sociedad
La pasión por el mar de una gaditana que deja huella en el norte con mucho arte
Teresa Estudillo Ramos, natural de El Puerto, acabó recalando en Asturias tras acabar la carrera de Bellas Artes en Sevilla

«Una gaditana tan enamorada del Cantábrico que fotografía la pesca de la caballa a bordo del Mundaka, uno de los barcos que escoltara a La Gabrielle», apunta la prensa local. «Una mirada artística al duro oficio de la pesca en el Cantábrico», se añade.
Esa gaditana, natural de El Puerto de Santa María, se llama Teresa Estudillo Ramos. Tras acabar la carrera de Bellas Artes en Sevilla, acabó recalando en Asturias. Durante la pandemia, conoció a su actual pareja, un percebeiro del concejo de Tapia de Casariego, y terminó estableciéndose con él en esta villa marinera asturiana.
«El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!», que escribiera Rafael Alberti. «El mar, la mar, el mar de Cádiz es la pasión pura y primera», que añadiera Juan Carlos Aragón. Teresa Estudillo es una apasionada del mar. Y está dejando su huella en el norte con mucho arte. Hace un año, bajo el seudónimo de Teresa Esra, inauguró una exposición, bautizada como 'Historia de un marinero', que sigue recorriendo municipios de la zona, de Asturias y Galicia.
La muestra está compuesta inicialmente por grabados, acuarelas y dibujos. Sumerge al espectador en el mundo del mar a través de los ojos de un marinero, desvelando «la belleza y el valor de las pequeñas cosas que pasan desapercibidas a simple vista». En la exposición se muestra un videoarte narrado por Javier Carnicer, que presenta las frases que acompañan a los dibujos de la exposición, tejiendo así la cautivadora narrativa de 'Historia de un marinero'.

La exposición se divide en tres partes principales: la primera, centrada en 27 ilustraciones a plumilla que nos transportan a la vida y perspectiva de un marinero; la segunda, compuesta por seis grabados detallados que destacan la belleza de los percebes y otras pequeñas maravillas marinas; y la tercera, una colección de cinco acuarelas que capturan la esencia del paisaje marítimo de Tapia de Casariego.
Además de su valor artístico, la exposición busca resaltar la importancia de los detalles y rendir homenaje a la figura de los marineros y percebeiros, a menudo subestimados en la sociedad actual. Es una llamada a apreciar las pequeñas cosas y a reconocer el arduo trabajo de quienes dedican sus vidas al mar.
Con una trayectoria marcada por su formación en Bellas Artes y su profundo vínculo con el mar a través de su pareja y su familia, Teresa ha logrado crear una obra que cautiva visualmente y logra transmitir emociones.
Y no para. El contacto con marineros y percebeiros le abrió la puerta para contar una historia que gusta mucho allá donde se presenta, y que ahora tiene una segunda parte «más profunda». Quiere que la continuación de la historia tenga mayor raigambre con la cultura marinera. «Ahora la comprendo mejor, veo el valor de salir a la mar, la situación de cada uno de los que salen, el tiempo que gastan en el oficio...», explica a la prensa local.
Para esta nueva historia ha sido acogida por tres embarcaciones. Se hizo a la mar con Punta Galiño, de Tapia, cuyo patrón es Diego García; Nueva Soirana, de Viavélez, con Félix López de patrón, y Madre América, con base en Ortiguera pero amarrado y faenando en la zona de Puerto Vega, con Marcos Pérez de patrón. Todos estuvieron muy pendientes y amables, y trataron todo el tiempo de enseñarle los entresijos del oficio.

Aunque no quiere desvelar demasiado el contenido de su nueva historia, adelanta que añadirá muchas cosas. Incorporará técnicas como la acuarela y también propondrá piezas de escultura. Será una muestra más compleja. Ha atesorado un buen número de fotografías sobre las que va a trabajar.
La idea, según ha trascendido, es estrenar la muestra en Tapia de Casariego, que es donde empezó 'Historia de un Marinero', y lo ideal sería hacerlo en torno a la celebración de la Virgen del Carmen, el 16 de julio. No será fácil tenerlo para entonces. Lo que tiene entre manos es un trabajo que no para de crecer y mejor tomárselo con más calma que prisa.
Biografía
Teresa Estudillo Ramos, Teresa Esra (pseudónimo que nace de la fusión de sus apellidos) nace en 1993 en la provincia de Cádiz, natural de El Puerto de Santa María, lugar donde transcurre su infancia y adolescencia.
En la última etapa de su carrera, mientras elabora su TFG, se traslada a Asturias, localización que se transforma en su residencia en ese momento, y donde pasa la mayor parte del tiempo.
Es en Tapia de Casariego y gracias a su pareja, marinero y percebeiro, donde mantiene un contacto más estrecho con el mundo del mar, sirviéndole de inspiración.
«Al principio, fue un poco duro», confesaba recordando su llegada a Asturias. Se encontró «con un mundo muy diferente, por la personalidad, el ambiente y las costumbres». Llegaba de una ciudad como Sevilla, con «muchísimo ambiente artístico», que implicaba además facilidad para encontrar sitios donde comprar materiales. «Aquí tengo que pedirlo online», apuntaba.
Su aterrizaje en Tapia le abrió mucho los ojos y la mente: «Tuve la oportunidad de irme con los marineros y estar allí para que me enseñasen; cuando ven que te interesa, que no es postureo, te abren las puertas, son ellos mismos los que están más dispuestos a enseñarte».
No pasa por alto el oficio de pescador y dela claro que admira el peligroso oficio de su pareja. «Gente que sale con temporales tanto al percebe como a la faena de la mar. Deberían tener más ayudas tanto para los jóvenes como para los patrones más mayores; es cierto que los menores de 35 años tienen ayudas, pero te piden que adelantes el dinero; yo conozco a un chico de 24 años que quiere entrar en el oficio pero no tiene dinero para adelantar; debería hacerse de otra manera, no debería perderse un oficio de toda la vida. Nunca lo puedes prever del todo, viene un mal golpe de mar y te lleva; los que yo conozco, varias veces se han llevado algún susto: golpes en la mandíbula, brechas en la cabeza».