GRAN PREMIO DE JEREZ 2023
Pedro Pacheco: «Hay que pedir perdón público a los moteros por la represión que han sufrido»
Entrevista
Para el que fue alcalde de Jerez durante 24 años, la propuesta del Ayuntamiento de tratar de atraer al público al centro con la exposición de las motos de Marc Márquez y conciertos en la plaza del Arenal «es un parche que solo servirá para malgastar el dinero público»
«Lo hizo porque no sabía que era imposible», podrían reflexionar algunos sobre el legado de quien fue alcalde de Jerez de forma ininterrumpida durante más de 24 años. Y es que lo cierto es que cuando Pedro Pacheco llegó a la alcaldía en 1979 nadie pensaba en la posibilidad de tener en un plazo de cinco años funcionando un Circuito Permanente de Velocidad.
La colosal empresa tuvo que superar contratiempos y descreídos pero casi contra todo pronóstico se hizo una realidad el 8 de diciembre de 1985. El trazado jerezano tuvo que superar una temporada de lluvias constantes que era inaudita en la provincia de Cádiz, se trabajó a destajo con turnos de 24 horas y hubo que salvar trabas económicas y limitaciones publicitarias a base de ingenio y creatividad. Pacheco proyectó un Circuito Permanente para convertir a Jerez en mucho más que una tierra de vinos, para situar la ciudad a la vanguardia de las competiciones internacionales. Pacheco creyó y materializó su sueño aun cuando pocos apostaban por la visión rompedora de un joven descarado y entusiasta de las carreras de motos que nació, en una casa de vecinos, en la calle Arcos 45.
Curiosamente ahí vivía también el «insigne» corredor jerezano Peluki, Antonio Sánchez Garrido (1936-1963) que falleció en un trágico accidente con 27 años disputando el Trofeo de la Merced en el circuito jerezano de «La Constancia». «Yo viví de pequeño todo el montaje de las motos y del Gran Premio de la Merced, porque enfrente de mi casa estaba la calle Ávila donde también estaba el negocio del hostal de Francisco Pacheco.
Por aquellos años, el joven Pacheco acudía puntualmente como uno de tantos aficionados, al Premio de la Merced que se disputaba en el Circuito de La Constancia «que era urbano, al igual que el de San Benito», y que posteriormente pasó a El Portal, un polígono industrial.
Corría el año 80, cuando Pacheco decidió hacer un Circuito Permanente en Jerez. El alcalde encaraba su segundo año como regidor. Permaneció más de 24 años ininterrumpidamente como alcalde, desde 1979 hasta 2003, siendo el más longevo de la ciudad. «Es la última vez que asisto a un circuito urbano. Voy a hacer un circuito permanente de velocidad. Esto se acabó», manifestó. Y no fue un brindis al viento ni una promesa electoral. En menos de cuatro años se disputaba la primera carrera. «Yo era muy amante de las motos y ya habían muerto el madrileño Santiago Herrero en la Isla de Man y Ramón Torras, de Bultaco» en el circuito urbano del Brisamar en Coma-ruga. Tenían 27 y 21 años respectivamente. Cuenta Pacheco que ni tan siquiera su equipo de Gobierno estaba al tanto de su determinación pero el carismático alcalde demostró con hechos su férrea voluntad para sacar adelante un proyecto de una envergadura colosal. «Me puse a trabajar».
En aquella época estaba el Circuito de Montjuïc, que no era permanente, el Circuito del Jarama que era muy reducido y que acogía competiciones de camiones que «dejaban el firme destrozado» y Calafat en Tarragona.
«Llamé al famoso estudio de ingeniería civil y arquitectura Ayesa, que estaba presidido por José Luis Manzanares padre, y visitaron los terrenos para hacer varios borradores con propuestas. Por otra parte, íbamos negociando la venta de los terrenos con la familia Lacalle. Curiosamente en esos terrenos se habían producido unas actuaciones urbanísticas ilegales y tenían abiertas actas de sanción, rememora. Lo metimos todo en un paquete y cogimos las hectáreas suficientes para acometer la construcción. Hicimos una compensación por las multas urbanísticas y empezamos a buscar financiación. Cuando tuvimos el esquema técnico empezamos a movernos con el Consejo Superior de Deportes y con el Ayuntamiento y al final cuajó una subvención de 75 millones«, explica.
Entretanto el Circuito tuvo que buscar vías de financiación alternativas y se fue trabajando poco a poco hasta que se convirtió en una realidad. Pacheco tenía 36 años y conseguía recuperar para España la Fórmula 1.
La gesta de Sísifo
«En ese momento nadie se podía imaginar que un Ayuntamiento del sur de España pudiera acometer esa gesta. Así que Bernie Ecclestone vino a Jerez en su avión privado, lo recogimos y entró en el Circuito y… no se lo creía». Tan alucinado estaba el magnate que ese mismo día firmaron un contrato resituando la carrera en abril aunque muchos desconfiaban y apostaban porque no se llegaría a tiempo. Quedaban cinco meses y las obras aún no estaban terminadas. «Para más inri fue la época que más llovió en Jerez. Había turnos de 24 horas pero todo lo que se avanzaba por la noche se lo terminaba llevando el agua por el día. Era una tarea titánica, descomunal, como la de Sísifo. Aún no se cómo se acabó el Circuito», reconoce Pacheco, al recordar a un joven y carismático alcalde que llegó a intimar con Bernie Ecclestone hasta el punto que se trataban como tío Bernie y su sobrino Pedro.
Dos meses después de la visita de Ecclestone, el 8 de diciembre de 1985, se realizó una prueba de asfalto celebrando una carrera puntuable para el Campeonato de España de Turismos. En abril, el Circuito estaba funcionando. «Fuimos valientes, apostamos, arriesgamos y se consiguió pese a todos los impedimentos que fueron surgiendo» porque no sólo fue la inusual temporada de lluvias constantes en Jerez, hubo que sortear la prohibición de no alcohol en los anuncios. «En aquel entonces estaba de moda el anuncio de la DGT de Steve Wonder 'Si bebes no conduzcas'. Le di una vuelta más para completar el eslogan con «pero si bebes vino de Jerez puedes conducir con moderación». Así que implicaron a empresas vinateras en el Circuito, se nombró la Torre Tío Pepe, la curva Dry Sack de de las Bodegas Williams & Humbert… todo un ejemplo de negocio de éxito «made in Jerez».
La proyección del Circuito fue tal que «años después, en la época de Alfonsín, fui a una reunión técnica en Argentina y entré en una tienda de cierto estatus y empezamos a charlar. Le comenté a la propietaria que venía de Jerez y me respondió «magnífico circuito». Yo intenté corregirla «tierra de los vinos excelentes» pero ella insistía obstinada «gran circuito, Ayrton Senna», en referencia a la ajustadisima entrada en meta, con sólo 14 milésimas de diferencia, entre el piloto brasileño y el británico Nigel Mansell. «Ganó mi favorito Ayrton Senna», exclama sin pudor.
Buscando financiación
El Circuito seguía progresando pero las obras necesitaban financiación así que el equipo de Pacheco contactó con la Junta de Andalucía, con Rodríguez de la Borbolla, que les dijo que estaba interesado en participar. «Entonces la palabra tenía otro valor. El día que firmé con Ecclestone en Jerez montamos en su avión y llegamos a Sevilla, al palacio de Monsalves, para firmar el contrato esa misma tarde y designar al que fue el último gobernador civil de Sevilla del período de la UCD, Ignacio López del Hierro, para crear una entidad similar al Instituto Nacional de Industria, INI y que se enterara de cómo era un circuito. Realizamos varios viajes juntos a Londres, al domicilio de Ecclestone, hasta que cogió el relevo Chaves, que era más dependiente de Madrid frente a Escudero y Borbolla que tenían más autonomía».
Reformas
El Circuito Permanente estaba a pleno rendimiento pero hubo que adaptarse a las nuevas normas de seguridad. «Ayesa nos recomendó la construcción del OMNI y se adjudicó en un tiempo récord a una empresa de fomento, Foxá. La sintonía no fue buena y hubo algunos titubeos entre los técnicos municipales y los técnicos del Circuito así que fui a visitar el Circuito y no se habían empezado las obras. Monté en cólera, puse firmes a todos y fui hasta Madrid para hablar con Foxá«. El exalcalde tuvo que tomar decisiones drásticas y hubo despidos pero »se pusieron a trabajar a destajo, noche y día como cuando se inauguró el Circuito, para que todo estuviera listo para un mes antes de las pruebas«.
En esta ocasión el hándicap no fue climatológico si no la financiación porque las mejoras se iban pagar con los beneficios extra del Urbanismo, «con el famoso 10% y coincidió con los años de la crisis de la época de Zapatero y se tuvo de pagar de otra forma».
«Se han dormido en los laureles»
Para Pacheco, Jerez irrumpió como Circuito por suexcelencia. «Le decían la catedral de las motos, pero ahora se han dormido en los laureles o el equipo gestor no ha recibido indicaciones o bien los políticos son unos inútiles».
El excalde insiste en que la gestión ha sido mínima y que no se hace nada en la tarta publicitaria. Fruto de la desidia han surgido dos problemas. Uno, el Gran Circuito de Portugal en Portimao que está en el mismo paralelo y en unos años puede que cuaje otro circuito al Sur de Sevilla junto al aeropuerto. Es decir, que están apareciendo competidores y Jerez debe tener los objetivos claros.
«El Circuito necesita una renovación completa y lo que hay que buscar son socios con dinero. Siempre he sugerido el mismo sistema que cuando empecé con Borbolla. Abogo porque sea la Junta porque en ningún lugar del mundo se da que el Ayuntamiento sea el dueño de un Circuito. Además, nadie se va a llevar el Circuito porque no es un cuadro y allí alrededor del trazado hay terrenos que tienen la posibilidad de desarrollar suelos urbanísticos y comerciales. Así que si se mueven pronto se puede recuperar pero si no la competencia nos puede hacer bastante daño», vaticina.
Ni Domingo, ni lunes, ni martes
Uno de los episodios más comentados del anecdotario del trazado jerezano ocurrió en 1997. Cuando finalizó la última prueba del Gran Premio de Europa de Automovilismo que se celebró en Jerez, llegó el momento de entregar los galardones. El premio debía entregarlo el ministro de Deportes pero no acudió y la organización, que no era nuestra, pensó que podía darlo Plácido Domingo que había acudido a la competición pero Pacheco insistía en que a falta del ministro, debía ser Chaves: «les dije que ni Domingo, ni lunes ni martes. Así que tuve que echar a los guardias privados que traía la organización del podium y poner a 300 Policías Nacionales nuestros para que el premio lo entregara Manuel Chaves«.
Le abrieron un expediente y el jerezano tivo que ir a la FIA (Federación Internacional del automóvil), que estaba en la plaza de la Concordia de París para defender su cuestionada actuación. «Cuando me presentaron como «mayor» de Jerez y a su vez presidente del Circuito se quedaron todos los magnates de la Fórmula 1 estupefactos porque no entendían cómo un alcalde podría ser presidente de un Circuito. Y nos levantaron la suspensión», defiende Pacheco.
Para el exalcalde de Jerez, la F-1 se perdió porque el falangista Juan Antonio Samaranch –la gente quiere reinventar el pasado–, polemiza Pacheco para continuar asegurando: «Samaranch como presidente del COI alentó a los catalanes para que el COI tuviera todas las disciplinas deportivas y lo consiguieron aunque les faltó la Fórmula 1. Entonces fue cuando Maragall de acuerdo con Samaranch presionó al PSOE de Sevilla y entre todos, de común acuerdo, persuadieron a Ecclestone para que se llevara la Fórmula 1 de Jerez. Entonces yo reclamé a Ecclestone para que cumpliera el contrato, cosa que nadie había hecho nunca, y montó en cólera. Zanjamos que él pagaba los judiciales y nos daba un Gran Premio de Portugal que se celebró en Jerez con un intenso duelo por el título entre Schumacher y Villeneuve, que terminó con el abandono y la descalificación del alemán y la coronación del segundo. Después del 1997, Jerez dijo adiós a la Fórmula 1.
Un plan de recuperación fallido
Pacheco se muestra beligerante respecto a la actuación de sus sucesores en la alcaldía. «Todo funcionaba bien pero las herederas (Pilar Sánchez y García-Pelayo a las que tilda de incompetentes) quisieron hacer, después de 24 años de éxitos, todo lo contrario a lo que se hacía. El espectáculo de la gymkana y los conciertos al final de la Avenida eran la joya de la corona y se los cargaron. Se hacían con sus todas las garantías pero ellas ordenaron que se suprimieran y que se reprimiera con mucha violencia a los moteros. Fruto de esa represión no moteros no viniron más,. Además, siguen haciendo unos planes de ordenación viaria para el Circuito que cercan y aislan Jerez. Sin embargo si se permite mayor flexibilidad en zonas de la sierra como Lebrija, Arcos, Rota, Chipiona… en cualquier lugar hay más libertad que en Jerez que está acordonada y esto es una barbaridad. Creo que hay que pedir perdón público a las grandes familias moteras, por la represión policial Local y Nacional que sufrieron en torno al año 2007«.
En cuanto a la iniciativa del Ayuntamiento de Jerez para tratar de atraer a los moteros y visitantes con el centro con la exposición de las motos de Marc Márquez y la fiesta motera en la plaza del Arenal Pacheco se muestra desencantado. «Son parches con tintes electoralistas que no van a llevar más que a malgastar el dinero público, porque al motero se le echó de Jerez con la otra señora Sánchez y no se le ha pedido perdón», insiste.
«Son medidas que no están reflexionadas porque el motero, una vez que terminan las pruebas y los entrenamientos, se vuelve a la zona donde está su alojamiento. Lo lógico es que no vuelvan a Jerez, a una ciudad sitiada, para unos conciertos de mediocres en la plaza de El Arenal«, concluye.