Mitos
La leyenda del hombre pez de Liérganes que apareció en las aguas de Cádiz
Francisco de la Vega Casar se sumergió en un río en Cantabria y no se le volvió a ver hasta cinco años después, cuando unos pescadores lo capturaron en el mar gaditano; su historia es un mito en el pueblo montañés
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Liérganes, en Cantabria, celebrará el 21, 22 y 23 de junio el primer Festival de la leyenda del Hombre Pez. Un ser mitológico al que se venera en territorio chicuco. Se cumplen 350 años de aquella historia que quieren ponerla en valor como «hecho cultural». Es una mezcla entre ficción en realidad pues su relato, pasado por el tamiz de décadas de transmisión oral, ha adquirido grandes tintes de fantasía pero sin perder su origen real.
Francisco de la Vega Casar era un vecino de este lugar. La víspera del día de San Juan del año 1674, Francisco marchó con unos amigos a nadar al río Miera. Era un excelente nadador, por lo que nadie se preocupó hasta horas después. Porque no aparecía. Lamentablemente, su familia, sus allegados, todos lo dieron por ahogado. Una mala corriente, quizás un desvanecimiento. Pero su pista se perdía entre las piedras.
Cinco años después, en aguas de la Bahía de Cádiz, unos pescadores faenaban de manera rutinaria y alcanzaban con sus redes un magnífico ejemplar. Un magnífico y extraño ejemplar. Tenía los rasgos de un pez pero bajo sus escamas, sus extremidades palmípedas, se adivinaba la forma de un hombre corpulento, de largo cabello rojizo y uñas desgastadas por el agua y la salitre.
Los marineros gaditanos lo capturaban y, asombrados, lo llevaron a puerto, donde fue encerrado en el convento de San Francisco. Se le preguntó, se le interrogó, hasta se le practicaron varios exorcismos, pero no hubo forma de arrancarle palabra alguna. Hasta que pronunció sólo una: Liérganes.
«El suceso corrió de boca en boca por la bahía de Cádiz y nadie encontraba explicación alguna al vocablo hasta que un mozo cántabro que había emigrado para trabajar en Cádiz, (un jándalo), comentó que en Cantabria había un pueblo que se llamaba así», recogen relatos de aquella época.
Francisco de la Vega Casar, ya apodado el hombre pez, regresó a casa. A poca distancia de su hogar, lo soltaron para comprobar que sabía llegar perfectamente, que conocía el camino. Reconocido por su madre, aunque envuelto en un halo de misterio, permaneció el resto de su vida en su tierra cántabra. Solía ir sin ropa, desnudo, apenas articulaba palabra alguna: sólo términos como «tabaco», «pan» y «vino». Era dócil, obediente, siempre con la mirada perdida. Comía con avidez y se perdía en unos pensamientos indescriptibles.
«Por todo ello se le tuvo por loco hasta que un buen día, al cabo de nueve años, desapareció de nuevo en el mar sin que se supiera nunca más de él».
Un orgullo en Cantabria
Para los lierganeses es un orgullo haber tenido un vecino como Francisco de la Vega, el protagonista de la leyenda, y por ello la programación incluye juegos, cuentaleyendas o actuaciones sobre el mundo submarino y las gentes del mar. Además, el festival tendrá como embajadora en su primera edición a la cantante cubana Lucrecia, como homenaje a la divulgación que hizo de la historia con su canción en el programa de Los Lunnis de RTVE.
Destaca una GastroRuta en la que participan 14 establecimientos que ofrecerán pinchos temáticos o una charla sobre apnea a cargo de la cántabra Almudena Calvo, bronce en el Campeonato Mundial Indoor de Dubai 2023.
La clausura del evento, en la que habrá un desfile de luz, será el 23 de junio en la Noche de San Juan, coincidiendo con la fecha en la que Francisco de la Vega, «uno de los vecinos más universales de Liérganes» conocido en la comarca por desenvolverse bajo el agua como un pez, desapareció en 1674 tras irse a nadar con sus amigos. Esta efeméride que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de Cantabria y de España y aspira a formar parte de la Ruta Europea de los Cuentos y Leyendas de Europa.
Su Francisco de la Vega está representado en el municipio junto al Puente Mayor mediante la escultura de Javier Anievas, aclamada por los turistas. «No hay nadie que venga a Liérganes y no se haga una foto con la escultura». «Es uno de los elementos que más gustan a la gente», ha dicho la creadora del festival.
Además, ha puesto de relieve que, aunque el municipio cuenta con un conjunto histórico y un paisaje «maravilloso», estos atractivos también los hay en otros lugares, pero «la leyenda es solo nuestra».
En el caso de la leyenda del hombre pez, se ha documentado desde el siglo XVIII en más de 300 referencias bibliográficas en diversos idiomas.