URBANISMO
La 'operación Delphi' cumple un año
El tira y afloja entre el Cádiz y la Autoridad Portuaria mantienen el futuro de este suelo industrial en un laberinto administrativo y judicial
Lo más llamativo de estos doce meses de litigio ha sido el desmantelamiento del complejo industrial, que ha sido reducido a escombros
La próxima semana se cumple un año de la 'operación Delphi' promovida por el Cádiz CF. Los gestores del club amarillo, a través de la sociedad Indanspo SL, ahora Sport City Cádiz, se hicieron con los terrenos de la antigua factoría por 2,5 millones de euros, además de 1,7 millones en concepto de IBI, pagados al consistorio de Puerto Real, más 99.000 euros de gastos de gestión. El objetivo del club no es otro que levantar en ellos la ciudad del deporte, un proyecto bautizado con el nombre de Sportech City.
Sin embargo, la iniciativa deportiva de la dirección del Cádiz ha chocado directamente con los intereses de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), que cinco años antes había puesto sus ojos en los terrenos de Delphi para poder ampliar el polígono de La Cabezuela. De hecho, Puertos del Estado había iniciado con anterioridad, en 2019, el proceso administrativo de expropiación forzosa por interés público general de los terrenos ante la imposibilidad de llegar a a un acuerdo con sus administradores concursales. Estos administradores son los que han gestionado la defensa de los afectados por el cierre de Delphi desde junio de 2007 y rechazaron las ofertas que hizo por este suelo el puerto de Cádiz, que los tasó en 2,8 millones de euros. Finalmente, la administración concursal aceptó la oferta del Cádiz.
La situación de esta operación es complicada y se prevé larga en el tiempo. Por un lado, el Cádiz CF se hace con unos terrenos sobre los que pesan una orden de expropiación y, por otro, está el puerto de Cádiz, que no cede en sus pretensiones y sigue adelante con su proyecto de expansión sobre el solar de la antigua Delphi.
Industria y deportes se enfrentan por una parcela de 381.000 metros cuadrados. La pelea durante estos doce meses ha dado lugar a que varios sectores de la sociedad gaditana se posicionen en este sentido. Así, la alcaldesa de Puerto Real, la socialista Elena Amaya, se ha mostrado a favor de la apertura en su municipio de una ciudad deportiva de calado como la que ofrece el Cádiz, mientras que el arco empresarial gaditano es partidario del desarrollo industrial de la zona.
Después de un año de tiras y aflojas poco se ha avanzado, ya que la 'operación Delphi' lleva dos trayectorias. Una es la vía administrativa, en la que la Autoridad Portuaria sigue con la tramitación para hacerse definitivamente con el suelo, y de otro lado, la judicial, donde la Audiencia Nacional tendrá que decidir sobre este contencioso.
De momento, ninguna de las partes se ha sentado a negociar una solución amistosa. El único avance en este año de litigio se puede advertir en la demolición de las antiguas naves de Delphi y en la limpieza del solar. El Cádiz, como propietario de los terrenos, según escritura firmada el 23-3-2022 en la notaría de de Íñigo Fernández de Córdova, ha procedido a demoler el complejo industrial. El derrumbe y tratamiento de materiales peligrosos arrancó el 28 de agosto con la empresa Erri-Berri y prácticamente ha concluido. En total se han movido 10.000 toneladas de escombros.
Se espera que el Ministerio apruebe la expropiación definitiva. Sport Cádiz City presentó el pasado 10 de febrero un recurso de alzada al respecto para salvaguardar lo que consideran sus legítimos intereses vinculados a la propiedad de los terrenos. Este recurso va en la misma línea del presentado ante la Audiencia Nacional, que tampoco se ha resuelto, ya que el puerto de Cádiz no ha remitido toda la documentación requerida.
Los abogados de la firma, según fuentes de Sport City Cádiz, mantienen que la expropiación «solo debe ser opción cuando exista utilidad pública» y, según las mismas fuentes, «en este caso no la hay». Indican que la construcción de depósitos de graneles que planteó en su momento el puerto de Cádiz «es una actividad que no implica impulso económico, social, cultural o estético a la zona, sino que, al contrario, generará ruidos, olores y problemas medioambientales con los que tendrán que convivir vecinos y espacios protegidos a escasos metros». En cambio, el proyecto de Sport Cádiz City, la industria tecnológica del deporte, «es una actuación de bajo impacto medioambiental que lleva consigo el levantamiento de espacios verdes y zonas comerciales, cohesionando y dando un nuevo sentido al entorno».
El expediente de expropiación forzosa llegó a su final en 2021 después de cuatro años de negociación infructuosa con los administradores concursales que gestionaban los intereses de los acreedores de Delphi.
Sin acuerdo
Puertos del Estado, entidad a la que pertenece el puerto de Cádiz, lanzó una oferta de compra en 2017 por valor de 2,8 millones de euros. La Administración central realizó esta tasación. El entonces presidente del puerto gaditano, José Luis Blanco, fue quien advirtió de las necesidades de expansión del puerto de Cádiz, ya que existen problemas de suelo en el Bajo de La Cabezuela para el futuro desarrollo de la actividad portuaria. Esta situación es la que llevó a los gestores del puerto a negociar con los administradores concursales una compraventa. Sin embargo, la negociación no tuvo éxito y el puerto inició en 2019 el trámite para la expropiación forzosa.
El Documento de Espacios y Usos Portuarios (DUE), en el que se da cuenta del interés público y de la necesidad estratégica de esta parcela para la actividad económica de la Bahía, fue publicado en el BOE 6-4-2022, lo que puso en marcha la cuenta atrás para la expropiación definitiva de los suelos en favor de el puerto de Cádiz.
La Autoridad Portuaria defiende que los suelos son necesarios para atender las necesidades de crecimiento del muelle de La Cabezuela, que se encuentra ya colmatado, y recurrió al procedimiento de expropiación después de que los administradores concursales rechazaran las ofertas de compra que habían presentado desde 2017.
En los últimos años han fracasado variosntentos de venta de la parcela a inversores privados. El suelo de la antigua Delphi siempre ha sido objeto de deseo, pero nunca ha cristalizado un proyecto. Primero fue la empresa china BWI la que presentó una iniciativa industrial en 2012 para abrir una fábrica de recambios de automoción, pero los altos costes laborales y la gestión de la Junta de Andalucía en ese sentido dieron al traste con la operación. De hecho, la Administración autonómica ofreció exenciones fiscales y apoyo a los inversores chinos, sin embargo, la intención de BWI era pagar por debajo del salario mínimo interprofesional a su plantilla y que las administraciones públicas asumieran la diferencia. La oferta de los chinos no cuajó.
Inversiones fallidas
Después llegó el empresario gaditano Antonio Moreno , que apostó por los terrenos con el objetivo de crear un centro medioambiental de tratamiento de residuos navales. Así nació Redelsur, que tampoco llegó a buen puerto. La aventura de Antonio Moreno en el suelo de Delphi empezó en junio de 2014 cuando el propietario de la empresa chiclanera Ecogades, especializada en la recogida y depuración de vertidos, se fijó en las instalaciones de Puerto Real para expandir su negocio. Antonio Moreno tenía previsto entonces construir una planta de tratamiento en el Bajo de La Cabezuela, pero comprobó que las instalaciones de la antigua Delphi tenían todo lo que necesitaba para tratar, depurar y reciclar residuos procedentes de la industria naval. Solo había que invertir en mejorar y actualizar sus líneas de producción. Para sacar adelante la inversión, Antonio Moreno buscó el apoyo de su socio albanés con el que fundó la sociedad Ecogades Balcan Oil Internacional. La unión de ambos empresarios es lo que permitió constituir una sociedad mixta denominada Recuperaciones Ecológicas del Sur (Redelsur). Moreno no pudo poner en pie su proyecto a pesar de invertir, según declaró, 790.000 euros en mejoras de la planta.
En marzo de 2019 surge la tercera iniciativa para devolver la actividad a los terrenos de Delphi. La empresa EBiON, especializada en el desarrollo de nuevas energías, mostró interés por ellos para poner en marcha alguno de sus proyectos, sin embargo, la inversión estaba vinculada también a una supuesta recalificación para ampliar los usos urbanísticos, ya que incluía también otras opciones al margen de las industriales. La compañía española EBiON tenía previsto levantar en los antiguos terrenos y plantas de Delphi diversos proyectos basados en la energía y movilidad sostenible que podrían suponer una inversión de, al menos, 30 millones de euros. La intención de EBiON era desarrollar un proyecto industrial con capacidad para crear entre 200 y 250 puestos de trabajo, sin embargo, las dificultades a la hora de gestionar la financiación impidieron su puesta en marcha. El fiasco de Ebion con el suelo de Delphi aceleró los trámites del puerto de Cádiz para seguir adelante con su proceso de anexión a través de la expropiación forzosa.
Un año después de que el Cádiz CF presentara su ambicioso proyecto de Ciudad deportiva sobre el solar de Delphi, la operación se diluye en un entramado administrativo y judicial cuya resolución se antoja a muy largo plazo.
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