El juez envía a prisión por homicidio en tentativa al detenido por apuñalar a un guardia civil en Conil

El juez ha decretado la prisión provisional comunicada y sin fianza para V. M. A., el hombre de 62 años que la madrugada de este pasado martes apuñaló presuntamente hasta dos veces a un guardia civil del puesto de Conil cuando este agente, junto a otro compañero, fueron a identificarlo y detenerlo porque tenía una orden de busca y captura activa.

Como se señala en el auto de ingreso al que este periódico ha tenido acceso, el titular del Juzgado Mixto número 6 considera que los hechos podrían constituir un delito de homicidio en grado de tentativa, además de otro posible delito de tenencia ilícita de armas.

«Tanto la zona atacada (hemitórax izquierdo y abdomen), como el arma empleada (una navaja), indican con claridad que el investigado, al sentirse buscado y acorralado por los agentes, meditó durante unos quince minutos que hacer. Tras ello, tomó la decisión de atacarles cuando se encontraban al otro lado de la puerta, con total desprecio hacia sus vidas», expone el juez.

Según se añade, por la defensa del detenido se indicó que su representado podría ser inimputable en el momento del ataque. Sin embargo, este extremo ha sido de momento rechazado ya que, como se detalla, «no existen elementos que permitan compartir esa conclusión». Para ello el juez ha dado validez al testimonio del agente que declaró y que negó cualquier comportamiento anómalo en el investigado, Además el médico que asistió a V. M. A. tampoco indicó que tuviera alguna actitud extraña. Por otro lado, se han tenido en cuenta las lesiones que produjo al guardia civil herido y las zonas de ataque.

El auto describe los hechos de forma más detallada y explica como sobre la una de la mañana los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana acudieron a un hostal de Conil, tras haberse constatado que el investigado, sobre el que pesaba una requisitoria de búsqueda y detención por el Juzgado de violencia sobre la mujer de Ayamonte, se encontraba en el lugar.

Tras llamar a la puerta de la habitación en la que se encontraba el investigado, e identificarse como agentes, V. M. A. les preguntó si eran guardias civiles, éstos respondieron que sí, y el investigado indicó que saldría de la habitación.

Sin embargo tras unos 15 ó 20 minutos de espera, el procesado salió «de forma sorpresiva», arrojó a uno de los dos agentes refresco en la cara y se abalanzó sobre uno de ellos, portando en la mano derecha una navaja automática con la que le asestó una puñalada en la zona del hemitorax izquierdo y otra segunda en el abdomen.