Tribunales

Juicio al acusado de asesinar a su tío en El Puerto atropellándolo: «Él se vino hacia mí»

J. M, el procesado por haber matado a su familiar por una supuesta riña de herencias, asegura que fue la víctima quien se abalanzó sobre su coche y que, además, intentó socorrerle

El acusado llega a la Audiencia para la celebración del juicio. N. Frade

M. Almagro

Un año, ocho meses y catorce días lleva J. M. en prisión provisional después de que el 8 de febrero de 2021 la Policía Nacional lo detuviera en El Puerto de Santa María al considerarlo el autor de un presunto asesinato. El de su tío. Según se consideró este hombre de 47 años atropelló de forma intencionada a su familiar por una riña de herencias ocasionándole la muerte y desde entonces está en la cárcel.

Pero el juicio que decidirá finalmente si es inocente o culpable de estos hechos y en qué grado, si es que fuera finalmente autor de los delitos de los que se les acusa, ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Cádiz y continuará durante toda la semana.

Y J.M. ha asegurado de manera reiterada y rotunda que él no quiso matar a su tío Luis. El que era hermano de su madre. Su versión es por tanto totalmente contraria a la que sostiene la acusación particular, que representa a viuda e hijos del fenecido, y la Fiscalía, que solicita para el encartado 22 años de prisión así como el pago de una indemnización de 410.000 euros en total a favor de los familiares del fallecido.

El acusado ha querido contestar exclusivamente a las preguntas de su abogado. Según ha detallado, aquel día se levantó pronto y acudió a desayunar y a trabajar junto a su jefe. Ya después de comer fue a una obra, ya que entonces estaba dedicándose a la construcción, y recogió unos escombros que pensó en echar en un camino de un campo que tenía su madre en el extrarradio de El Puerto, en la carretera del Canal.

Fue entonces, cuando accedía a esta finca, cuando se encontró de repente con el fallecido «en medio». «Pegué un frenazo pero se vino para mí con el bastón alzado y chillando. Aceleré pero me pegó un golpe en el cristal (llegando a romper el parabrisas), cerró los ojos y perdí el control». Momentos después, sintió «que lo había atropellado e intenté socorrerle». «Llamé al 112 para decir que había atropellado a una persona y necesitaba ayuda».

Versiones contrarias

Las llamadas que hizo el procesado segundos después del siniestro están recogidas y se presentarán como pruebas. Así lo adelantaba su abogado quien lamentaba que a este juicio se «ha traído ya a un culpable, porque desde el primer momento se ha decidido que lo hizo todo de manera intencionada». Y le cuestionaba al jurado: «¿Qué asesino al que no ha visto nadie se queda en el lugar del crimen y llama de inmediato a emergencias, dos veces a la Policía Local, ocho veces a su mujer, tres a su jefe y además pide ayuda a otra señora que pasa por allí?».

Según sostiene la defensa la víctima era una persona violenta que además había sido «condenado en dos ocasiones» por amenazar al resto de sus familiares. «Fue culpa exclusiva de la víctima», afirmó el abogado. «Luis se abalanzó sobre el coche y rompió con su bastón el parabrisas. Él fue quien se cruzó porque nadie podía entrar en un campo que él aseguraba que era suyo».

Pero además la defensa también plantea que esas supuestas diferencias por una herencia venían de hacía veinte años y en ese asunto nada tenía que ver el procesado. «Ni siquiera eran vecinos como se ha dicho». J. , que manifiesta que vivía junto a su mujer en el centro de El Puerto, en la calle Melero, ha asegurado que solo iba al lugar del suceso alguna vez porque era de su madre y que no solía encontrarse con su tío, con el que, además, no tenía relación.

Por su parte, tanto la acusación particular como la Fiscalía, creen al contrario que el procesado atropelló a la víctima de forma intencionada para causarle la muerte. El escrito de calificación fiscal señala que el tío tenía un conflicto con todos sus hermanos y algunos de los hijos de estos por el reparto y la adjudicación de unas tierras por lo que incluso llegaron a denunciarse entre ellos.

Así, el 8 de febrero de 2021, sobre las 16.45 horas, la víctima, de 66 años, estaba en la entrada de una de las fincas objeto de litigio, cuando el encausado llegó con su vehículo, un Seat Córdoba. Fue entonces cuando, según la fiscal, tío y sobrino se enzarzaron en una discusión tras la cual, el procesado «aceleró su vehículo y lo impactó contra la víctima, que trató inútilmente de defenderse con el bastón que utilizaba para poder andar golpeando la luna delantera». «Tras el golpe, L. cayó al suelo» y después, el sobrino «le pasó por encima, arrastrándolo varios metros».

Por ello, la fiscal sostiene que lo hizo «de forma sorpresiva», por lo que la víctima «no tuvo ninguna opción de defensa real ni efectiva». Luis falleció en el acto por las múltiples lesiones que sufrió por todo el cuerpo, que le provocaron una pérdida importante de sangre y la posterior muerte.

Por estos hechos la Fiscalía no ha modificado de momento su calificación inicial ni su postura y cree que los hechos descritos constituyen un delito de asesinato, por lo que pide para J.M. la pena de 22 años de cárcel.

Familiares y otros testigos aportados por las partes ofrecerán su versión ante el jurado que este lunes se constituía para presidir esta vista oral que está dirigida por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cádiz.

Además también declararán forenses, los policías que acudieron en un primer lugar al lugar de los hechos y los que hicieron la inspección ocular, además de otros citados. Se prevé que una vez vistas todas las pruebas y escuchados todas estas declaraciones, el jurado deliberará el viernes sobre la inocencia o culpabilidad del acusado.

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