Provincia
Unas Navidades menos apretadas
Economía
La situación económica da una tregua a las familias gaditanas, que no tendrán que afrontar unos precios tan altos como los del año pasado
La bajada del aceite de oliva, la electricidad o las hipotecas, claves
La llegada de la época navideña siempre trae consigo un mayor gasto económico en los hogares. Tras un año entero en el que se controla más el precio a pagar por determinados productos a fin de no pasarse de la raya, en este mes se abre un poco la mano y se permite un mayor dispendio.
Aunque aún es pronto para muchas familias que todavía no han empezado a planificar las fiestas, la buena noticia es que este en último tirón del 2024 el desembolso será menor que el que se había hecho en otros años por una cesta de la compra similar.
En Cádiz, provincia en la que históricamente el desempleo ha hecho mella en las economías domésticas, esta situación tiene un componente de alivio que permitirá vivir unas Navidades en las que probablemente muchos no renuncien a un capricho.
Tras la espiral inflacionista vivida en 2022 y en 2023, el precio de muchos alimentos va remitiendo, empujados principalmente por la bajada del aceite de oliva, que ha pasado de estar a casi 10 euros el kilo a estar actualmente a 5,15, según el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía. En los lineales de los supermercados, el precio a pagar por el consumidor es superior, aunque ya hay algunos establecimientos que empiezan a ofrecer el litro en torno a 6,5 euros, una bajada muy considerable.
Las mayores precipitaciones registradas durante la pasada primavera y en el inicio de este otoño traen consigo que el fruto del olivo engorde y la producción sea mayor, lo que implica un precio más asequible para un ingrediente básico en la gastronomía española.
Este abaratamiento conlleva un respiro general, pues todos aquellos productos elaborados en cuya composición está presente el oro líquido habían experimentado una subida nunca antes vista, lo que tensionaba notablemente los bolsillos.
La vuelta a una cierta normalidad puede propiciar una mayor alegría a la hora de sacar la cartera, después de haber hecho frente en 2023 a las Navidades más caras que se recuerdan. Que el consumo se dispare ligeramente es previsible en este contexto.
Las familias han ido adaptando sus hábitos de consumo a la coyuntura económica, de modo que la carne y el pescado, así como el marisco, habían ido apareciendo con menor asiduidad en las mesas gaditanas. Sin embargo, el precio de los productos frescos del mar, como la abundante oferta de pescados en las plazas de abastos de la provincia, no es excesivo, de modo que en muchas casas volverán a verse sabrosos platos que habían sido descartados en anteriores fiestas.
La fruta, en un buen año de maduración por las lluvias, también puede ser una categoría que se vea beneficiada con un mayor volumen de compra a la hora de acudir al mercado, siendo uno de los productos que habían visto una merma a la hora de redistribuir los gastos en un contexto de estrechez económica.
A esto hay que sumar que muchas grandes superficies llevan meses librando una batalla por abaratar la cesta de la compra, tirando hacia abajo el precio de centenares de productos para incentivar la competencia y atraer así al comprador a sus establecimientos.
Como resultado, el cliente, las familias, gastarán menos durante este mes de diciembre y el inicio de enero. Habrá quien decida no reprimirse y gastar más dinero, evidentemente, pero eso irá ligado a llevarse a casa una mayor cantidad de comida o a consumir productos de mayor calidad.
Las facturas y los consumos, claves en los precios
Cuando se habla de los precios de los productos básicos, hay que tener en cuenta una serie de factores que influyen considerablemente a la hora de fijar su valor. Se apreció claramente con la subida desbocada del precio de la energía, que alcanzó sus máximos históricos durante 2022, lo que hizo que los productores tuviesen que gastar más dinero sacando adelante las materias primas y como resultado se produjo un encarecimiento inusitado.
Pues ahora la tesitura es la contraria, el precio de la luz durante 2024 ha sido inferior respecto a los años previos y eso ha favorecido que los valores en los lineales de caja sean más asequibles porque los consumos han sido más baratos.
Eso sí, no parece que de momento se le pueda quitar el ojo de encima a la factura eléctrica, pues el recién acabado mes de noviembre ha sido muy negativo en ese sentido. La mayoría de los días han presentado un precio superior a los 100 euros el kilovatio hora, fijándose un precio medio mensual en el mercado mayorista de 104,43 euros, el más caro desde febrero de 2023.
Algo parecido ha sucedido también con la gasolina, en descenso después de que hace dos años estuviese a punto de llegar a los dos euros por litro, lo que incluso obligó al Gobierno a impulsar una bonificación para que el impacto fuese menor en los hogares, que no podían renunciar a un consumo básico para cuestiones tan esenciales como trasladarse hasta los puestos de trabajo.
Actualmente, el diésel se sitúa a 1,4 euros y la gasolina a 1,5, hecho que ayuda a que la inflación se contenga. El último dato, el del mes de noviembre, situaba el IPC en 2,4, muy lejos ya de cuando este indicador se disparó por encima de los 10 puntos en el verano de 2022.
Las hipotecas acompañan
El pago de la hipoteca es de esas cuestiones que quitan el sueño a más de uno y en ese sentido no se puede decir que 2024 haya sido un año malo, más bien al contrario, pues el euríbor ha caído hasta el 2,5%, el nivel más bajo desde septiembre de 2022. En un préstamo de 150.000 euros a 30 años y con un diferencial del 0,99% más el euríbor, se produciría un ahorro de 132,93 euros al mes y de casi 1.600 euros al año.
En el mismo mes del pasado año, el euríbor estaba en un 4%, lo que demuestra una tendencia a la baja que algunos especialistas creen que puede hacer que baje la barrera del 2% durante el verano de 2025.
Sea como sea, las hipotecas de tipo variable han experimentado un ahorro importante, lo que hace que muchos gaditanos lleguen a este final de año mucho más desahogados que en 2023 y tengan opción de pasar una Navidad menos pendientes de las cuentas.
Por contra, el precio del alquiler en la provincia sigue subiendo, haciendo cada vez más difícil que muchos gaditanos puedan lograr una vivienda, lo que es ya una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía en un territorio que tiene un mercado muy peculiar, determinado por numerosos factores como la pujanza del turismo y los alquileres de temporada.
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