Literatura

Lorenzo Silva indaga en el papel de la Guardia Civil en la literatura

El escritor ofrecía este lunes una conferencia en la Diputación de Cádiz en la que se adentraba en la presencia de la Benemérita en la narrativa española

La exposición 'Valores de la Guardia Civil. 180 años cerca de ti', ya en Diputación de Cádiz

Conferencia de Lorenzo Silva en Diputación Antonio vázquez

Lorenzo Silva ofrecía este lunes una conferencia en la Diputación de Cádiz bajo el título 'La Guardia Civil en la narrativa' en la que reflexionaba sobre el papel de la Benemérita en la literatura. Autor de obras como 'La flaqueza del Bolchevique', 'El alquimista impaciente', y 'La marca del meridiano', fue nombrado Guardia Civil honorario en 2010 por fomentar la imagen del Cuerpo a través de sus relatos.

Cuando el autor se planteó la novela 'El lejano país de los estanques', una obra que relata el hallazgo por parte de dos agentes de la Guardia Civil del cadáver de Eva Heydrich, una turista alemana a la que han matado de dos disparos, en aquella época, a mediados de los noventa, «yo aún no sabía que el protagonista iba a ser un guardia civil, yo quería escribir una ficción enraizada en la actualidad española de la época».

«Lo primero que se me ocurrió fue el crimen, quería que la propia historia criminal indagara en los entresijos de la sociedad española de aquel tiempo» y pensó que «un buena historia será el asesinato de una turista alemana», pero «aún no tenía el personaje, el protagonista, podría haber sido un familiar de Eva, podría haber sido un periodista, el fiscal…», pero fue en ese momento «cuando pensé que la primera persona que iba a aparecer tras el hallazgo del cadáver de un turista en Mallorca sería una pareja de guardias civiles».

Lorenzo Silva comenzó a indagar sobre la presencia de la Guardia Civil en la literatura, y «descubrí que no había novelas con protagonismo de la Guardia Civil, hablamos que en 1994 la Guardia Civil cumplió 150 años de historia. Me pareció tan sensacional que no sabía que este era mi personaje».

En palabras del autor, la literatura española «no ha sido generosa con los guardias civiles, no ha sido justa, no les ha dado reflejo a la trascendencia que ha tenido la labor de la propia institución en la historia contemporánea de España».

Tres «hitos» sobre la Guardia Civil en la literatura

Analizaba el papel y la representación de la Guardia Civil en la literatura con tres grandes «hitos». El primero de ellos, el 'Romance de la Guardia Civil española', obra de Federico García Lorca, un poema que pertenece a la obra «Romancero Gitano» del poeta, y se trata del poema más extenso de la obra publicada en 1928.

Por otro lado, una pieza del escritor vasco Ignacio Aldecoa, y que con la obra 'El fulgor de la sangre' fue finalista del premio Planeta del año 1954. «Traza una radiografía del campo español en la posguerra y los supervivientes de la posguerra en un campo castellano, se hace un retrato de los guardias civiles y sus familias, es la primera obra que entra en detalle de los guardias civiles, de lo dura que es existencia, sacrificada, que los interpele continuamente desde el punto de vista moral». La obra de Aldecoa narra la historia de un grupo de mujeres, esposas de guardias civiles, que están esperando en un puesto de un pueblo de Castilla la llegada de una patrulla que ha ido a hacer un servicio, y se enteran que un trifulca con un grupo violento de la comarca, uno de los agentes ha fallecido, y una de ellas, por lo tanto, queda viuda, aunque no saben quien ha muerto. «Se narra la tensión porque no se sabe quién ha muerto, se va al pasado de los guardias civiles, ya que todos participaron en la guerra, y por primera vez hay una mirada humana a los guardias civiles».

«Si se analiza la ficción más reciente, literaria como audiovisual, vemos más presencia de guardias civiles, que en los primeros años se representa como más siniestro o grotesco, pero con el tiempo se empiezan a convertir en personajes de comedias, es como el elemento gracioso de las comedias actuales, pero quedan más exentas de los papeles que representan», afirmaba Silva, quien agregaba que «yo en estas novelas o películas actuales no veo el carácter de las personas que yo conozco que son agentes de la Guardia Civil».

Una «excepción actual» y el tercer «hito» es 'Por un túnel de silencio', una novela de Arturo Muñoz. «Hablamos de Guernica, en los años 1973-1974-1975 y un día se entera que el padre de un amigo ha estado destinado en este pueblo, y se hablaba que había habido un caso de torturas en la comandancia de la Guardia Civil en aquellos años, y se produce el asesinato de un agente, y los guardias civiles tienen que buscar a los responsables, y la cosa se va complicando porque son considerados unos apestados», hasta el punto de que «la madre del amigo cuenta que un día iba por la calle con su hijo y le pegaron una pedrada por la espalda».

«En este libro refleja su propia investigación para ver que hay de cierto, si el padre de su amigo era un torturador, si en ese cuartel hubo torturas, qué ocurría exactamente», concluía.

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