INDUSTRIA
El 'Juan Carlos I' pasará el verano de 2025 en el dique de Puerto Real
El buque insignia de la Armada afrontará su mayor obra de mejora desde su nacimiento en 2010
Navantia cambiará su actual sistema de propulsión tras detectarse algunos fallos y vibraciones
El buque anfibio 'Juan Carlos I', icono de la Armada Española, estará en dique seco durante el verano de 2025 para afrontar una profunda reforma en su sistema de propulsión. La obra se llevará a cabo en el astillero de Puerto Real y se estima que su varada será de tres meses. LA VOZ ha podido confirmar que el 'Juan Carlos I' ya cuenta con la reserva de dique a partir del próximo julio y estará hasta finales de septiembre. La Armada se ha encargado de fijar tanto el año de actuación como los meses de intervención en función de la agenda operativa del barco.
El Gobierno aprobó a finales de 2022 esta importante obra de mejora, que incluye un presupuesto de 30 millones de euros. El Consejo de Ministros autorizó entonces la sustitución del sistema de propulsión del buque. Esta obra no se ha llevado a cabo antes debido a los compromisos navales de la Armada en distintas operaciones internacionales. El denominado Buque de Proyección Estratégica (BPE) 'Juan Carlos I', participa en estos momentos en la operación 'Dédalo 24', con presencia en el Mar Mediterráneo Oriental, en el Océano Atlántico y en el Mar Báltico. Se trata de una misión internacional de la OTAN que arrancó el pasado mayo. Precisamente el buque se encuentra desplegado en la última fase, en el Mar Báltico, un área estratégica para la OTAN donde de forma permanente hay dos agrupaciones navales aliadas. Se da la circunstancia que tanto el Mediterráneo Oriental como el Mar Báltico son las dos zonas marítimas de Europa con una mayor presencia rusa.
Este despliegue sirve para realizar actividades navales tanto en el ámbito de la Alianza Atlántica como bilaterales con países aliados y amigos y consolidar el impulso adquirido por estos despliegues a lo largo del pasado año –el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo realizó dos salidas similares en 2023– , y seguir mostrando el compromiso de España con sus aliados.
En cuanto a la obra en su sistema de propulsión, Defensa ha considerado que se trata de la solución más eficaz para asegurar «la capacidad operativa más eficiente del buque». Se cambiarán los 'azipods', propulsores de diseño alemán, suministrados por Schottel y Siemens, ante las repetidas averías que han venido sufriendo.
En 2020 la Armada encargó un estudio para buscar una alternativa al sistema de propulsión que emplea actualmente el 'Juan Carlos I' tras las incidencias y fallos que se vienen acumulando a lo largo de los catorce años de vida del buque en en su sistema de propulsión. Según reconocía la propia Armada en el Pliego de Prescripciones Técnicas de la licitación del estudio «estos fallos se han dado por causas muy dispares, tanto eléctricas como mecánicas, internas y externas, que han dejado en varias ocasiones al buque sin propulsión, al menos en una de sus dos líneas».
La obra se ajusta a tres meses, entre julio y septiembre, con un presupuesto de 30 millones de euros
Por ello la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada encargó a la compañía Asea Brown Boveri (ABB) un estudio que analizó la viabilidad y posibilidad de integración de nuevos propulsores en el buque. En el citado pliego, la Armada reconocía que «a estos fallos y probablemente como causa de alguno de ellos, se une la existencia de vibraciones y ruidos producidos por el sistema a determinados regímenes y transmitidos a diversos locales que afectan a equipos sensibles».
En concreto, «estas vibraciones interfieren con las frecuencias propias del casco y de otros elementos del buque», por ello «junto con empresas especializadas se han medido las vibraciones modificando determinados parámetros de los propulsores sin resultados significativos». La Armada consideró necesario primero estudiar y luego modificar de forma extensa el sistema de propulsión, atendiendo a las necesidades operativas de la Defensa, a los recursos disponibles y al ciclo de vida del buque.
En concreto se estudió la viabilidad de un nuevo propulsor eléctrico de una hélice que pueda integrarse en el casco existente así como la integración del nuevo sistema y los sistemas eléctricos. Esta compleja obra se llevará a cabo finalmente en el astillero de Puerto Real entre julio y septiembre de 2025. No ha trascendido el plan de trabajo, pero se estima que será en varios turnos, ya que en un principio se había estimado la inoperatividad del barco en seis meses, algo impensable ahora con la situación geopolítica internacional y los frentes abiertos en Rusia-Ucrania y Israel.
Varadas programadas
El barco pasó una ITV en mayo de 2023 en el astillero de Cádiz tras regresar de la operación Dédalo 2023. En un mes se desmontaron los dos motores de la sala de máquinas que generan la electricidad que mueve al barco. Esa varada de mantenimiento programado se realiza cada 20.000 horas de funcionamiento.
Los compromisos navales del buque y su participación en los despliegues de la OTAN han retrasado la entrada en dique seco
En noviembre de 2020 fue el astillero de Puerto Real el que se encargó de su varada programada. En ella se repasaron las hélices, que son su sistema de propulsión, y se revisó el resto de equipos y sistemas de la obra viva (parte del barco que permanece sumergida en el agua) que requieren necesariamente de una estancia en dique seco para poder acceder a ellos, como son las aletas estabilizadoras, las hélices empujadoras de proa, las válvulas de fondo de diferentes sistemas; así como un pintado completo del buque.
En junio de 2017 le tocó el turno a su cubierta de vuelo. Durante casi dos meses el 'Juan Carlos I' se sometió a trabajos de mantenimiento en el astillero de Navantia Cádiz. Los trabajos se centraron en la gran cubierta de vuelo, que tiene 202,3 metros de largo y 32 de ancho, reponiéndose parte del aglomerado y repintando sus marcas de señalización para el empleo de aeronaves.
La primera intervención en el barco se realizó en 2015 coincidiendo con sus primeros cinco años de vida. Esta varada en el astillero de Cádiz fue calificada de «sobresaliente» tanto por los responsables de la Armada como por los técnicos del astillero.