Sequía
Las obras hidráulicas pendientes en Cádiz
La presa de Gibralmedina es la prioridad de la Junta para la provincia gaditana de cara al futuro, y tendrá un coste superior a los 200 millones de euros
Cádiz se encuentra en una situación de emergencia ante la continua sequía que lleva afectando a la provincia desde hace varios años. Las lluvias no son suficientes, los ayuntamientos empiezan a tomar decisiones como bajar la presión del agua y los embalses gaditanos se encuentran al 15% de su capacidad total. Una escena que a corto plazo no parece que vaya a cambiar en exceso. Cádiz, es junto a Málaga, la provincia más afectada por la sequía según un informe de la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS), donde se analiza «la crítica situación de sequía que afecta a la región andaluza durante el primer trimestre del presente año hidrológico». Los últimos datos disponibles reflejan que los embalses gaditanos se encuentran al 15,43%, cifras similares a las de Córdoba y Málaga, pero muy lejos del 32,82% de Huelva, el 29,02% de Sevilla, el 23,25% de Granada o el 20,57% de Jaén. Solo Almería, con solo un 9,38% de agua embalsada, presenta un estado más preocupante, en concreto al 9,38%.
En Cádiz, en estos momentos, el embalse con mejor estado es el de Arcos, con un 80,75% de agua embalsada. Es la única reserva hídrica de la provincia de Cádiz por encima del 50%. En el caso del pantano de Almodóvar, su estado no es tan preocupante como los demás con el 38,25% de agua embalsada, seguido por el embalse de Los Hurones con el 28,79% y el de Guadarranque al 27,17%. A partir de ahí, solo el pantano de Bornos supera el 10% de su capacidad, aunque solo es del 10% y el resto de reservar hídricas están por debajo del 10%: Embalse de Barbate al 9,06%, el de Celemín al 9,26% y el de Zahara-El Gastor al 28,79%.
La provincia lleva experimentando temperaturas elevadas desde hace años, y en el primer trimestre del año hidrológico (octubre, noviembre y diciembre) la temperatura media en la provincia de Cádiz fue de 21.5 °C, y el mes de noviembre fue calificado como «muy seco», con un porcentaje de precipitación sobre la media del 70%.
Los ayuntamientos toman medidas
El Campo de Gibraltar es una de las zonas más afectadas por la sequía y desde hace varias semanas llevan sufriendo restricciones importantes ante la escasez de reservas en sus embalses. Estas medidas afectan a las localidades de Algeciras, La Línea, San Roque, Los Barrios, Tarifa, Jimena, Castellar y San Martín del Tesorillo, es decir, a unas 278.000 personas. En estos ocho municipios se aplican medidas en dos franjas horarias diferentes, por un lado entre las 06.00 y las 23.00 horas se produce una bajada de la presión del agua bastante leve y que apenas afecta a los vecinos, pero entre las 23.00 y las 06.00 la bajada de la presión es «drástica» y del grifo solo sale un pequeño «hilillo» de agua.
En otras zonas como en la Bahía de Cádiz, los ayuntamientos están disminuyendo la presión del agua en torno a un 20% de media, en el caso de la capital gaditana se han anunciado ya hasta dos bajadas de la presión diferentes, y los consistorios están tomando medidas para la reducción del consumo, así como el vaciado de fuentes o el uso del agua proveniente de pozos.
Obras hidráulicas en Cádiz
Son varias las obras hidráulicas pendientes en la provincia de Cádiz. Infraestructuras que permitirían una mayor y mejor distribución del agua, así como un consumo más eficaz. Una de las zonas más afectadas es La Janda, que en verano algunos municipios como Vejer tomaron la decisión de suprimir el servicio de duchas en la playa con el fin de ahorrar agua. Justo en este término municipal, en la pedanía de El Palmar, sus vecinos llevan reclamando durante años la instalación de un sistema de tuberías que permita la llegada de agua potable a las viviendas, ya que hasta el momento, el único agua que sale de los grifos proviene de pozos, que en muchos casos ante la falta de lluvias se encuentran secos.
Por otro lado, desde el pasado mes de septiembre se están acometiendo obras en el embalse de Guadalcacín, la mayor reserva hídrica de la provincia de Cádiz con una capacidad para albergar hasta 800 hectómetros cúbicos de agua. Los trabajos iniciados en septiembre, y con una duración de 18 meses, se basan en la conducción de agua desde este embalses hasta el Partido de La Paruela, y que según las estimaciones de la Junta mejorará el abastecimiento para más de 840.000 vecinos de 19 municipios de la provincia de Cádiz, y tiene un presupuesto de 8,5 millones de euros.
De cara al 2024 otra de las medidas que se prevén necesarias es el aprovechamiento de las aguas subterráneas. En el entorno del Bajo Guadiaro, en el campo de Gibraltar, se van a rehabilitar seis sondeos en los embalses de Guadarranque y Charco Redondo. Además, se van a invertir 1,2 millones de euros para doce proyectos de depuración en la Sierra de Cádiz. Las actuaciones prevén una mejora notoria en la gestión de los recursos hídricos y el abastecimiento de aguas, que beneficiarán al conjunto de los habitantes de 14 municipios de la sierra, entre los que se encuentran Arcos de la Frontera, Ubrique, Grazalema, Puerto Serrano, Bornos o Benaocaz, entre otros.
Además, una de las cuestiones que más preocupan y en la que más hincapié se hace es en el arreglo de los sistemas de conducción de agua por las filtraciones que se producen y pérdida de agua, por lo que tanto los ayuntamientos a nivel local, como la Junta a nivel provincial, realizan pequeñas actuaciones para atajar estas pérdidas.
La presa de Gibralmedina
En el Campo de Gibraltar, el próximo proyecto de gran calado será la construcción de la presa de Gibralmedina en Jimena de la Frontera, en concreto en la pedanía de San Pablo de Buceite. Actualmente se está redactando el proyecto y se trata de una infraestructura fundamental para la comarca, aunque llegará con bastante retraso, ya que fue en el año 2007 cuando la Junta iniciaba un estudio de viabilidad y anunciaba incluso en el año 2009 que existía incluso un anteproyecto. Tuvieron que pasar diez años para que el organismo regional andaluz sacará a licitación la asistencia técnica para la redacción del proyecto, que en estos momentos se está ejecutando, y que fue adjudicado por 2,2 millones de euros a la UTE formada por Inproes y Typsa, con una duración prevista de 18 meses desde diciembre del 2020. Se trata de una obra con un importante presupuesto, en torno a 239 millones de euros y cuya cuantía tendrá que ser aportada por el Gobierno de España, y los trabajos consistirán en construcción de un embalse con una capacidad cercana a los 50 hectómetros cúbicos de agua y las conducciones con el embalse de Charco Redondo y el pantano de Guadarranque.
Se trata de la prioridad de la Junta de Andalucía para la provincia de Cádiz en cuanto a infraestructuras en un medio o largo plazo, y la redacción del proyecto de la presa concluirá en pocas semanas. Una de las cuestiones a resolver será la financiación del proyecto, en principio es una cuestión del Gobierno, pero hay dudas sobre si la Junta tendría o podría cofinanciar una parte de su ejecución.
De esos 239 millones de euros que costará el total de la obra, es estima que 155 millones vayan a la captación y construcción de la presa, otros 39,2 millones de euros para la conducción hacia el embalse de Guadarranque, hasta 38,5 millones de euros con la conexión para zonas regables y 6 millones para las minicentrales de turbinado.
Cabe destacar que en el año 2010 un estudio sobre la regulación del caudal del río Guadiario contempla hasta cinco ubicaciones diferentes para esta presa.
Hasta 51 millones de euros en obras hidráulicas para 2024
En los presupuestos de la Junta de Andalucía para Cádiz hay una partida de 51,5 millones de euros en infraestructuras hidráulicas, siendo una de las más destacas la construcciones de una nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) en Puerto Real, la mejora de la agrupación de vertidos y EDAR de El Puerto de Santa María, concentración de vertidos, EDAR y Colectores en Tarifa, la conducción abastecimiento Guadalcacín Partidor de la Peruela fase I relativa a la presa de Guadalcacín, la mejora de la garantía de abastecimiento a núcleos de la Comarca de la Janda, la mejora de la eficiencia hidráulica y reducción de pérdidas mediante sustitución de la actual conducción del Ramal San Cristóbal-Cádiz del tramo Barrio Jarana-Tres Caminos en el término municipal de Puerto Real.
Además, el aumento de la eficiencia hidráulica y reducción de pérdidas de las infraestructuras de transporte del Sistema Guadalete, la ejecución de planta de tratamiento de fangos en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de El Cañuelo, la mejora de la eficiencia hidráulica y energética de las instalaciones de bombeo del Sistema de Explotación del Campo de Gibraltar, e inversión en regadíos y en adecuación y restauración ambiental de cauces de ríos, arroyos y ramblas/ecosistemas.
Una solución que proviene del mar
Una reivindicación de muchos alcaldes a la Junta es el uso de desaladoras portátiles, que pueden producir entre cuatro o cinco hectómetros cúbicos de agua al año, o dicho con otras palabras, que pueden abastecer al año a una población de 40.000 personas. En el Cuatro Decreto de sequía para Andalucía de la Junta se contempla su instalación, pero no en la provincia de Cádiz, sino en zona oriental de Andalucía, en concreto en Málaga y Almería, aunque no se descarta su extensión a otras zonas en las que sí podría estar Cádiz, pero a corto plazo no se plantea su instalación en territorio gaditano. Hablamos de desaladoras portátiles, pero hay rincones de España que cuentan con desaladoras fijas, como la de El Atabal en Málaga, capaz de producir hasta 76 hectómetros cúbicos de agua al año, es una de las más potentes de España, y el coste de una infraestructura de tal calado supera los 200 millones de euros de inversión, como la que se va a ejecutar próximamente en Tordera (Barcelona) con coste de 220 millones de euros, u otra en Alicante por 224 millones de euros.
Las desaladoras serían una opción viable para agricultores y ganaderos. Así lo piensa Alberto Sánchez, coordinador del servicio técnico de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Cádiz (ASAJA), quien destaca que «todo el agua que se pueda aprovechar es bienvenida», porque «cada vez parece que llueve menos».
«Una desaladora aquí, que estamos en zona costera nos podría venir bien, sobre todo en zonas de la provincia con muchos invernaderos y productos de regadío, porque si no llueve, y aparte apenas podemos usar agua, ya no es que no se salga rentable, es que no se pueden poner cultivos», afirma.
Una solución, la de las desaladoras que «hay ya en otros puntos de Andalucía como en Almería», y aunque «es verdad que el agua es mucho más cara, cuando se producen productos hortícolas con margen alto se puede asumir que el agua sea más cara, es algo más novedosos que está implantando y que funciona».
Para Alberto Sánchez «el tema de la sequía es un tema recurrente, nos vamos a meter en el tercer año de sequía, y ya no es solo como está afectando al tema de los cultivos sino también el problema que tenemos con los pantanos», porque «muchos de los cultivos requieren de riego y prácticamente llevamos dos años y nos vamos a meter en el tercero con restricciones de riego de los cultivos».
José Pravia, presidente del colectivo ASAJA, cifraba en 175 millones de euros los efectos por la sequía en el campo de la provincia de Cádiz en el año 2023. El coordinador del servicio técnico afirma que «en cuanto a los cultivos de secano las pérdidas en las producciones están en torno a la mitad de la media, en el olivar la media es menor de la mitad de la producción habitual media», aunque peor es en el caso de «los cultivos de regadío» como «el tomate o el arroz».
«Los productos de secano llevan prácticamente dos años sin ser rentables, y cuando no hay agua para regar, no se puede sacar el cultivo adelante», apunta, y agrega que «si hablamos del arroz, de las 2.000 hectáreas que se ponen aquí habitualmente, el año pasado se pusieron unas 400-500 y este año a lo mejor ni se ponen». Por otro lado, «los ganaderos son los más perjudicados, porque dependen de los pastos, y este año han tenido que comprarlo a cuatro veces su precio, y con la escasa lluvia la tierra no ha generado suficientes pastos para su producción, y han visto como su explotación carecía de rentabilidad», por lo que «casi todas las producciones ganaderas han reducido su cabaña porque no podían dar de comer a su ganado».
Junto a la instalación de desaladoras, Asaja pide que se prolonguen «las ayudas directas del Gobierno para las explotaciones ganaderas, cultivo de secano, para el arroz y el tomate».
«Es verdad que la lluvia están acompañando al cultivo anual, se están salvando las cosechas con las lluvias puntuales, pero las restricciones el pasado verano ya hubo grandes restricciones y con la situación de los pantanos, parece que este año serán más graves».
Las desaladoras portátiles, una opción no descartada
El delegado territorial de de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en la provincia de Cádiz, Francisco José Moreno García, afirma que las desaladoras portátiles para la provincia de Cádiz «no se han contemplado en los decretos anteriores», pero que «en un momento determinado se pueden recurrir a ellas». Además, «en Cádiz se disponen por obras realizadas en anteriores sequías dos puntos de conexión en los puertos para que los barcos puedan llegar, traer agua y que se canalice para su distribución», y que «fueron usados en anteriores sequías».
Destaca también el anuncio reciente por parte del presidente de la Junta, Juanma Moreno de que la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Jerez podrá tratar agua terciaria para poder reutilizada en las zonas agrícolas del municipio, «algo que es positivo por el volumen de depuración y que ayudará a los agricultores de la zona».
Por último, «actualmente en la provincia tenemos en marcha 31 proyectos de depuración de agua, algunos de ellos en ejecución y otros en redacción», así como «proyectos de mejora en las explotaciones» como por ejemplo «las obras de mejora del drenaje de la presa de Bornos», entre otros.