Elecciones Municipales Cádiz 2023

Juan Franco, sobre la Diputación: «Vamos a apoyar la investidura de quien ofrezca más cosas para La Línea»

POLÍTICA

El líder de La Línea 100x100 afirma que escuchará tanto a PP como a PSOE y cerrará un acuerdo con la formación que le facilite la ejecución de los proyectos de su ciudad

El alcalde linense sabe que PP y PSOE necesitan su apoyo y negociará para lograr financiación para La Línea. L.V.
Álvaro Mogollo

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El alcalde de La Línea, Juan Franco, ha comparecido ante los medios en la mañana de hoy para valorar los magníficos resultados electorales que le permiten revalidar la alcaldía con mayoría absoluta. Tan buenos han sido, que su partido La Línea 100x100 vuelve a lograr dos diputados provinciales que son imprescindibles para lograr una suma que facilite la gobernabilidad de la Diputación.

Tanto Partido Popular, con 15 diputados, como PSOE, con 13, necesitan lograr un pacto con el partido linense para llegar a los 16 representantes que garantizan la mayoría absoluta en la administración provincial. Los socialistas, además, tendrían que entenderse con IU. Y Franco, sabedor de que cualquier opción de gobierno pasa por sus manos, se ha mostrado partidario de escuchar a ambas formaciones y tomar una decisión en función de lo beneficioso que sea para La Línea lo que le ofrezca cada partido.

De momento, por el poco tiempo transcurrido desde la cita con las urnas, aún no está diseñado el equipo negociador que llevará a cabo las conversaciones con PP y PSOE. Al alcalde ya lo han llamado, de modo extraoficial, tantos unos como otros. Y está expectante porque además entra en juego la gobernabilidad de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar, por lo que estima que las ofertas de populares y socialistas irán en un mismo paquete para lograr los apoyos en ambos órganos, que actualmente lidera el PSOE en coalición con La Línea 100x100 y las formaciones locales de esta misma marca en San Roque y Los Barrios.

Aunque las fechas límites no están marcadas, Juan Franco espera definir esta misma semana un calendario que se aprieta con la convocatoria de las elecciones generales, que estrecha la capacidad de movimiento a la hora de negociar porque quiere constituir previamente el equipo de gobierno municipal. Y antes de las elecciones hay feria, que suponen diez días en los que hay tantas cosas que gestionar que no dejan margen a mucho más.

«Talante y talento» hacen falta para gestionar «todo lo que se nos viene encima», ha expresado. Lo primero será velar por los intereses de La Línea, que presumiblemente se verán beneficiados del futuro acuerdo, sea el que sea. Es una situación ventajosa, derivada de las urnas, que produce orgullo al alcalde, que ha sacado pecho de que los titulares de prensa hablen de que la llave del gobierno de Diputación pase por La Línea.

A su formación no le moverá más que los proyectos que puedan conseguirse fruto de las negociaciones, porque «tenemos muy claros nuestros objetivos y estamos muy poco ideologizados». Como muestra, ha querido destacar que la gestión al frente de Diputación con el PSOE «ha sido bastante satisfactoria» y también la relación mantenida con el PP a través de la Junta.

Ha sido muy claro respecto a la responsabilidad de que lo que acabe sucediendo: «El problema no lo tenemos nosotros», pasando la pelota al tejado de dos partidos que tendrán que fajarse de forma muy intensa para llevarse al gato al agua. «Tenemos que saber gestionar esta nueva situación», ha dicho.

Y es el que el acuerdo, por pura lógica del interés político de su formación, será al mejor postor, como ha especificado el alcalde: «Si ahora llega el PP y me dice te vamos a hacer el desdoble de la carretera del Higuerón, el cuarto centro de salud y demás, pues está muy bien. Y si me llega el PSOE y me dice 20 millones de euros para La Línea del presupuesto de Diputación, pues también está muy bien. Esto es política ficción, pero hay que sentarse a hablar».

Para que constase que no tiene preferencias por ninguno de los dos partidos, ha recalcado las «excelentes» relaciones que tiene con el actual presidente de Diputación, el socialista Juan Carlos Ruiz Boix, con quien comió poco antes de las elecciones, o el consejero de Presidencia de la Junta Antonio Sanz, que llamó con prontitud a Franco para felicitarle por sus buenos resultados electorales.

«No hay roce con nadie, problema no va a haber para sentarnos». Pero eso sí, confía en que el partido que no logre sellar un pacto, circunscriba esa circunstancia al marco propio de una negociación: «Espero que tenga todo el mundo la madurez suficiente para entender que el acuerdo que se cierre no obedece a intereses personales, simplemente esto es política. Yo necesito esto y veremos a ver quién es el que más nos aporta».

Sobre si eso puede ocasionar que le llamen chaquetero, el alcalde campogibraltareño ha tirado de guasa para decir que le importa más bien poco mientras vea cubiertas sus expectativas: «Soy un pantalón gris, combino con todas las chaquetas».

«Vamos a apoyar la investidura de la candidatura que ofrezca más cosas para nuestra ciudad», ha expresado. Añadiendo que «tengo muchos proyectos en marcha y para llevarlos a cabo necesito dinero». Y ha puesto sobre la mesa que en el caso del PSOE, con 13 diputados, se hace imprescindible una negociación paralela con Izquierda Unida para llegar a la mayoría absoluta en un tripartito: « El PSOE tendría que negociar con IU en 44 municipios y con nosotros en uno».

De este modo, la lucha por convencer a La Línea 100x100 se presenta encarnizada, puesto que Juan Franco ha mostrado sus cartas y no parece dispuesto a regalarle el apoyo a nadie sin que a cambio medie un compromiso de que importantes iniciativas serán una realidad en La Línea.

El alcalde más votado de España

Si el poder de Juan Franco ya era amplísimo en la anterior legislatura al conseguir una mayoría absoluta abrumadora con 21 de los 25 concejales de la corporación linense, en estos comicios ha dado un paso más y ha logrado un edil más, 22. Pero es que en porcentaje de voto, se ha convertido en el alcalde más votado de toda España, concitando el 75% de los apoyos entre los votantes.

Con un carácter extrovertido y cercano a los vecinos, ha conseguido enganchar al electorado, que percibe que la política de Juan Franco no tiene ojos más allá de La Línea. Profundo conocedor de las problemáticas que afronta una localidad con una histórica y acuciante tasa de paro o la mancha del narcotráfico, el alcalde aboga por apretar a las administraciones y darle la vuelta a la ciudad a través del desarrollo.

Ahora tiene por delante una sonada negociación con PSOE y PP, dos partidos que presentan en la ciudad unos porcentajes de voto nimios en comparación con los resultados logrados en muchos puntos de España. Los socialistas alcanzan en La Línea un 9% de los votos, logrando dos concejales, y los populares el 5% mínimo que les permite tener un representante en el ayuntamiento.

Pese a estos apabullantes números, Franco ha dado un tirón de orejas a parte de sus vecinos por la alta abstención que se ha vuelto a repetir en La Línea, ya que más de la mitad de los linenses no votaron el pasado domingo. Aunque siente más que respaldada su gestión porque su partido ha logrado un crecimiento de ocho puntos porcentuales con respecto a 2019: «Es motivo de orgullo y una grandísima responsabilidad».

La consulta para ser una ciudad autónoma sigue adelante

La intención de realizar una consulta ciudadana sobre la posibilidad de que La Línea pase a ser una ciudad autónoma como Melilla o Ceuta sigue en pie: «La reivindicación de la ciudad sigue viva y está en la sala tercera del Tribual Supremo. Si la sentencia dice que se puede convocar la consulta, pues la convocamos. Pero vamos, mañana. Que no, pues ya veremos lo que hacemos. Pero eso no va a ser motivo de discusión con otras fuerzas políticas».

Pese a ello, el alcalde asegura que este proceso no será un problema ni centrará parte de las negociaciones con ninguno de los dos partidos: «Se trata de una cuestión muy política, que cuando lo hemos tramitado estaba gobernando el PSOE en Madrid y nosotros estábamos gobernando con el PSOE en Mancomunidad y Diputación. Y jamás ha supuesto ni la más mínima fisura. Eso lleva un camino y somos posibilistas. A Dios rogando y con el mazo dando».

Esta postura está basada en que los equipos negociadores no tienen las competencias para tomar decisiones al respecto. Y ha puesto de ejemplo la negociación sobre el acuerdo con Gibraltar tras el Brexit: «El Gibrexit era un objetivo del Gobierno de España porque quería presentarlo durante la presidencia de la UE en el segundo semestre del año. Pero ahora con el adelante electoral, ¿qué pasa si entra una fuerza política que va de verde y no es Izquierda Unida?». «Yo no puedo meter en el acuerdo esas cosas, tengo que pedir cosas factibles», ha rematado.

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