AGRICULTURA | Cádiz
«Necesitamos soluciones para que el campo sea rentable»
La situación está conllevando que parte de la producción de sandías no se esté cosechando y que la de otros productos como los puerros y zanahorias se esté desperdiciando
Agricultores de la Costa Noroeste de Cádiz en una plantación de sandías
El El campo gaditano sufre una situación complicada. Algunos agricultores de Chipiona y Sanlúcar de Barrameda, una de las principales zonas agrícolas de la provincia, se han visto obligados a tomar decisiones drásticas. Los puerros y zanahorias, por ejemplo, no se están cosechando ... y ya se ha comenzado a remover la tierra. El motivo es que, en estos momentos, la venta de las cosechas no está siendo lo suficientemente rentable.
Los altos precios de los supermercados y de las grandes superficies contrastan con las cantidades a las que los agricultores venden sus productos. Jesús Castellano 'El Toni' es un agricultor profesional de Chipiona que, entre otros cultivos, produce sandías: «nosotros las vendemos entre 0,30€ y 0,40€ el kilo, mientras que en el supermercado se vende el kilo en torno a 1,10€ y 1,15€». Esto le ha llevado a parar la cosecha de sus invernaderos, con sandías maduras y listas para recoger, a la espera de qué hacer con ellas.
A pesar de que cada vez es más costoso hacer frente a la cesta de la compra para los consumidores, esto no se traduce en mayores beneficios para los agricultores, quienes venden las cosechas a los mismos precios que antes o, en algunos casos, incluso a un importe inferior. Hay toda una cadena desde que la fruta, verdura u hortaliza se cultiva y recoge en el campo hasta que se sirve en la mesa de nuestros hogares. Los agricultores son el primer y principal eslabón de dicha cadena, y quienes más están sufriendo esta complicada situación.
La inflación es uno de los factores que explican esta realidad. Los costes de producción también han subido para los profesionales del campo: «antes eran altos, aunque más o menos asumibles, pero desde la guerra han subido muchísimo», comenta Luis Manuel Rivera, presidente de la Asociación de Agricultores Costa Noroeste. Al bajo precio al que están vendiendo los productos se ha de sumar el incremento de los costes para mantener los cultivos: «el abono, los plásticos, la mano de obra, las cajas… ha subido todo», afirma Castellano. Este agricultor teme el momento en el que, para mantener la temperatura de sus invernaderos, tenga que encender los calefactores, que consumen 250 litros de gasoil a la hora.
Los agricultores también consideran que la competencia desleal de terceros países, especialmente del centro y norte de África, es otra de las principales causas de su situación. Rivera explica que «tienen menos costes laborales y no cuentan con restricciones de productos fitosanitarios», lo que hace que sus productos sean más competitivos que los autóctonos.
El sector agrícola agradece las ayudas recibidas por parte del Ministerio de Agricultura, entre las que destaca las recibidas con motivo de la pandemia o la reducción de los módulos de la declaración de la renta, que supuso un bálsamo importante el año pasado.
No obstante, estas medidas, por sí solas, no pueden garantizar la viabilidad de las producciones agrícolas. Es por ello por lo que el presidente de la Asociación de Agricultores Costa Noroeste exige a todas las administraciones públicas, desde la Unión Europa hasta los Ayuntamientos, pasando por el Gobierno central, autonómico Diputación, un compromiso firme que atienda las necesidades de los profesionales del campo y que se ofrezcan soluciones. La principal reclamación es básica: que trabajar no les cueste el dinero.
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