Naufragio en Cádiz
El armador del 'Rúa Mar' ocultó a Salvamento que los tripulantes llevaban un teléfono satélite para poder contactar con ellos
La Policía investigaba a Pedro Samuel Maza y a su mujer tiempo antes y detectó que, según sus vigilancias, lideraba una banda dedicada al narcotráfico
El armador del 'Rúa Mar', Pedro Samuel Maza, el barco pesquero de Algeciras que naufragó en enero de 2020 cuando navegaba cerca de las costas de Marruecos cargado con un alijo de hachís y que le costó la vida a todos sus tripulantes, seis, se tendrá que enfrentar a una petición de cárcel que llega hasta los 114 años, la suma de penas que solicita para él la Fiscalía. Se le acusa de los delitos de homicidio, pertenencia a grupo criminal, contra la salud pública, estafa, blanqueo de capitales, y un delito contra el derecho de los trabajadores. .
Pedro Samuel Maza, actualmente en la prisión de Botafuegos, es para los investigadores y la acusación pública el máximo implicado en esta causa ya que era el responsable de la embarcación y, según se sostiene, quien manejaba los hilos de una organización 'tapadera' dedicada al tráfico de hachís. Pedro Maza además está siendo investigado en otros procedimientos también relacionados con el tráfico de drogas.
En el escrito de acusación del procedimiento relativo al 'Rúa Mar', la fiscal Antidroga del Campo de Gibraltar detalla las circunstancias en las que tuvo lugar el naufragio de este barco que causó una gran conmoción social. Entre otras cosas no se entendía cómo con tan mala mar, en medio de un fuerte temporal, este palangrero hubiera salido a faenar e intentara llevar el rumbo que llevaba.
Pues bien, la calificación, entra en los detalles de lo que ocurrió momentos antes y después del fatídico naufragio. Según se relata, a fecha de los hechos, Pedro Maza y su mujer -que ya estaban siendo investigados por la Policía por narcotráfico- «lejos de desistir de sus actividades ilícitas prepararon entre finales de 2019 y primero de 2020 un nuevo traslado de sustancias estupefaciente».
Por ello con motivo de la inspección de otra embarcación comprobaron que ésta no podía salir a faenar por fallo y averías, por lo que determinaron que para esa nueva salida usaran la 'Rúa Mar'. Así, durante esos días existen reuniones de los implicados «con cada vez más frecuencia en el interior del vehículo de Maza». Las conversaciones intervenidas muestran como se va a producir un nuevo traslado de sustancias estupefaciente el día 7 de enero de 2020.
Tras esta conversación, en los días sucesivos de enero de 2020, son cada vez más continuas estos encuentros entre los acusados así como cada vez más continuos las observación de movimientos extraños que se producen en las diferentes embarcaciones, «con el claro objetivo de despistar».
El 22 de enero de 2020, los agentes en el operativo de vigilancia observaron cómo dos tíos de Pedro Samuel Maza, Antonio Javier y Ángel Maza, se dirigieron al puerto de Barbate y se embarcaron en el 'Rúa Mar' junto con otros cuatro marineros, Antonio Fernández, Daniel Gallego, Iván Cazorla y Óscar Maquera. Posteriormente se comprobó que en la lista real de la tripulación inscrita en el Ministerio de Fomento no constan como miembros dos de los fallecidos .
Cuando ya el 'Rúa Mar' estaba en el mar, el 22 de enero de 2020, los investigadores comprobaron como Maza fue recogido por su pareja y se dirigieron a Algeciras donde se encontraba el supuesto encargado de trasladar la droga tras llegar al puerto. De nuevo en el coche y tras la reunión el armador habla con su tío y fallecido. Le comenta que algo ha sucedido en el barco y que tienen un avería.
Resultado del dispositivo de sonorización se conoce la conversación de Pedro con su tío , escuchando a Pedro decir , «esperando a que me llame estoy, yo que sé 'picha', pero no vea el rollazo , fuoo!!! es que yo no lo se porque si se ha roto el embrague supongo que...».
La embarcación permaneció a lo largo de toda la tarde en la misma zona marítima, de aguas marroquíes en la parte oeste de Tánger. Sobre las 19.32 horas, los agentes vuelven a ver a Pedro en el vehículo, el cual llega a su casa y no vuelve a salir, «no detectándose ninguna actuación que estuviera dirigida a solucionar el problema del barco».
En el trayecto a casa Pedro contacta con su mujer y le explica lo ocurrido con la avería , contestado ella «Pedro que lo tiren... ».
Primer aviso
Es a partir de la madrugada del día 23 de enero de 2020 , cuando se detectan hasta cinco intentos de contacto por parte de Salvamento Marítimo con el teléfono intervenido del armador. ( 02:57:43; 02:58:04; 02:58:29; 02:58:47; 02:59:06); hasta que finalmente sobre las 03.10 de la noche, Salvamento Marítimo consigue hablar con él y le informan que la baliza de posicionamiento de la embarcación ha saltado (lo que significa que la baliza posicionada en el mástil ha tocado agua).
En esa llamada Salvamento Marítimo le pregunta al acusado si tiene algún modo de contactar con la embarcación, a lo que Maza responde que «no posee modo de contactar con la embarcación», omitiendo, «con desprecio de los riesgos que sabia estaban incurriendo los marineros, que la tripulación poseía un teléfono satelital con el que se comunicaba con él», como se comprobó en la tarde del día 22 de enero de 2020.
Tras la llamada de Salvamento Marítimo, el acusado efectúa, hasta seis llamadas más, entre las 03.18 y las cinco de la mañana, «con el fin de aparentar preocupación e interés por su tripulación».
Según la radio baliza del barco 'Rua Mar', el barco se hundió y la zona señalada de posible hundimiento sobre las 01.30 horas del día 23 de enero de 2020 a 28 millas de Cabo Espartel (Cerca de Tánger ) y desde ese momento se activan las labores de búsqueda por tierra, mar y aire.
Según informe de Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en el momento del hundimiento el pesquero se encontraba fuera de la zona permitida según su certificación.
En la mañana del día 23 de enero de 2020, tras conocerse el naufragio, el armador, «conociendo que no tiene abonado el seguro de responsabilidad civil de la embarcación, efectúa un ingreso a favor de una aseguradora, «con el fin de cubrir el pago de las cuatro cuotas pendientes de cumplimiento, comunicando la fecha del siniestro después de que el ingreso estuviera realizado, para cubrir el descubierto».
Tras el naufragio, fueron recuperados los cuerpos de los tripulantes de la embarcación: Antonio Maza y Óscar Maquera, no pudieron ser recuperados los cuerpos de Iván Cazorla, Ángel Maza, Daniel Gallego y Antonio Fernández.