Movilización de Agricultores y Ganaderos
«Nos hemos manifestado porque estamos hartos, ya no podemos más»
Elena es dueña junto a su hermana de la finca ganadera La Rioja, en Medina, y habla de los problemas que sufre el sector agrario
Muchos agricultores y ganaderos han salido en estos días a la calle para protestar y exigir mejoras en el sector. Afirman padecer una situación asfixiante, con un aumento de los costes de producción y falta de ayudas de las instituciones para paliar la situación. Una de las ganaderas que no dudó en manifestarse fue Elena, de la finca La Rioja en Medina. Una empresa familiar, trabaja junto a su hermana, su padre y un trabajador externo con una ganadería de 50 cabezas de vacas, algunas retintas, otras limousinas y algunas cruzadas y venden los becerros a los 200 kilos.
«Uno de los problemas que tenemos es la subida de los costes de producción», apunta Elena, y pone un ejemplo: «Nuestras vacas comen paja y camperina hasta que no sale el verde. El precio de la camperina hace dos años valía unos diez o doce euros porque el pienso va oscilando», pero «ahora mismo está entre los veinte y los veintidós euros». Es decir, «ha subido al doble», y aún así «para mí el precio de venta del becerro es el mismo, a mí los ingresos no me han subido», y este precio «se mantiene desde hace diez o veinte años».
Uno de los problemas del campo reside en la falta de obra, en muchas ocasiones por lo poco atractivo que resulta para los jóvenes, y por otro lado por los problemas que tienen estas empresas, que en su gran mayoría son entidades con entre dos y diez trabajadores: «El trabajador de campo cobra en bruto unos 2.200 euros al mes, el campo no puede mantener a un trabajador si todos los meses te suben los costes de la Seguridad Social, los costes salariales no me pueden subir unos cincuenta o sesenta euros todos los meses porque no lo podemos mantener».
«El campo es una empresa, y si la empresa da beneficios, la empresa sigue adelante, y si ves que a tu familia le va bien y da beneficios, la gente se interesa y quiere trabajar, pero si ves que el campo no da beneficios y y que solo te da dolores de cabeza, el relevo generacional se va a otro lado», asegura.
No obstante «aún hay algunos jóvenes que trabajan en el campo», pero «no son muchos».
El futuro del sector primario en agrario en Cádiz está en peligro: «Si esto sigue así, si nos nos ayudan y no viene alguien que interceda en esto… el campo va a desaparecer», una situación que «sería gravísimo porque somos la base de la pirámide de la sociedad», y recuerda que «cuando estábamos en pandemia éramos junto a los sanitarios los que sostuvimos la situación».
La situación ha llegado al punto, sobre todo a raíz de la pandemia por el COVID-19, en la que muchas empresas han cerrado en todo el país, y otras, como afirma Elena, «han tenido que disminuir las cabezas de ganado porque no pueden hacerle frente».
«Nos hemos manifestado porque estamos hartos, ya no podemos más», concluye.