en el Parque Natural del Estrecho, un área protegida, no está definido. «Lo que hay ahora es una hoja en blanco. Simplemente se ha comprado el terreno», explican fuentes consultadas por LA VOZ DE CÁDIZ, quienes confirman que uno de los socios de la promotora es el chef José Andrés.
Tras la compra de la finca, registrada en el Registro de la Propiedad en diciembre de 2024, se abre un «periodo de escucha» durante los próximos meses con los distintos actores implicados —administraciones públicas locales y autonómicas, empresarios, vecinos y también organizaciones como los grupos ecologistas— para ver «qué es lo que finalmente se lleva a cabo». «Lo que se haga va a estar absolutamente consensuado», afirman. Altanea pretende «contribuir a la ordenación de los accesos y ayudar en todo el caos que existe en una zona muy castigada por afluencia del turismo máximo» y al mismo tiempo que «lo que se haga tenga el mínimo impacto», según las fuentes. «No queremos que las vacas se vayan de allí», aseguran. Para ello, reconocen, que hay que intervenir «lo mínimo».
La promotora cordobesa es una compañía especializada en la transformación de suelo que apuesta «por iniciativas que permiten la regeneración de grandes espacios a través de actuaciones de bajo impacto». Según su página web, su área de actuación está formada por 'Regeraqua', una plataforma dedicada a la regeneración de aguas residuales; la transformación de suelo; y el turismo sostenible, basado en los 'Gamplings', alojamientos que fusionan el glamour y el camping. En la provincia de Cádiz, Altanea cuenta con uno de sus Gampling de lujo en Chipiona. Por otra parte, entre otros socios se encuentra el dueño de Rolwind, una compañía especializada en el mix energético renovable; sin embargo, según fuentes consultadas por LA VOZ DE CÁDIZ, el chef Ángel León no es uno de los promotores.
Uno de los primeros obstáculos a los que se enfrenta la promotora es la categoría de suelo rústico. «Hay que sentarse con la Junta de Andalucía y ver cuáles son los usos posibles que puede tener aquello y ver qué piensan ellos», afirman. Pese a ello, confían que gracias al «perfil amable de la empresa» se logren alcanzar acuerdos con las administraciones y el resto de agentes sociales y sostienen que «no hay prisa». En el interior de la finca adquirida por Altanea se encuentra la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Bolonia que «da servicio actualmente a 4.400 personas a lo largo del año en una pedanía que triplica su población durante el verano». Los terrenos que recientemente han pasado a manos de la promotora de Córdoba estaban puestos a la venta por Endesa desde hace 12 años.
Adelante Andalucía se ha pronunciado ante la compra de los terrenos y su posible uso. «Esta operación perpetúa un modelo de explotación de recursos naturales que debería haberse superado hace décadas», defiende Leti Blanco, la coportavoz provincial de Adelante Andalucía, quien reclama la expropiación de los terrenos «para garantizar su protección efectiva y evitar su mercantilización». «Los terrenos de Bolonia, con su riqueza histórica, ecológica y paisajística, deben ser preservados como un espacio libre de intereses especulativos y para todas», afirma.
En ese mismo enclave natural, en una de las últimas playas vírgenes de Cádiz y para muchos una de las más espectaculares de España por su enorme duna y agua cristalina, se logró frenar la construcción de una central nuclear, impulsada por la Compañía Sevillana de Electricidad en 1973.
