AGRICULTURA
El mercado gaditano se queda sin sandías
El efecto de la sequía ha impactado de lleno en el cultivo de esta fruta de verano
Cádiz y Sevilla, principales productores en junio y julio, han recortado al máximo su producción
Se espera que la campaña de Castilla-La Mancha devuelva en agosto esta fruta a las plazas de abastos
No hay sandías en los mercados gaditanos y las que aparecen en el mostrador están por las nubes. Tampoco se ven en los puestos ambulantes de carretera. Las restricciones de riego en zonas de máxima producción como el Bajo Guadalquivir (Sevilla y Cádiz) y el Valle del Guadalentín (Almería y Murcia) han restado interés por el cultivo de esta fruta de verano. No obstante, se espera una remontada en agosto gracias a una siembra tardía y a la campaña que han iniciado localidades del interior del país como Cuenca.
El responsable de la cooperativa Las Virtudes de Conil, Bartolomé Ramírez, destaca que se han juntado varios factores para desabastecer de sandías el mercado. El principal problema que han encontrado los agricultores ha sido la sequía. Bartolomé destaca que las sandías que han llegado a las cooperativas del sur están a un precio muy alto y bromea diciendo que «algunas han venido custodiadas por una pareja de la Guardia Civil como si fueran tesoros». Se han llegado a pagar dos euros por kilo en subasta, lo que ha multiplicado su valor en las plazas de abastos. Bartolomé Ramírez confía en que la producción que ha arrancado ahora en zonas de Castilla-La Mancha devuelva la sandía tradicional a los centros comerciales de España.
Uno de los responsables del sindicato agrario COAG en nuestro país, Andrés Góngora, señala que el impacto ha sido muy negativo en julio con una producción mínima. Los primeros en acusar las restricciones de agua fueron los invernaderos de Almería y Murcia, principales centros de producción tanto de sandía como de melón. Los recortes en el trasvase Tajo-Segura dieron al traste con el interés del agricultor por este cultivo. En junio la tan esperada lluvia llegó a las plantaciones de Murcia y de otras zonas del país, pero lo hizo acompañada de granizo, lo que destrozó el campo y causó pérdidas millonarias. Sin embargo, a pesar de esta «pesadilla meteorológica», algunas sandías lograron salvarse, pero se enfrentaron a otro reto: los robos. Según explica a Alfonso Gálvez, portavoz de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Murcia, el precio de las sandías se ha encarecido un 40% respecto al año anterior, algo de lo que «los ladrones se aprovechan para luego venderlas a un menor precio».
Tras Murcia y Almería, las zonas más afectadas por la falta de recursos hídricos para el riego agrícola han sido Sevilla y Cádiz, donde se suele dar una producción importante de sandías a partir de junio. La corriente restrictiva ha seguido hasta Alicante y Castellón, donde la falta de agua también ha sido el detonante de una caída del cultivo. Góngora aclara que a partir de ahora, los mercados españoles se abastecerán de sandías provenientes de la zona interior. En total se han perdido unas 2.000 hectáreas de cultivo de las 6.000 que tiene la sandía.
El efecto Marruecos
A esta situación hay que sumar el efecto de la producción de Marruecos que, para remate, ha colado en Europa una campaña de sandías con exceso de pesticida. Los agricultores españoles han denunciado que vienen con metomilo, un producto prohibido en nuestro país desde hace dos décadas. No obstante, algunas organizaciones agrarias aclaran que la producción de Marruecos no tenía a España como destino final, ya que era Francia su lugar de descarga.
La Comisión Europea (CE) alertó la pasada semana sobre la presencia de sandías procedentes de Marruecos con restos de un plaguicida, el metomilo, por encima de los niveles permitidos, tras recibir un aviso de España mediante el Sistema comunitario de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff). La notificación se produjo el día 14, con actualización el día 20, mediante el sistema Rasff, por el cual España comunicó la alerta a la CE, quien a su vez remitió la información al resto de los países de la Unión Europea (UE).
La organización de consumidores Facua se ha hecho eco de esta comunicación, en la que la CE ha precisado que la fruta supera la presencia de este pesticida permitida por la normativa comunitaria.
El sistema de detección de la UE ha categorizado como «grave» el nivel de riesgo, según ha recogido Facua, que ha señalado que el metomilo es «una sustancia que se usa como pesticida y que puede tener consecuencias graves en algunos casos». Además, añade que los síntomas de intoxicación por esta sustancia son dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores, debilidad muscular y visión borrosa. La mezcla del metomilo con el consumo de alcohol, puede impactar en el sistema nervioso central y periférico, así como puede llegar a provocar fallos renales.
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