PESCA
Las limitaciones de pesca del atún rojo obligan un año más a las almadrabas gaditanas a comprar cuota a pesquerías del Mediterráneo
La de Conil celebra el acto simbólico de bendición de las artes y el bautizo de los cinco nuevos marineros
Este jueves comienza el calamento con la colocación de cables y boyas
Culmina con éxito la campaña de pesca del atún rojo en las almadrabas gaditanas
Las almadrabas gaditanas vuelven a poner en hora el reloj biológico del Estrecho. Este miércoles se ha dado el pistoletazo de salida al inicio de una nueva temporada de pesca de atún rojo salvaje en nuestras aguas. La almadraba de Conil que, junto con la de Zahara, y Tarifa está integrada en la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba, acaba de arrancar los preparativos previos al calamento. Este jueves los almadraberos volverán a sus barcos para colocar las primeras boyas a unas seis millas de la costa y delimitar el espacio donde realizarán la 'levantá' de atunes.
Las instalaciones de la almadraba de Conil han sido este miércoles escenario de la celebración de un acto simbólico en el que se han bendecido las artes de pesca y donde se ha deseado buena campaña «con la ayuda de Dios». El padre Yelman Bustamante se ha encargado de bendecir las redes y a la familia de almadraberos en un emotivo acto en el que se ha recordado a Mané, un compañero fallecido el pasado año. El sacerdote ha pedido confianza a los pescadores recordando un pasaje del Evangelio (Lucas 5, 1-11) donde Simón, en un mal día de pesca, hizo caso a la palabra del Señor y volvió a echar las redes. El resultado fue una inmensa captura. El sacerdote se refirió también a la familia que forman los almadraberos, ya que es una tradición que pasa de padres a hijos. De hecho, la plantilla de la almadraba de Conil se rejuvenece este año con cinco nuevas incorporaciones.
Los preparativos de las almadrabas marcan un ciclo, más bien una nueva etapa en el calendario, que anuncia la llegada de la primavera. Los almadraberos se dedicarán en los próximos días a engrasar cables, ajustar redes y cabos, poner a punto las embarcaciones y a limpiar las boyas.
No hay que olvidar que un temporada de almadraba consta de tres fases, el calamento, que se inicia ahora. En ella se preparan todos los enseres que después se trasladan al mar como son las boyas, redes y anclas. La segunda fase será la de pesca, que se dará entre finales de abril y principios de junio con las tradicionales levantás; y la leva, última fase en la que se recoge todo el material que ha facilitado la captura del atún rojo salvaje de almadraba en la costa gaditana.
Mano de obra
Pero no es otro todo lo que reluce en este sector que da empleo a unas 400 personas de forma directa y genera un millar de empleos indirectos, además del fuerte impacto gastronómico que supone la pesca de esta especie salvaje de atún.
La directora Gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba, Marta Crespo, se ha referido a la cuota asignada a las almadrabas para esta campaña de 2025 y ha señalado que es la misma que la de 2024 y de 2023.
La Iccat, organismo internacional que regula la pesca del atún, cerró en 2022 el debate sobre el aumento de cuotas en su reunión anual, celebrada entonces en Vila do Lobo (Portugal), advirtiendo de que la cuota se mantendría invariable hasta 2025. Es decir, las cuatro almadrabas mantienen una cuota general de 1.643 toneladas de pesca, lo que supuso un incremento del 10%, con respecto a 2022. Esta cifra se ha repetido en los dos últimos años y estará vigente también la campaña de pesca que arrancará el próximo abril. Los almadraberos confían en que esta cuota aumente en la temporada de 2026, «porque la especie ya está totalmente recuperada».
El reparto de la misma será idéntico al de 2024. Así la de Barbate dispondrá de 454,124 toneladas; la de Conil, 413,264; Zahara de los Atunes tendrá de 426,325 y, por último, Tarifa, la más pequeña de las cuatro, podrá capturar 349,454 toneladas de atún rojo salvaje.
Esta situación que limita la pesca del atún rojo de almadraba a una cuota asignada por el organismo regulador obliga a los almadraberos gaditanos a acudir a otras pesquerías a comprar cuota. De hecho, Marta Crespo ha avanzado este miércoles que la organización a la que representa ya ha comprado 70 toneladas a otras pesquerías del Mediterráneo y seguirá con esta medida hasta que empiece la temporada.
En este sentido, Crespo ha comentado que la industria que se mueve alrededor de esta pesca artesanal y milenaria es muy grande porque afecta también a su comercialización y distribución. Entorno a ella se ha creado un auténtico negocio gastronómico. Así, el principal comprador del atún rojo de almadraba sigue siendo Japón, con un 40%, mientras que el resto se reparte entre España y Europa.
El motivo por el que arrancan ahora los preparativos de las almadrabas no es otro que la llegada de las mareas vivas. Una mar en calma favorece el trabajo del calamento y la posterior colocación de las anclas en el fondo del mar que formarán ese laberinto marino donde el atún descansa en su periplo entre el mar Atlántico y el Mediterráneo cada primavera-verano.
En la misma línea que Crespo se ha pronunciado la alcaldesa de Conil, Inmaculada Sánchez, de Andalucía x Sí, que ha destacado el ambiente familiar que se respira en las almadrabas y también ha valorado su presencia en la economía gaditana como generadora de empleo. De hecho, ha señalado que el origen del municipio de Conil hay que buscarlo en su tradición almadrabera y ha reivindicado también una mayor cuota para alargar la temporada de pesca,.
Precisamente sobre el inicio de la temporada de pesca se ha referido el capitán de la almadraba de Conil, Antonio Ponce, que prevé que las primeras 'levantás' se lleven a cabo entre el 18 y el 23 de abril.